Pablo Saraví: explorando nuevos proyectos musicales y literarios

El violinista Pablo Saraví comparte con nosotros reflexiones sobre su carrera, la importancia del recambio generacional en las orquestas y su pasión por la música de cámara.


Pablo Saraví, que se retiró recientemente como concertino adjunto de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires luego de 36 años, se prepara para un concierto junto a Lina Tur Bonet el 15 de agosto dentro del ciclo «Románticos y Revolucionarios» del Ensamble Concentus BA. Juntos, interpretarán la Sinfonía Concertante para violín y viola de Mozart .

Además, continúa explorando nuevos proyectos musicales y literarios que nos detalla en esta charla.

Por Gabriela Levite

¿Qué puedo escuchar mientras leo la entrevista? MusicaClasicaBA recomienda:

¿Qué es lo que más extrañas de tu tiempo con la Filarmónica -36 años como Concertino adjunto?¿Cómo ha sido la transición?

-Es difícil olvidar diariamente un trabajo que he hecho tanto tiempo, ya que a esos 36 años como Concertino de la Filarmónica hay que sumarles 5 años previos en esa orquesta, la mayor parte de ellos en un puesto de Solista al lado de los Concertinos, y si a eso le agregamos 6 años más de trabajo profesional en fila de primeros violines de la Orquesta Sinfónica de UNCuyo (Mendoza) antes de ingresar al Teatro Colón, puede entenderse mejor por qué decidí retirarme voluntariamente algunos años antes de la edad jubilatoria.

Son 47 años de orquesta, muy bien vividos y trabajados, intensamente y con gran amor y pasión, pero son suficientes. Como soy muy exigente conmigo mismo desde lo profesional, prefiero retirarme cuando estoy -creo yo- en un punto alto de mis habilidades y no esperar que eso decline. Además, es necesario que alguien más joven ocupe ese lugar porque en las orquestas es natural que haya recambio.

 

«Actualmente estoy muy bien, ya han pasado 8 meses desde mi retiro (con una emotiva vuelta a la OFBA en julio como invitado especial) y considero que mi decisión fue acertada» – Pablo Saraví 

-¿Qué partes de ese trabajo recordás como más desafientes?

-Tengo que aclarar que para mí tocar, aun las obras más exigentes, nunca ha sido realmente un problema, sino más bien un placer y en ocasiones un desafío “amigable”. Pero en un puesto como el de Concertino, eso es solo una tercera parte del trabajo. Otra parte del trabajo, difícil y de corte más “social”, es intentar mantener durante el año el orden y equilibrio en cada fila y entre los colegas, ya que el Concertino es la cabeza artística, incluso con autoridad sobre los demás Solistas.

A esas dos partes se suma una tercera que es, por lejos, la más complicada y agotadora, especialmente en un teatro como el Colón: me refiero a que el Concertino, aunque no debería ser así, forzosamente tiene que ocuparse de cuestiones más cercanas a lo sindical, reuniéndose con autoridades -la mayor parte de las veces inflexibles o incomprensivas, o a veces ambas cosas- para rogar por cosas muy básicas. Suele ser deprimente, injusto y desalentador.

Por esta última fase del puesto, que desgasta a cualquier persona con buenas intenciones y con las emociones que se manejan en una labor artística, y sumado a lo que dije antes (estar aun en un punto alto de mis habilidades), llegué más fácilmente a decidir dejar mi lugar en la OFBA.

Dicho todo esto, es fácil entender por qué no extraño tanto el trabajo en la orquesta, sino ciertas obras maestras del repertorio, la labor con algunos excelentes directores y, por supuesto, a algunos queridos colegas y amigos.

¿Qué aspectos de tu carrera actual disfrutas más

Actualmente estoy muy bien, ya han pasado 8 meses desde mi retiro (con una emotiva vuelta a la OFBA en julio como invitado especial) y considero que mi decisión fue acertada. Esta es una etapa que considero muy positiva y también muy fructífera. Tengo más tiempo disponible, más energía para proyectos personales y más tranquilidad en cuanto a toma de decisiones, ya que ahora decido yo mismo toda mi actividad profesional. Esta se orienta a la música de cámara tradicional, especialmente con el Cuarteto Petrus y a la Academia Bach.

El próximo 15 de agosto te presentarás en el Teatro Avenida junto al Ensamble Concentus BA. ¿Qué nos podés adelantar de esta presentación dentro del ciclo «Románticos y Revolucionarios»?

