Piazzolla, Beytelmann: Vení, volá, vení – Por el dúo de cello y marimba Stick and Bow

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Piazzolla, Beytelmann: Veni, vola, veni, del dúo que integran la marimbista canadiense Krystina Marcoux y el violonchelista argentino Juan Sebastián Delgado, ofrece una incursión en el frecuentado universo de Piazzolla, pero a través de la singular mirada de uno de sus colaboradores en los años setenta y ochenta, el pianista Gustavo Beytelmann.

Acerca de Stick&Bow

Stick&Bow, “El dúo pionero de Montreal que toca de todo, desde Bach hasta Radiohead” (La introducción de CBC Music), une a la marimbista canadiense Krystina Marcoux y al violonchelista argentino Juan Sebastián Delgado. Músicos de formación clásica, se esfuerzan por presentar un amplio espectro de estilos musicales, que van desde el rock hasta el gipsy-jazz, el barroco o el tango. Su ecléctico repertorio presenta arreglos originales de algunas de las obras más célebres de la historia, mostrando el potencial de sus instrumentos combinados.

Acerca de Vení, volá, vení

En su proceso creativo, combinan la narración musical con el humor y la narración de historias en las que la poderosa combinación de violonchelo y marimba transforma la escucha de obras familiares de formas refrescantes e inesperadas. Stick&Bow también está fuertemente comprometido con la música de nuestro tiempo, encargando obras atrevidas pero accesibles de compositores como Luis Naon, Camille Pépin, Luna Pearl Woolf, Jason Noble, Marcelo Nisinman, Jean-Pierre Drouet y más.

Piazzolla, Beytelmann: Veni, vola, veni ofrece una incursión en el frecuentado universo de Piazzolla, pero a través de la singular mirada de uno de sus colaboradores en los años setenta y ochenta, el pianista Gustavo Beytelmann.

El argentino, compatriota y compañero del exilio de Piazzolla en Europa, se ha curtido en el contacto con el nuevo tango del gran Astor, pero también el de Mosalini, así como el jazz de Bill Evans y la música contemporánea, entre otros.

Las composiciones de Beytelmann reflejan innegablemente las raíces y el núcleo común del tango nuevo, pero lo hacen evolucionar trayendo nuevas ramas. Sentimos, escuchamos aquí y allá empujes furtivos, a veces más sostenidos, hacia el atonalismo o el expresionismo. Pero estos cortes nunca eclipsan la esencia tangueira del árbol musical de origen latinoamericano y siempre parecen naturales en el lenguaje presentado. En verdad, podemos hablar de post-tango nuevo.

Frédéric Cardin

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