Wilhelm Furtwängler: la vida del gran director y su relación con Argentina

Furtwängler

Wilhelm Furtwängler fue un director de orquesta y pianista alemán considerado uno de los mejores directores del siglo XX. Su vida estuvo atravesada por la Segunda Guerra mundial y el Partido Nazi. Mantuvo una conexión intensa con Argentina y Latinoamérica. Leé sobre su vida en este artículo.

Furtwängler, nacido en Berlín en 1886, comenzó su carrera como pianista, pero rápidamente pasó a la dirección. Hizo su debut como director en 1911 y en 1914 ya dirigía en la Royal Opera de Berlín.

Durante las décadas de 1920 y 1930, Furtwängler se estableció como uno de los principales directores de Europa, dirigiendo las principales orquestas y teatros de ópera de todo el continente. Fue particularmente conocido por sus interpretaciones de las obras de Beethoven, Brahms y Bruckner. También fue un gran defensor de la música de Richard Wagner y fue el director del famoso Festival de Bayreuth de 1924 a 1934.

La carrera de Furtwängler fue interrumpida por la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente se le prohibió actuar en público debido a su asociación con el Partido Nazi, pero finalmente se le permitió volver a dirigir en 1944.

Su relación con el partido Nazi

La relación de Wilhelm Furtwängler con el partido nazi durante la Segunda Guerra Mundial es un tema complejo y controvertido. Fue miembro del Partido Nazi y fue nombrado director de la Filarmónica de Berlín por el gobierno, cargo que ocupó hasta 1945. Sin embargo, la participación de Furtwängler en el partido no fue tan extensa como la de otras figuras culturales de la época. y se ha mostrado esquivo a apoyar al régimen. También se sabe que usó su posición para ayudar a músicos judíos y otras víctimas. Sin embargo, la decisión de Furtwängler de permanecer en Alemania y continuar trabajando bajo el gobierno nazi ha sido ampliamente criticada.

Luego de un doble proceso de desnazificación (juzgado en Viena y en Berlín) fue absuelto de cualquier irregularidad y reanudó su carrera. En sus alegatos el director expresó: “La preocupación de que mi arte fuera mal usado como propaganda ha de ceder a la gran preocupación de que la música alemana debía ser preservada, que la música debía ser ofrecida al pueblo alemán por sus propios músicos. Este público, compatriota de Bach y Beethoven, de Mozart y Schubert, aun teniendo que vivir bajo el control de un régimen obsesionado con la guerra total lo necesitaba.”

Después de la guerra, Furtwängler volvió a dirigir y convirtiéndose en uno de los directores más solicitados del mundo. Dirigió muchas de las principales orquestas del mundo, incluidas la Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Viena y la Filarmónica de Nueva York. También fue director habitual en el Festival de Salzburgo y el Festival de Lucerna.

El legado

El legado de Furtwängler como uno de los mejores directores del siglo XX todavía se siente hoy. Sus interpretaciones de las obras de Beethoven, Brahms y Bruckner, en particular, todavía se consideran puntos de referencia con los que se juzga a otros directores. Murió en 1954, pero sus grabaciones e interpretaciones siguen siendo veneradas por amantes de la música de todo el mundo.

Furtwängler en Argentina

La relación de Wilhelm Furtwängler con Argentina fue un capítulo importante en su carrera. Visitó el país por primera vez en 1949 como director invitado de la Orquesta del Teatro Colón de Buenos Aires, donde realizó varios conciertos exitosos y fue recibido con gran entusiasmo por el público y la crítica. Regresó a Argentina en 1951, esta vez como director titular de la Orquesta del Teatro Colón, cargo que ocupó hasta 1952.

Durante su estadía en Argentina, Furtwängler también realizó varios conciertos con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. También actuó como solista de piano en varios conciertos e impartió clases magistrales a jóvenes músicos. El tiempo de Furtwängler en Argentina estuvo marcado por una profunda apreciación de la cultura y la música del país. Sus actuaciones en Argentina también fueron un paso importante en su carrera, ya que le permitieron reencontrarse con el público luego de los difíciles años de la Segunda Guerra Mundial.

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