Paulo Szot, el barítono brasilero que se desliza entre la ópera, Sinatra, el musical y lo carioca

Imagen de Paulo Szot

 

El barítono Paulo Szot nació en São Paulo (Brasil), de padres polacos que emigraron a ese país después de la II Guerra Mundial y estudió en la Universidad Jaguellónica de Cracovia. Iba para bailarín, pero una herida lo trasladó al territorio del canto. Hizo su debut operístico con IlBarbiere di Siviglia, en el Teatro Municipal de São Paulo. Y ha colaborado con elMetropolitan Opera House de Nueva York, el Teatro allaScala de Milán, la Opéranational de Paris, el Teatro dell’Opera de Roma, la Washington National Opera, la Deutsche Oper de Berlín y los festivales deGlyndebourne y Aix-en-Provence.

 

Ha interpretado a Don Alfonso (Così fan tutte), Mercutio (Roméo et Juliette), Sharpless (Madama Butterfly), Lescaut (ManonLescaut), Dr. Falke (Die Fledermaus), Almaviva (Le nozze di Figaro), Richard Nixon (Nixon in China) y los protagonistas de Eugenio Oneguin y Don Giovanni. Recientemente ha cantado Escamillo (Carmen) en Múnich, entre otras muchas actuaciones y con famosos y reconocidos acompañantes, como Ana Netrebko o Roberto Alagna.

Su personal voz, su reconocible apariencia, en el mejor estilo de los galanes vibrantes del cine en blanco y negro de los años 30,  y sobre todo  40 y 50,  mecieron los recuerdos de muchos al son de La chica de Ipanema, Samba de una sola nota o Triste.

En el Teatro Real ha actuado en el Homenaje a las "Sinatra-JobimSessions", publicadas en Brasil en 1979 por Roberto Quartin, en octubre de 2016 y en Street Scene, en dos etapas este año, en el rol de Frank Maurrant.

Street Scene, de KurtWeill, con libreto de Elmer Rice, basado en su obra homónima (premio Pulitzer 1929), y letra para las canciones de Langston Hughes, Street Scene cuenta una historia de vidas anónimas en una gran ciudad de manera brutalmente realista. La segunda serie de representaciones de esta ópera, coincidió con la presentación de Die Soldaten, por lo que ambas producciones han incidido en destacar la situación del matrato femenino y los conflictos de género, uno de los grandes males universales de nuestro tiempo.

Cuando Paul Szot era pequeño, el último de los cinco hijos de un matrimonio amante de la música, era tan tímido en la escuela, que le daba terror tener que leer en voz alta. Encontró la manera de expresarse y abrirse, tomando lecciones de piano y violín. Consiguió escapar del mundo del fútbol, la samba y el carnaval y sus fiestas, como parece que se define a un país como Brasil.

Sus padres lo animaron a regresar a Polonia, su tierra de origen. “Me fui cuando tenía 18 años- expresó Szot- en un buque de carga, porque no tenía dinero para pagarme un billete de avión y llegué a un país que salía del comunismo pero que era rico en artes clásica y música. Me quedé 8 años y allí tuve que aprender a luchar por mis sueños”. Regresó a Brasil y a menudo compaginó los musicales de la gran ópera, porque piensa que ambos son “extraños primos”.

 

ENTREVISTA A PAULO SZOT

En un sillón rojo y cómodo de los que están en el Salón de Baile del Teatro Real, Paulo Szot está de acuerdo en contestar amablemente a unas preguntas, a raíz de su rol protagonista en Street Scene, en el coliseo madrileño, que cierra ya su última función. Mucho de lo que aquí relata el barítono puede encontrarse en las Wikipedias, pero estas fueron, realmente, sus palabras.

AUsted nació en Brasil, desde Polonia (yo nací en Buenos Aires), ¿es tan diferente Sudamérica de los países europeos, en lo que atañe a la vida en general y la música?

Sabe, yo nací efectivamente en Brasil, de una familia polaca, y mis padres escuchaban música de todo el mundo y eso era realmente fantástico, por lo que a mí me influyó la música brasileña, por supuesto, pero también la tradición clásica polaca, como Chopin y otros compositores, porque a mi familia le encantaba la música clásica. Ellos tenían una gran colección de grabaciones.

Cuando cumplí los 18 me dispuse a volver al país que mis padres habían tenido que abandonar y allí me quedé durante unos años y me encontré muy cómodo, porque por supuesto, me gusta también Europa y siento que formo parte de ella, ya que, en cierto sentido, esta es también mi sangre. Así que me siento muy cerca de las costumbres europeas y también de las de Sudamérica.

 

¿Está pensando alguna vez cantar en el Teatro Colón de Buenos Aires?

