Durante el siglo XX el Teatro fue sede de distintas festividades que conmemoran fechas patrias de todas estas nacionalidades.
La historia del Teatro Colón está íntimamente ligada a la de las distintas colectividades de inmigrantes que forman parte del pueblo argentino. Entre las nacionalidades de los artesanos y profesionales que levantaron las paredes (y pisos) del Teatro, con sus decoraciones y detalles, se encuentran italianos, españoles, polacos, alemanes, franceses entre otros.
Durante el siglo XX el Teatro fue sede de distintas festividades que conmemoran fechas patrias de todas estas nacionalidades. Incluso se celebraban las fechas ciertas regiones particulares que tuvieron una implicación crucial en nuestra historia, como lo es Galicia.
Una de las festividades más notables que tomaron parte en las actividades del teatro fue la conmemoración de la Revolución Francesa. En este caso vamos a repasar el 150º aniversario de este hito de la historia occidental, cuya organización estuvo a cargo del Comité de las Sociedades Francesas.
Es muy interesante pasar las páginas del programa de mano, no sólo por el registro artístico que significa, sino también por las publicidades que aparecen en una mezcla de francés y castellano. Entre las imágenes, llama la atención la que ilustra el anuncio de la “nueva” embajada de Francia, el famoso Palacio Ortiz Basualdo situado en Cerrito 1399 (CABA).
En el contexto de las festividades, asistir al Teatro Colón era sólo una parte de las actividades, configuradas como una especie de peregrinación cultural por la ciudad de Buenos Aires.
En el año 1939 la agenda del 14 de julio incluía: misa en la iglesia de San Juan Bautista (Alsina y Piedras), convite en el Alvear Palace Hotel, matiné popular en el Cinéma Grand Splendid, brindis en la Embajada Francesa, gala en el Teatro Colón y gran baile en el Club Francés. Vuelvo a remarcar: toda esta gira en un mismo día, el 14 de julio (fecha de la toma de la Bastilla).
El ballet, arte tan íntimamente ligado a la historia y al gusto francés, fue protagonista de la noche, que comenzó durante el siglo XX el Teatro fue sede de distintas festividades que conmemoran fechas patrias de todas esta Coppélia, del compositor Léo Delibes.
Maria Ruanova y Michel Borovsky fueron quienes llevaron adelante los roles principales, con coreografía y dirección de Margarita Wallmann. La gran bailarina y coreógrafa austríaca también dirigió el hito que conformó la segunda parte de la noche: el estreno argentino del poema coreográfico La Valse, de Maurice Ravel, protagonizado en esa ocasión por Louis de Bercher y Dora del Grande.
Obviamente la elección de los compositores no era al azar, en ocasiones anteriores también se eligieron obras de los representantes más importantes de la ópera y el ballet francés, como Charles Gounod y Jules Massenet.
Durante todo el siglo XX (hasta entrada la década del 70) el Teatro Colón fue escenario de festividades de variadas vertientes nacionales. Los programas describen esas galas como una ilustración de la famosa idea de la Argentina como un crisol de culturas.
Por Virginia Chacon Dorr.