«Vitral» de la Camerata Monteverdi.

Imagen de "Vitral" de la Camerata Monteverdi.

Cuatro obras de maestros del Renacimiento (Palestrina, Monteverdi, Gallus y Victoria) y un canto gregoriano, y cinco composiciones de Alberto Balzanelli sobre los mismos textos. Todo esto grabado por los dieciséis cantantes de la Camerata Monteverdi en una antigua capilla escondida en el corazón de Buenos Aires. De eso se trata Vitral.

La historia de este disco es la historia de una obsesión, y por sus características no se parece a ningún disco de música clásica. Alberto Balzanelli lo venía pensando hace años y finalmente la grabación se pudo concretar en 2012. A cinco obras de la liturgia católica (la más “moderna” es de principios del siglo XVII) le responde con cinco piezas propias, con el valor agregado de que las dirige él mismo al frente de un grupo de excelencia, la Camerata Monteverdi, fundada en 1983, e integrada siempre por cantantes del ámbito profesional. 

Vitral, décimo disco del sello especializado en música coral Pulso 70, se realizó con un sistema de financiamiento colectivo (conocido por su nombre en inglés, crowdfunding), en el que distintas personas, instituciones y empresas colaboraron por anticipado.

El diálogo entre piezas antiguas y sus reflejos actuales produce un disco raro y que solicita mucha atención de parte del oyente. El contraste más extremo se da promediando el CD, cuando se oye primero el Crux fidelis gregoriano, entonado por las voces masculinas y luego el Crux fidelis de Balzanelli cantado sólo por las voces femeninas del conjunto (notable solo de Natalia Quiroga). 

Para destacar el sonido del disco: la reverberancia natural de la capilla de fines del siglo XIX en la que se grabó en dos jornadas hizo que fueran innecesarios los artificios de postproducción. La toma, obra de Martín Telechanski, se hizo con varios micrófonos distribuidos en la sala, cerca y lejos de los cantantes. 

El arte de tapa y todo el desarrollo gráfico (difícil de conceptualizar al haber música de siglos tan diversos) también está a la altura de lo que se escucha. Música para elevarse espiritualmente y sorprenderse.

Producido por Alberto Balzanelli y Diego Lenger 

Fuente: El Club del Disco

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