Me encantaría, es tan bello y lujoso… Se habló en algún momento de actuar allí, pero, desgraciadamente todavía no ha ocurrido y espero realmente tener la suerte de actuar y cantar algún día en ese teatro.

 

 

¿Cuáles son las influencias que compositores brasileños como Toquinho, Vinicius de Moraes, MariaCreuza, le han aportado? Se trata de una música que seduce en Europa.

Es una cultura que forma parte de mí y tuve la ocasión de hacer un recital en el Real con ese repertorio, luego preparé el de Sinatra y Jobim. La verdad es que no me interesa en el fondo qué tipo de música hago en cada momento, siempre y cuando sea de calidad.

 

Sus padres son polacos y tuvieron que huir de su país por la guerra y las persecuciones. ¿Qué es para Usted ser in migrante o refugiado hoy en día? Tal vez se siente como un ciudadano del mundo por su profesión…

Mis padres fueron expulsados de sus casas con sus padres durante la guerra, a Alemania, a campos de concentración y luego huyeron a Brasil, pero jamás le sugirieron a sus hijos que odiaran la experiencia que ellos habían vivido. Todo lo contrario, decían que habían tenido suerte de estar vivos. Así que de ninguna manera nos inculcaron sentimientos de odio y soy afortunado de haber crecido con una familia notable en ese sentido y nunca sentí, porque Brasil es un país de inmigrantes, como casi todo ese continente, que era hijo de inmigrantes. Era un brasileño más y mis orígenes nunca los experimenté como un problema. Y también soy un inmigrante con las oportunidades que me ofrecieron y además me he convertido, definitivamente, en un ciudadano del mundo porque no me quedo mucho tiempo en ninguna parte.

 

Street Scene nos relata la problemática que estamos viviendo en la actualidad: la miseria de los suburbios de la ciudades, los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, el paro, el maltrato a los hijos y a la mujer, Usted cree que estos textos y la partitura de Street Scene son universales y que esa es una de sus ventajas?

Por supuesto que respiro y veo en Street Scene a través de los ojos de mi personaje, al que lo vuelven loco los cambios. En estos días cambiamos de temas, de países, de políticas, mudamos continuamente de piel, de lugar y hay gente que consigue introducir estos cambios en su vida y otros no. Mi personaje no puede y por esa razón se vuelve una persona bronca, ofendida, que llega hasta el extremo de matar a su mujer. Es alguien que comete un crimen y sabe perfectamente que irá a la silla eléctrica y lo asume y cree que debe pagar. Pero no le importa.

 

Usted es uno de los brasileños que ha conseguido tal vez más reconocimiento y premios internacionales. ¿Qué significan para Usted?

Muchísimo, de verdad. Es difícil ser visto y considerado en un círculo donde hay tantos grandes artistas trabajando. Además en Brasil no hay una gran tradición de ópera. Por supuesto que tenemos importantes cantantes, actores, escritores,  pero no son tan famosos fuera de Brasil, así que ser reconocido por una labor como la mía, me hace muy feliz y me llena de orgullo, por supuesto. No sabes lo que significa para mí.

 

Esta es una pregunta bastante personal: le interesa la política, el medio ambiente y la Naturaleza, ¿es religioso?

Tenemos un único planeta y debemos ser conscientes y estar atentos a lo que pasa en todas partes, es lo que tenemos para vivir en el presente y en las próximas décadas, así que debemos considerar el miedo de las personas, el cómo son tratadas y se relacionan entre ellas, cuáles son sus diferencias. El respeto, creo, es la llave para aflojar todas las situaciones conflictivas. Si nos respetamos y también al planeta en general, deberíamos funcionar mejor. Por mi parte, intento ser un ciudadano del mundo mejor cada día, y creo que si cada uno da y hace, contribuye un poco, podría cambiarse la visión del conjunto.

 

Usted estudió ballet… ¿Cómo influye esto en su actitud  corporal, en su resolución de los personajes, a partir de estas experiencias con el movimiento, en su etapa en la danza? Es una ventaja en el escenario?

Claro, es una ventaja esta conciencia del movimiento y del cuerpo, cómo colocarnos, movernos, para ir de un lado para otro. No solo el ballet sino toda la actividad corporal como la gimnasia en todos sus aspectos y posibilidades, haber tocado el piano y la percepción de cada expresión, incluso para hacer teatro. Me encanta el teatro, cuando tengo que crear un rol, todas esas vivencias me son muy cercanas.

 

Usted actuó bajo la dirección de ValeyGergiev. ¿Qué experiencia resulta para el escenario, para el cantante, para la ópera, un maestro como este?

Fue una experiencia memorable, Gergiev es fantástico, es como Dios, especialmente para el repertorio ruso. Con él, una vez que empiezan los ensayos, la atmósfera flota, se expande mágicamente y es indescriptible explicar cómo es sentirse parte de esa realidad. Repetimos la misma producción dos veces.

