Mujeres al frente: un concierto de belleza, matices y reivindicación.

La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires brindó su tercer concierto del 2022 con Natália Larangeira como directora. El programa lo conformaron obras de Claudia Montero, Irma Urteaga y Amy Beach.

Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Música de Claudia Montero, Irma Urteaga y Amy Beach. Intérpretes: Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Joaquín Pérez. Sala principal del Teatro Colón, Viernes 25/03/22 – 20hs.

Por Leila M. Recchi

Marzo es el mes de la mujer, y el 3er concierto de temporada de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el Teatro Colón sirvió como referencia a ello. Con un programa de compositoras correctamente seleccionado y ordenado, la batuta la llevó Natália Larangeira (desde 2020 Directora Asistente de la OFBA).

La jornada comenzó con Preludio Sinfónico (2019) de Claudia Montero (1961-2021), de cierto espíritu cinematográfico en su sonoridad, que alterna usos sinfónicos contemporáneos o hasta pop con fragmentos melódicos afines al romanticismo. De ajustada presencia en las cuerdas y apariciones logradas de la percusión, esta composición (que hace referencia a la persecución y fusilamiento de Camila O’Gorman) gira en una constante sensación in crescendo que la orquesta logró transmitir.

En el Concierto para Marimba (1995) de Irma Urteaga (1929-2022) se destacó la expresividad de Larangeira, y sobre todo se lució Joaquín Pérez en marimba, quien entró preciso ya en el primer movimiento Maestoso. En Misterioso, se marcó más aún su personalidad, al igual que la del resto de la percusión, mezclando así con la orquesta sonoridades de nerviosismo y calma. En Liberamente Espressivo, tercer y último movimiento, se impuso la labor de vientos madera, mientras que metales se sintieron menos precisos en comparación. Percusión y cuerdas volvieron a complementarse, para llegar a un final oscuro pero perfectamente logrado, de tinte algo vanguardista.

Post entreacto llegó Sinfonía en Mi menor Op. 32 “Gaélica”, de Amy Beach (1867-1944), cuyo inicio Allegro con Fuoco demostró carácter y matices precisos, además de una corporalidad segura y amplia en la dirección. Los vientos en su totalidad y cuerdas funcionaron en gran sintonía. En Alla Siciliana – Allegro vivace – Andante el espíritu cambia a una impronta rítmica, para luego en el Lento con molto espressione presentar pasajes más dulces. Mención especial aquí para el concertino Xavier Inchausti. El movimiento final, Allegro di molto, definió su personalidad desde el inicio, con marcattos, crescendos y decrescendos. La presencia de todos los intérpretes y la directora se afianzó más que nunca y el público cerró la velada con un gran aplauso.

Es especialmente destacable de esta noche la selección de repertorio y su orden, ya que no es habitual aún asistir a eventos con una totalidad de obras de compositoras mujeres, y menos aún que incluya latinas. En este caso, además, el concierto sirvió de homenaje a Montero y Urteaga, fallecidas recientemente, revalorizando así su legado para la música argentina. Respecto a Beach, es también acertada su selección, pues posee ciertos elementos que remiten a raíces ancestrales norteamericanas, provenientes de la música irlandesa y los pueblos nativos y afroamericanos.

Sin duda, fue una noche de alto nivel en materia musical e interpretativa, reivindicando a aquellas mujeres que también hicieron la historia.

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