-¿Sienten que este concierto contribuirá a promover la diversidad musical y el intercambio cultural en la escena local?

–Daniel: Absolutamente creo que contribuirá, o al menos eso es lo que esperamos. Pianorama Argentino entiende la idea de que la música es una sola. No es un eslogan, sino que verdaderamente se puede apreciar que, si la música tiene una raíz bien compuesta en estos maravillosos compositores, el desarrollo y la unión que uno puede hacer de eso es muy importante. No nos interesa solamente traer algo diferente, sino presentar una propuesta que implique un desafío y desarrollo, no solo para todos los músicos que vamos a participar sino también para el público.

–Manuel: Justamente ése es uno de los principales objetivos de esta propuesta. Demostrar que ciertos géneros musicales que hasta no hace mucho se los tenía como una suerte de “relación antagónica”, en realidad tienen muchos más puntos en común de lo que puede creerse.

De hecho, el músico de jazz en cierta manera revaloriza a la figura de los músicos y compositores clásicos (no estoy comparándolos, sólo me refiero al enfoque), que eran en realidad geniales improvisadores que plasmaban sus creaciones y visiones musicales en las partituras. Ninguno de esos grandes genios tocaba lo mismo dos veces: es hasta ridículo considerarlo, dada la capacidad ilimitada de sus talentos.

A modo de ejemplo pensemos en un escritor: supongamos que al terminar una novela al día siguiente comienza otra con el mismo planteo inicial, incluso con los mismos personajes. ¿La segunda novela será exactamente igual a la primera? Imposible: el arte y la creación no funcionan así. En prácticamente todos los textos de los siglos XVII al XIX que se conocen sobre formación técnica e instrumental se incluyen referencias a la improvisación como parte de la formación integral de todo músico.

-¿Qué lugar ocupa la improvisación para los músicos con formación clásica?

–Daniel: Nosotros los músicos clásicos, a todo ese concepto de la improvisación y del desarrollo de una composición que los músicos populares tienen, creo que lo hemos perdido mucho, aunque justamente el origen de la música clásica también venga de la improvisación. De hecho, yo voy a tocar temas con variaciones, y las variaciones son improvisaciones absolutas sobre un tema. También estaban las cadencias de concierto que los compositores improvisaban, o algunos casos de repeticiones donde el tema principal no era siempre igual.

–Manuel: El problema es que la improvisación como parte integral de la formación musical comenzó a desaparecer entre fines del siglo XIX y principios del XX, incluso en algún sentido por razones lógicas. Y pocos años después aparece el jazz, que nos devuelve la incomparable oportunidad de estar presentes durante un hecho creativo musical que se da por primera y única vez.

–Daniel: Los músicos de jazz con la música improvisada tienen estructuras trabajadas y pasadas a sus cabezas, hay mucho de transmisión oral, y no tanto de transmisión escrita como tenemos los músicos clásicos que interpretamos lo que está escrito. Me enriquece mucho el trabajo con Manuel porque aprendí, a la manera que yo puedo hacerlo, a improvisar y seguirlo a él también. Creo que eso es lo que le gusta al público y esperemos que lo vean en este concierto.