Luego de un largo período de inactividad sobre los escenarios, la Orquesta Sinfónica Nacional volvió al CCK, en una formación de cuerdas y con Carlos Vieu como director invitado.
Orquesta Sinfónica Nacional. Música de Gerardo Gardelín, Wolfgang Amadeus Mozart, Edward Elgar y Ástor Piazzolla. Intérpretes: Orquesta Sinfónica Nacional. Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner, Miércoles 13/10/21 – 20hs.
Por Leila M. Recchi.
La Pandemia condicionó todos los ámbitos, y la música no fue excepción. Dieciocho meses pasaron para que el Miércoles 13 de Octubre la Orquesta Sinfónica Nacional en formación de cuerdas y Carlos Vieu (director invitado) salieran a escena ante un Auditorio Nacional completo, ya sin aforo reducido. El evento contó de tres obras y un bis, conviviendo música clásica centroeuropea, romanticismo inglés y sonidos contemporáneos argentinos.
El estreno “Metamorfoseando” de Gerardo Gardelín marcó el inicio. Se trata de una obra que mezcla lo sinfónico y ritmos urbanos símil Tango, con un comienzo bello y delicado hasta contrastar colores, matices, caracteres y pasajes de dulzura, nostalgia, drama y miedo. Es una “catarsis de la pandemia”.
Siguió “Divertimento en Re Mayor K.136” de Wolfgang Amadeus Mozart. Aquí la Sinfónica y Vieu lograron un inmejorable manejo de las melodías cantábiles, matices y el traspaso de motivos durante los tres movimientos (Allegro, Andante y Presto), con una clara actitud corporal e interpretativa.
“Serenata para cuerdas en mi menor, op. 20” de Edward Elgar, de esencia romántica, sirvió para nivelar post clasicismo mozartiano. Debe destacarse aquí también la interpretación de la orquesta, con mención al concertino Luis Roggero, y sobre todo para la dirección, quienes en cada movimientos (Allegro Piacevole, Larghetto y Allegretto) lograron amalgamar y reforzar colores, pianos y fortes, y cierta sensación de suspensión hasta resolver sutilmente.
Fuera de programa, llega Ástor Piazzolla en su centenario con “La Muerte del Ángel” para cerrar el concierto, con carácter y efectos concretos desde el inicio, matices y melodía de amplio espectro, culminando en ovación de pie por parte del público.
El Centro Cultural Kirchner brinda espectáculos de primer nivel que rompen barreras entre artistas y espectadores. Vieu se desempeñó con altura, en coreografía perfecta con los instrumentistas. Agradable con la audiencia, incluso bromeó al tropezar en final del segundo número (“Después de un año y medio había olvidado el escalón”). La Orquesta, a pesar de contar sólo con el 60% de sus integrantes (por protocolo), mostró la calidad esperada y dedicó el concierto a Myriam Santucci, violonchelista fallecida en 2020.
El tiempo pareciera haber pasado muy rápido y la jornada llegó a su fin. Pero, sin lugar a dudas, las expectativas fueron cumplidas y el regreso de la Orquesta Sinfónica Nacional mereció todos los aplausos.
