La Bella Música celebra sus 20 años con un gran concierto que se llevará a cabo el 7 de noviembre en el Teatro Avenida. En esta ocasión, hablamos con su creadora y directora, la Maestra Patricia Pouchulu, quien nos comparte la historia de esta emblemática asociación cultural y nos adelanta lo que será este evento, donde se presentarán algunos de los intérpretes más destacados que han formado parte de estas dos décadas de excelencia musical. No te pierdas la oportunidad de ser parte de esta celebración. Entradas a la venta desde $13,900 a través de Ticketek: Comprá tus entradas aquí.
Por Virginia Chacon Dorr
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Fundada en 2004 por la Maestra Patricia Pouchulu, La Bella Música se ha consolidado como una referencia esencial en el panorama musical argentino. Pouchulu, como impulsora de esta asociación, ha desempeñado un papel fundamental en la creación, organización y coordinación de espacios y eventos que fomentan la actuación de intérpretes argentinos tanto en el país como en el exterior, al tiempo que difunden las grandes obras del repertorio universal. A lo largo de sus dos décadas de trayectoria, La Bella Música ha mantenido una activa dinámica de presentaciones en diversos contextos, contribuyendo, de la mano de Pouchulu, a la visibilización de la conducción orquestal femenina y al impulso del talento de jóvenes virtuosos comprometidos con la música.
Felicitaciones por estos 20 años de La Bella Música. ¿Qué recuerdos tenés del germen de este proyecto? ¿Qué inspiraciones iniciales marcaron su inicio?
¡Muchas gracias! Definamos qué es La Bella Música. Es una asociación civil argentina, sin fines de lucro, que se desempeña en el ámbito cultural y artístico, creada y presidida por mí. El inicio de sus actividades se remonta a 1999, y su formalización data de 2004. Por lo tanto, este proyecto nace unos años antes del 2004.
La realidad era que no había asociaciones ni fundaciones que en ese momento se dedicaran a promover la música instrumental de cámara y sinfónica. Ni hablar de que apoyaran o visibilizaran la dirección de mujeres en el podio, ni que estimularan a los brillantes artistas jóvenes a establecer un vínculo con el público.
Gran cantidad de artistas, entre ellos muchos colegas del Conservatorio Nacional de Música, entre ellos pianistas, flautistas, tríos, cuartetos, no encontraban lugar para mostrar sus cualidades. Yo escuchaba atentamente sus necesidades y evalué la necesidad de ir a la búsqueda de lugares alternativos de calidad y salir de los círculos tradicionales y saturados.
Mi primer puerto fue el Club Hípico Argentino. La propuesta, aceptada por la Comisión Directiva, consistió en abrir un polo cultural musical abierto, con acceso libre, gratuito y además solidario, con conciertos mensuales y con continuidad en el tiempo. Nunca me interesaron los eventos únicos. Allí comenzó mi historia como creadora de Ciclos.
Ese primer ciclo se llamó Conciertos en el Hípico. Se realizaron 10 temporadas, y representó para mí un punto invalorable para conocer de cerca a los músicos y cantantes, saber quién es quién dentro la música, seleccionar artistas de todo el país, gestionar sus viajes, curar la programación, administrar los tiempos con antelación de un año y recibir al público en cada concierto. Porque pienso que es clave que quien cree y organice debe estar presente en cada concierto, presentar a los músicos, hablar del programa y establecer un contacto humano y cálido con los espectadores.
A lo largo de estas dos décadas, ¿hay algún concierto o evento en particular que evoques con especial aprecio en la historia de La Bella Música?
¡Realizamos más de 800 conciertos! Es muy difícil elegir uno solo. Recordemos antes que nada que nuestro segundo Ciclo fue el de los Conciertos en el Museo Nacional de Buenos Aires, que tenían una programación semanal. Es decir que en cada mes se cuatriplicaba mi trabajo, siempre ad-honorem. Se trataba de conciertos gratuitos abiertos al público, que tenían lugar en el Auditorio del MNBA. Hoy día ese increíble lugar que funcionaba en el primer piso con 350 butacas forradas en cuero, en el cual se realizaban master class, encuentros de cine y plástica, clases y los conciertos, ya no existe más.
