Entre la presencia vocal y escénica de Pamina (Jaquelina Livieri) y la actuación del carismático Papageno (Gabriel Carasso) se pudo disfrutar del estreno de esta gran creación Mozartiana.
Por Sabrina Abalo.
Desde la época de su estreno, esta obra no a dejado de encantar a ninguna clase de público: la lucha por el bien y el mal, la sutileza de su música, la ambigüedad de los personajes, todo conlleva a que los terrenales no dejen de seguir su encanto en cada representación que se haga en el planeta.
La Flauta Mágica de Wolfgang A. Mozart con libreto de Emanuel Schikaneder se estrenó en los suburbios de Viena en el año 1791. El estreno fue dirigido por el propio Mozart y el rol de Papageno estuvo interpretado por el propio Schikaneder
Un estudio llamado Los misterios de Egipto, del barón Ignaz von Born, los Cuentos Orientales del poeta alemán Wieland, el Yvain, el caballero del León de Chrétien de Troyes y algunos otros escritos fueron la base para que Schikaneder, hombre de teatro y amigo de Mozart escriba el libreto de este Singspiel, obra con texto alemán en la que hay mucho diálogo alternado con música. Hubo dos escuelas principales de composición de Singpiel, la vienesa y la alemana del norte. Entre las producciones más logradas se encuentra Un rapto en el Serallo de Mozart, pero La Flauta Mágica, representa la culminación del género.
¿Porqué es la Ópera más “popular” de Mozart?
La razón se explica tal vez en la principal temática: las tres virtudes masónicas: fuerza – belleza – sabiduría. También su música con el poder de lo sublime, los extremos vocales que emplea en las alturas de la Reina y las profundidades del Sacerdote, su batalla contra el bien y el mal, salir de las sombras hacia la luz… ¿alcanzan estas razones?
Juventus Lyrica también llevó al escenario tres virtudes en completa combinación con la cifra fundamental del ritual masónico: escenografía – iluminación – vestuario (María Jaunarena y Gonza lo Córdova) una tríada que hace rato viene dejando buenos réditos, una puesta realmente escasa de recursos, pero suficientes para dar cuenta del argumento y el espíritu general de la obra. Aunque hubo momentos de exceso que restaron: la serpiente muy ruidosa, los pajaritos cantando en abundancia y algunos efectos de sonido que no aportaron más que distracción en las partes habladas e incluso en momentos protagónicos del instrumento “estrella”.
Fue una lectura literal con algunas licencias en el rol de Papageno y la orquesta que aportaron un momento más relajado aún del que demostró con gran soltura el capturador de pájaros y lo mantuvo fresco durante toda la función.
En cuanto a los roles principales, Pamina con su acaudalada voz tuvo un gran rendimiento, interpretó su rol con eficiencia dando al público seguridad auditiva en cada una de sus apariciones. Su pareja Tamino (el tenor Nazareth Aufe), de voz más bien pequeña, fue creciendo paulatinamente y tuvo una performance correcta.
La Reina de la Noche, figura muy esperada dentro del entorno conocedor, estuvo a cargo de Oriana Favaro que no alcanzó a cubrir la exigencia del rol. Tuvo un pequeño malestar de salud que la sorprendió en medio de O zittre nicht, mein lieber Sohn, luego de unos minutos, retomó nuevamente el aria con más fuerza pero sin embargo no alcanzó.
Por otra parte también se esperaba un Sarastro (Walter Schwarz) omnipotente, vestido incluso un poco más llamativo para no perderlo entre los que lo rodeaban, pero lejos de imponer su autoridad, se escuchó una voz con poca proyección, tímida y escaso de los graves que el sacerdote realmente necesita.
Completaron el elenco: Papagena (Ana Sampedro) simpática como su parte lo establece pero con algunos vibratos innecesarios para su momento donde canta a dúo con su pareja Pa Pa Pa, las Damas de la Reina (Laura Penchi, Verónica Cánaves y Rocío Arbizu) con muy pocos momentos parejos cuando cantaban simultáneamente, por el contrario las “tres niñas” lograron amalgamar perfecto. Los cantantes, en general (algunos mejor que otros) atravesaron bien la dicción alemana . El coro sonó muy prolijo.
El desempeño de la orquesta en manos del argentino Hernán Schvartzman fue muy bueno, se sorteó sin problemas la alternancia entre el canto y las partes habladas, lograron tocar con ímpetu mozartiano, la flauta y los bronces sobresalieron. Algunos desaciertos: el glockenspiel mal reproducido y la “flauta” que usa Papageno, mejor quedaría en boca del flautista de la orquesta.
Estreno: Viernes 26 de julio de 2019.-
Ficha:
La Flauta Mágica. W.A.Mozart
Teatro Avenida
Siguen funciones: domingo 28 de julio – 1º de agosto y 3 de agosto