Muchísimos artistas, incluidos Sir Simon Rattle, Sir Mark Elder, Sir Antonio Pappano, Vladimir Jurowski, Leonidas Kavakos, Nicola Benedetti, Patricia Kopatchinskaja, Ian Bostridge y Leif Ove Andsnes, han firmado una carta abierta en change.org llamando a ‘detener la guerra contra Ucrania y detener el boicot general contra los artistas rusos y bielorrusos’.
La medida sigue a los llamados de algunos sectores en las últimas semanas para que los artistas y la música rusos sean prohibidos en los escenarios de conciertos de todo el mundo a raíz de la acción militar rusa en Ucrania.
Parte de la carta dice:
“La guerra inconcebible que el régimen de Putin ha desatado contra Ucrania, donde los tanques y misiles rusos apuntan a civiles inocentes, no puede justificarse de ninguna manera. Bombardear y atacar bienes de carácter civil, como hospitales, escuelas, teatros, universidades, bibliotecas o iglesias, son crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y deben ser condenados inequívocamente y sin excepción. Muchos de nuestros colegas, compañeros artistas, músicos y compositores en Ucrania están siendo privados por la guerra de la capacidad de practicar libremente su arte…
Sin embargo, no todos los rusos y bielorrusos, y ciertamente no todas las figuras culturales de estas dos naciones, apoyan esta terrible invasión. Por lo tanto, nos parece injusto condenar a rusos o bielorrusos por las acciones del dictador y sus seguidores sin ninguna evidencia directa de su connivencia. Como ha ocurrido recientemente, es imposible excluir a un artista de una actuación en función de su nacionalidad y al mismo tiempo evitar perjudicar personalmente a ese artista en particular. La nacionalidad no debería importar, nadie debería tener que justificar su origen o nacionalidad.
No todo el mundo se siente capaz de hacer una declaración clara contra el régimen de Putin porque tal declaración puede dañar sustancialmente a la persona misma o a sus seres queridos, amigos o compañeros de trabajo en Rusia o Bielorrusia, muchos de los cuales se sienten actualmente como rehenes en sus propios países».
En las últimas semanas, varios artistas rusos han sido declarados persona non grata por compañías occidentales. Anna Netrebko y Valery Gergiev se han visto obligados a retirarse de la sala de conciertos tras negarse a condenar al régimen ruso, y el pianista Boris Berezovsky ha sido expulsado por su agente .
Además, dos importantes concursos de piano, el Concurso Internacional de Piano de Honens en Canadá y el Concurso Internacional de Piano de Dublín, han anunciado que no estarán abiertos a pianistas rusos este año.
Y la Filarmónica de Cardiff eliminó a Tchaikovsky de su programa, entre otros tantos ejemplos de lo que viene sucediendo a nivel cultural.
Por Charlotte Smith, editora de la revista BBC Music.
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