 

¿Es importante la química en los elencos? Usted cantó con artistas como Roberto Alagna, Netrebko…?  Son superdivos…

Bueno, creo que tuve suerte porque con estos iconos, la fama de los grandes divos, como antes, ya no existe. Podemos hablar con ellos, tienen los mismos problemas que los demás, tienen que pagar facturas, tienen que hacer frente a sus propios problemas, pero ya no se esconden como en el pasado, trabajar con ellos, estar juntos, es normal. Y cuando me siento corriente, no dejo que las palabras o el éxito se me suban a la cabeza y me siento como alguien común y esta consciencia me lleva al escenario como un ser humano corriente y esta es la conexión, me parece, con la audiencia, con el público. Hablamos la misma lengua.

 

Y esta es ya la última pregunta. Se habla mucho del “meltingpot”, de la mezcla de razas y culturas, el mundo lo es, pero creo que en estos momentos no está funcionando nada bien, como nos gustaría. Creo que en muchos sentidos estamos volviendo a toda velocidad hacia atrás, a la caverna…

Cuando apartas a alguien de su “zona de confort”, cuando comienzas a darte cuenta de los problemas de los demás…

 

PH: Javier del Real

 

Empiezas a pensar como el Candice de Voltaire que el mundo no es tan perfecto como parecería.

Si no quieres vivir en una burbuja y tienes la necesidad de tomar conciencia y ver cómo va todo, tienes que enfrentarte con un mundo problemático, tenemos problemas, la gente es diferente una de la otra y eso genera conflictos, pero hay que aceptar las diferencias, las particularidades de cada uno y ponerse en su lugar y entonces dejaríamos nacer tal vez un tipo distinto de ciudadano.

Es muy cómodo pensar que eres rico, porque lo eres, tu raza es la de la mayoría, pero pensar así no es propio de un ser humano. Ser humano, de verdad, implica reconocer al otro como si fueras tú mismo.

 

Paulo Szot tiene mucho de “zen”, de una filosofía vital y artística que entronca con la capacidad evidente de su familia y de su comunidad de origen para hacer frente a las adversidades y sobrevivir. Insinúa con elegancia, más de lo que expresa verbalmente. Se toma su tiempo y muchas de sus respuestas conviven con el silencio como forma de estar en el mundo.

El barítono brasileño tiene una vez redonda, generosa, de emisión natural y fácil cuando canta, aunque su personaje sea el menos favorecido de esta ópera y es fino y cuidadoso con sus gestos y su forma de abordar la entrevista.

Mientras charlábamos, su partenaire, Patricia Racette, que es extrovertida y sin complejos, organizó una expansiva algarabía alrededor de nosotros que hizo que, a menudo, la conversación en inglés (que no es la lengua materna ni para él ni para mí) tuviera que ser más intuida que real. Pero existió, y así son las cosas y así se gestionan, como dijo Paulo Szot, con seguridad y estilo, como (si fuéramos) “normales”. Y lo que esa palabra, buenamente, pueda querer decir.

Alicia Perris

 


PREMIOS Y NOMINACIONES

…Szot, 2008 Premio Tony

…Prêmio Carlos Gomes por la mejor Vocal Performance – 2000

…TheaterWorldAward –Ganador–Mejor actor en un musical – 2008

…Drama Desk – Winner – Mejor actor en un musical – 2008

…OuterCriticsAward –Ganador–Idem ,2008

…Premio Tony –Ganador–Idem, 2008

…MedalZas?u?onyKulturze (Medalla del mérito a la Cultura) "Gloria Artis"

…Prêmio Faz Diferença –Ganador– Jornal Globo

…Premio Laurence Olivier– Nominación –mejor actor en un musical, 2012

…Premio Mac forBestCelebrity Cabaret Act – Nominación, 2013

…Premio Shell Best Actor in MyFair Lady – Nominación, 2017

…Premio Bibi Ferreira como Mejor Actor en MyFair Lady – ganador- 2017

PRÓXIMAS ACTUACIONES

–El 1 de junio finaliza las representaciones en el rol de Frank Maurrant en “Street Scene”, en el Teatro Real. Y a continuación,

–“Aneveningwith Paulo Szot”, 54 below. New York. Usa. 26 al 30 de junio.

–“PalybillTravel”, Islandia, 3 al 10 de julio, 2018.

–“Mass”, de Leonard Bernstein. Ravinia Festival. Highland Park- Usa. 28 de julio.

–“Evita”. Opera Australia, Sydney, del 3 de septiembre al 3 de noviembre de 2018 y Melbourne, entre diciembre de 2018 y febrero del 2019.

(www.pauloszot.com).

 

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