En este Auditorio realicé los conciertos semanales desde 2003 hasta 2008. Imaginate cuántos conciertos organicé. Pasaron los mejores artistas de la Argentina, y del mundo. Recuerdo muy especialmente la presentación del Quinteto Filarmónico que se acababa de formar. Lo anuncié a los medios y se hicieron presentes cámaras de cuatro canales, ¡en vivo! En este ciclo yo me instalaba en la puerta del Auditorio y saludaba uno a uno a cada espectador. Repito: el contacto es fundamental.
El tercer Ciclo creado fue el de las Soirées musicales del Sofitel Buenos Aires Arroyo. Un lugar distinguido y elegante que sirvió de exquisito marco para conciertos inolvidables. Con presentaciones de los más renombrados grupos de cámara argentinos y extranjeros.
Aquí recuerdo con mucho cariño a un muy jovencito Xavier Inchausti que realizó la proeza de ejecutar Los 24 Caprichos de Niccolò Paganini frente un público selecto y conocedor que no podía creer la perfección y la expresividad de ese adolescente genial. Tuve que agregar otra función. Las Soirées se realizaron desde 2003, año en que fue inaugurado el hotel, hasta 2016, cuando cerró sus puertas.
El cuarto Ciclo de música de cámara creado fue el de las Sesiones Musicales en el Congreso Nacional, y el quinto fue Armonías, realizado en el Brick Hotel con continuidad en el Auditorio de la Embajada de Brasil.
Mención aparte merece la actividad que le dio a la Asociación La Bella Música su identidad especial y única; la de crear un Ciclo de conciertos sinfónicos y también sinfónico corales elegidos, producidos, coordinados y organizados por la Asociación, de manera anual. Desde 2003 hasta la fecha.
Siempre significó un gran esfuerzo y un enorme desafío. Pero años de experiencia y entrega, unidos a una perseverancia sin límites y a la creatividad dieron lugar a la realización de grandes producciones.
La Asociación recibió el auspicio de la Embajada de Francia y la Medalla de Honor de la Association Hector Berlioz de Francia, por su contribución cultural al realizar por primera vez, integralmente con artistas argentinos, la Trilogía Sagrada L’ Enfance du Christ. La Medalla me fue entregada en la tercera función en el Teatro Coliseo de manos del Embajador de Francia.
La programación de La Bella Música fue incluida entre “Lo Mejor de 2011” (críticos del diario La Nación) y la asociación ha sido distinguida en 2004, 2005, 2010 y 2015 como Hecho Positivo de Mayor Trascendencia Cultural por la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina.
En 2015 recibió de la ACMA el Premio Estímulo por promover la música de cámara y ese mismo año fue galardonada en el Teatro Nacional Cervantes con el Premio María Guerrero en reconocimiento a su actividad en la cultura y las artes. Recordar nuestra historia me produce una profunda y gran emoción. ¡Y felicidad!
Durante nuestro Ciclo de conciertos sinfónicos y corales, La Bella Música produjo y presentó la Obertura y la Música Incidental completa de Sueño de una noche de Verano, la Obertura Las Hébridas, el Oratorio Elías, y Primera Noche de Walpurgis de Mendelssohn; la Fantasía Coral, Quinta, Sexta, Séptima y Novena Sinfonías de Beethoven; La Quinta Sinfonía de Schubert; el oratorio La Creación, la Missa in Tempore Belli, las Siete últimas palabras de Cristo y la Sinfonía Londres de Haydn; Stabat Mater de Rossini; La Misa en si m de Bach; El Lamento della Ninfa de Monteverdi; el Concierto para Arpa y Flauta, Regina Coeli, Exultate Jubilate, el Requiem y la Sinfonía 39, 40 y 41 “Júpiter”, de Mozart; las Cuatro Estaciones, La Stravaganza, el Concierto para dos cellos, el Concierto para dos trompetas de Vivaldi; el Concierto para Oboe de Marcello;, el Vals de las Flores del Cascanueces, el Concierto para Violín y orquesta y la Quinta Sinfonía de Tchaicovsky entre otras obras.
«Un programa bien hecho es un camino hacia la comprensión de las obras desde el corazón.» – Patricia Pouchulu
Este concierto aniversario reúne a grandes músicos y solistas. ¿Podrías contarnos sobre el proceso de selección de estos artistas y cómo fue darles un lugar en esta celebración?
Los músicos elegidos son músicos que he convocado a lo largo de estos 20 años. Es un reconocimiento hacia su excelente labor en nuestra Asociación. Nuestra orquesta tiene casi 80 músicos y provienen de los más altos atriles de la Orquesta Sinfónica Nacional, de la Filarmónica de Buenos Aires, de la Orquesta Estable del Colón y de la Orquesta Estable del Teatro Argentino de la Plata.
