Lago de los cisnes: el placer de saberse nativa

26 de abril de 2023
Críticas

Núñez y Kim – Lago de los cisnes – M. Parpagnoli – Teatro Colón

Lago de los Cisnes, uno de los ballets más aclamados de todos los tiempos, contó con la presencia de Marianela Núñez, la cautivante bailarina argentina, primera figura del Royal Ballet de Londres.

Por Luz Lassalle/Carolina Lázzaro

Con excelente despliegue escenográfico, se llevó a cabo este emblemático ballet en un ciclo de diez funciones con entradas agotadas. Dada alta la demanda, se sumó una función más al programa.

La escena II del primer acto quedó grabada en el corazón de los espectadores. Podemos entender la ovación interminable del público en el momento de la entrada del Cisne Blanco que, con un enorme grand jeté, deja a Odette suspendida en el aire, interpretada nada menos que Marianela Núñez. La bailarina argentina recibió merecidos aplausos, y su extraordinario partenaire Kimin Kim, originario de Seúl y actual bailarín principal del Teatro Mariinski, supo ganarse al público con su impecable técnica a lo largo de toda la función.

Ella es el cisne argentino y se sabe propia de esta tierra; supo percibir el cariño de la gente. Se podía apreciar su pasión, dejándolo todo sobre la escena, dotada de una técnica espectacular que logra trascender la coreografía para poder sumergirse en la música de Tchaikovsky y seducir con la interpretación. Se destacó especialmente en su rol del cisne negro.

Su partenaire Kimin Kim la acompañó a la perfección: se fusionaron, se hicieron uno, se entrelazaron en un sinfín de movimientos, giros, equilibrios y levantadas. Las variaciones masculinas estuvieron a la altura del acontecimiento. El notable bailarín principal del Mariinski tiene en sus saltos un vuelo particular que despliega con inagotable potencia y profunda suavidad. Es esa melange perfecta entre el ser etéreo, pero a la vez preciso y seguro.

Ella es el cisne argentino y se sabe propia de esta tierra; supo percibir el cariño de la gente.

Lassalle / Lázzaro Tuit

Si bien el primer acto hay preponderancia en la pantomima, hay que destacar la divertida interpretación de Emanuel Abruzzo en el rol de Bufón de la Corte, que desplegó una gran cantidad de giros, saltos, muecas y despertó más de una de risa entre el público.

Con arreglos coreográficos del Maestro Mario Galizzi, el cuerpo de baile cumplió con lo necesario para llevar adelante esta noche magnifica; el infaltable pas de quatre tan exacto como contundente y la belleza de los inagotables cisnes, todos idénticos entre ellos, hacen de la escena una imagen hipnótica e infinita.