-Es un ciclo que considero sumamente interesante e importante desde lo artístico. El año pasado ya tuve mi primer encuentro con Concentus BA y Ricardo Sciammarella porque tocamos juntos el Concierto K.211 de Mozart. Fue una hermosa experiencia y valoro muchísimo el trabajo que hace Ricardo al frente de la agrupación. Concentus BA es el único conjunto en nuestro país del tamaño de una orquesta del período clásico y que toca acercándose lo más posible a los usos técnicos y expresivos del período clásico y temprano romanticismo.
Se utilizan instrumentos de cuerda con cuerdas de tripa, arcos del período clásico o tardío barroco, bronces naturales, familias de maderas con construcciones siguiendo modelos previos a las modificaciones del siglo XIX, timbales con parches de cuero, etc. No es fácil en la Argentina conseguir materiales así en esta cantidad, pero con voluntad, esfuerzo y talento se logran muy buenos resultados, como los que estamos viendo.

«Estoy muy emocionado de volver a tocar con Lina y especialmente una obra tan hermosa como la Sinfonía Concertante K.364 de Mozart, que amo. Y esta vez lo haré con la viola, un instrumento que me encanta y he tocado desde niño» – Pablo Saraví

¿Cuáles son tus expectativas para el trabajo en conjunto con Lina Tur Bonet?

Conozco a Lina desde 2017, cuando llegó a Buenos Aires para unos recitales. En aquella ocasión toqué con ella un par de dúos con los instrumentos históricos de la Colección Fernández Blanco. También la he escuchado en otros momentos, tengo varias grabaciones suyas y le tengo gran admiración. Es una artista muy completa, porque es tan eficiente en la música barroca, que toca con gran virtuosismo, calidez y autoridad, como también en la música de los períodos posteriores y violín contemporáneo. Además, es una excelente profesora, muy apreciada especialmente en España y en Alemania. Estoy muy emocionado de volver a tocar con Lina y especialmente una obra tan hermosa como la Sinfonía Concertante K.364 de Mozart, que amo. Y esta vez lo haré con la viola, un instrumento que me encanta y he tocado desde niño.

Las Máscaras de Don Juan: Un Viaje Musical de Ensamble Concentus BA


Ensamble Concentus BA

Director: Ricardo Sciammarella

Fecha y lugar: 15 de Agosto, 2024. 20.00hs 
Teatro Avenida, Avenida de Mayo 1222, CABA.
Entradas: Ticketek



Como experto en violines y autor de varios libros sobre luthería, ¿cómo ha influido su conocimiento en luthería en su interpretación musical?

El conocer a fondo la “herramienta de trabajo”, en el caso de los músicos, sus instrumentos, abre varias puertas, a veces insospechadas. A mí me ha servido para seleccionar mejor mis instrumentos, a veces vislumbrando sus potenciales acústicos porque he estudiado a fondo el tema de la construcción.

También, por mi amor por la historia, tengo el privilegio de disfrutar de instrumentos antiguos de los que conozco algo de la vida y vicisitudes de su constructor, la ciudad en que vivió y su historia en ese período, los lugares de procedencia de las maderas, a veces los nombres de los anteriores propietarios del instrumento y sus historias personales y artísticas, etc. Eso, por supuesto, el público no lo puede apreciar como yo. Sin embargo, la emoción que siento al utilizar esos instrumentos, tal vez se refleje en mi modo de tocarlos y esa sensación, de algún modo misterioso, puede llegar a ser percibida por quienes escuchan. Al menos, es mi fantasía.

Además de tu participación en la Academia Bach de Buenos Aires y el Cuarteto Petrus, ¿qué otros proyectos tienes en mente para el futuro cercano?

El Cuarteto Petrus tiene, además de conciertos, un proyecto de grabaciones de obras poco difundidas. Por su parte, la Academia Bach, tras la muerte del Maestro Videla, su fundador, el año pasado, está en vías de reorganización y ya en agosto, octubre y diciembre tenemos conciertos, pero la novedad es que haremos práctica instrumental más orientada a las tendencias actuales de la práctica barroca.

Desde muy temprana edad me ha cautivado la música del período barroco, con instrumentos y arcos según las prácticas más fieles -históricamente- a aquel período. Así que estoy participando en proyectos relacionados con eso (lo que mencioné de Academia Bach, por ejemplo) y generando otros nuevos, como un recital en el Museo Fernández Blanco el 11 de septiembre junto a Federico Ciancio en clave. También estoy escribiendo un libro con un contenido que estimo interesante para los músicos de la familia del violín, y abarca varios temas, desde los históricos y los musicales hasta los del mundo de la luthería, el coleccionismo, el peritaje, etc.

Ciertamente, uno de los problemas que he enfrentado desde hace años no es la falta de proyectos o de entusiasmo, sino la falta de tiempo para concretarlos como quiero (siempre son muchos). Ahora que no tengo la OFBA, estoy más cerca de concretar algunos. Pero obviamente siempre es necesario el equilibrio para ser realista y establecer un orden de trabajo y posibilidades reales. Poco a poco… o como diría Miguel Puebla, mi primer profesor de violín: “trabajando sin prisa pero sin pausa”.

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