En cuanto a los solistas de Vivaldi para el concierto del 7 de noviembre, se trata de cuatro grandes violinistas: Daniel Robuschi (Concertino de la Orquesta de La Bella Musica) Demir Lulja, Serdar Geldymuradov. y Pablo Saraví.
El repertorio seleccionado es amplio y con compositores notables. ¿Cómo fue la elección de las obras para esta ocasión especial?
Cuando pienso en un programa y elaboro sus líneas generales tengo en cuenta en primer lugar la motivación y los destinatarios. Es claro que en este caso puntual se trata de una celebración, de una fiesta generosa y feliz. Es un momento para que podamos compartir todos, especialistas o primeros oyentes (habrá mucha juventud). Por lo tanto mi elección recayó en obras de primera magnitud que serán interpretadas con excelencia y que de una u otra manera son conocidas, ya sea porque el gran público recuerda los cuatro primeros compases de cada una, o bien porque escuchó hablar de ellas.
No sería raro que sea “la primera vez” que parte del público que nos acompañará en este mágico encuentro descubra un universo que no tiene idea que existe. Ese descubrimiento es fundamental para mí. No puedo defraudarlos haciéndoles escuchar obras complejas, que resultan difíciles aún para entendidos. Debo conducirlos de una manera amigable hacia el final de la celebración. Un programa bien hecho es un camino hacia la comprensión de las obras desde el corazón.
Por este motivo comienzo con Vivaldi y sus cuatro Estaciones, seguidas de La Stravaganza. De la bella visión barroca de la naturaleza con sus pájaros y sus vientos y del carnaval de Venecia pasamos al periodo clásico de Mozart. La perfección de la forma de la Pequeña Música Nocturna parece ordenar el mundo y la genialidad de Mozart con sus melodías más amplias, armonías cambiantes nos describen un tiempo nuevo.
Se me ocurrió que desde allí, el camino debía llevarnos a los valses del siglo XIX. ¿Quién no reconoce al «Bello Danubio Azul», «El vals de las Flores»? Pero, ¿han gozado escuchando esas obras en vivo? Y de esas obras que invitan al baile y al movimiento pasamos a la orquesta moderna del Gran Bolero de Ravel. Allí, los espectadores tendrán frente a sus ojos a una orquesta completa que resonará en su propio cuerpo. Será un momento memorable. La celebración llegará a su fin con el brindis de La Traviata, que será cantado por la soprano Marina Silva y el tenor Duilio Smiriglia junto a esa gran orquesta. Entonces, llegará un bis inolvidable que permanecerá en secreto hasta ese momento.
Por último, pensando en el futuro, ¿qué planes le esperan a La Bella Música?
Ya tengo dos proyectos para 2025. En primer lugar un Concierto centrado en el Impresionismo francés, que incluirá los Nocturnos de Debussy y La suite de Pelléas et Mélisande de Fauré, Resultó elegido por Mecenazgo y está auspiciado por la Embajada de Francia.
En segundo lugar, en base a mi idea e historia, realizaremos la continuación del Vivaldi Fest con la participación de El Dogo de Venecia, Antonio Vivaldi, la Directora y muchos invitados. Este capítulo II se llamará Cumbre en Venecia.
Sobre el concierto
La Bella Música festeja sus 20 años con los grandes genios de la música universal
Fecha: 7 de noviembre a las 20:30 horas
Lugar: Teatro Avenida, Av. de Mayo 1222, Buenos Aires, Argentina
Entradas: Desde $13,900 a través de Ticketek. Compra tus entradas aquí
Promoción: 2 x 1
Programa:
Las cuatro estaciones (Antonio Vivaldi – 1678-1741)
Primavera – Violín solista: Sedar Lulja
Verano – Violín solista: Daniel Robuschi
Otoño – Violín solista: Serdar Geldymuradov
Invierno – Violín solista: Pablo Saraví
La Stravaganza (Antonio Vivaldi – 1678-1741)
Violín solista: Pablo Saraví
Pequeña música nocturna (Wolfgang Mozart – 1756-1791)
Vals el bello Danubio azul (Johann Strauss II – 1825-1899)
Vals de las flores (Piotr Ilich Tchaikovsky – 1840-1893)
Bolero (Maurice Ravel – 1875-1937)