La noche inaugural del abono 2024 del Mozarteum se destacó por los aciertos. De la mano de la directora brasileña Simone Menezes, la Orquesta de Cámara de Viena logró generar un clima de íntima grandiosidad en la sala Principal del Teatro Colón.
Por David Lifschitz / Ph. L. Morsia
El programa, íntegramente dedicado a Mozart, se inició con la “Eine kleine Nachtmusik” K.525. La agrupación austríaca, interpretó la célebre pieza con melodiosa ligereza sin restarle sensibilidad.
Luego fue el turno del Concierto N° 9 en Mi Bemol K. 271 con el solista Stefan Stroissnig. Con una ejecución más que perfecta, el pianista dio cátedra sobre cómo se puede alcanzar un nivel de ejecución minucioso y delicado pero a la vez contundente. La conexión sonora con el ensamble pudo apreciarse especialmente en el 2° Movimiento (Andantino) durante el cual se vivieron momentos de profunda comunión. A pedido del público, volvió al escenario para ofrecer, a modo de bis, el Impromptu N° 3 Op. 90 de Schubert.
El programa se completó con la Sinfonía N.º 29 en La mayor, K. 201 y una ejecución que fue fiel exponente de las aspiraciones de Menezes por recuperar la “alegría, energía, gracia y emoción” del compositor de Salzburgo.
A la hora de los bises, la orquesta ofreció Voces de primavera y Tritsch-Tratsch Polka de Johann Strauss II.
PROGRAMA
Wolfgang Mozart
Serenata N.º 13 en Sol mayor, K. 525 “Eine kleine Nachtmusik”.
Concierto para piano N.º 9 en Mi bemol mayor, K. 271 “Jenamy”.
Sinfonía N.º 29 en La mayor, K. 201.
Piano: STEFAN STROISSNIG
Dirección: Simone Menezes
LUNES, 20 DE MAYO. TEATRO COLÓN, SALA PRINCIPAL.