
Por Margarita Pollini
Dirigido por Guadalupe Lazábal, el Coro del Consulado Argentino en Bonn protagonizó uno de los principales festejos musicales en el extranjero por los 200 años de la Independencia argentina.
En el marco imponente de la Catedral de Colonia, uno de los monumentos arquitectónicos y culturales más importantes de Europa, la Misa Criolla de Ariel Ramírez se escuchó el sábado 9 de julio pasado, como parte de los festejos por el Bicentenario de la Independencia argentina. Allí, junto al relicario de los Reyes Magos, y bajo la dirección de Guadalupe Larzábal, el Coro del Consulado Argentino en Bonn, el barítono Aris Argiris y los instrumentistas Oscar Casco (guitarra), Gílmar Ramírez (charango y zapoña), Mario Reynoso (guitarra y charango) y Rody Cáceres (bombo). Como prólogo musical, y en homenaje a ambas naciones, se escuchó el “Aria” de la suite para orquesta número 3 de Bach y “Adiós Nonino” de Piazzolla, por el Ensemble Tría.
Larzábal, cantante lírica y directora argentina radicada en Alemania desde hace más de una década, relata el trasfondo de esta celebración musical: “Dirigir esta obra y en la Catedral de Colonia fue, además de emocionante, un hito en lo personal y un desafío en lo profesional. Con un coro joven, de no más de un año y medio de antigüedad, y con integrantes no profesionales, interpretamos la Misa Criolla con calidad musical, matices y con el orgullo que caracteriza a quienes estando lejos de su tierra representan a su país a través de la música. Evidentemente fue una experiencia inolvidable, además del hecho de ser parte de la celebración del Bicentenario de nuestra independencia”.
Por su parte, la Cónsul Argentina en Bonn, Magdalena von Beckh Widmanstetter, subrayó que “una celebración de este tipo es también un factor aglutinante para la comunidad argentina residente: miles de conciudadanos que viven en la región se sienten partícipes, aunque lejanos, de este proceso importante. Esta comunidad argentina que ha establecido raíces en Alemania comparte con nosotros la emoción de pertenecer también a la República Argentina en una perfecta simbiosis de integración. Recientemente hemos logrado incentivar un proceso de formación de un centro de argentinos de la Región del Rin, que aún está en su fase embrionaria pero que se interesa mucho por mantener las tradiciones argentinas en esta, su segunda patria. La comunidad argentina participa plenamente de este evento que le permite conservar su herencia aun estando plenamente integrada en la vida del país en el que se encuentra”.
Dos monjas alemanas, en la inspiración de Ramírez
Obra de fama mundial, la Misa Criolla de Ramírez está vinculada desde su génesis con Alemania. Al respecto, Larzábal destaca: “Lo interesante de esta obra, además de su belleza musical, es la inspiración de Ramírez para escribirla. Allá por los años cincuenta, siendo él un músico desconocido y viviendo en el sur de Alemania, conoció a dos religiosas, ambas de apellido Brückner. Ellas le contaron la historia de un caserón ubicado frente al convento donde vivían y que había sido sede de un campo de concentración de la Alemania nazi. En ese entonces, y a escondidas, las religiosas llevaban comida a los prisioneros para que su yugo y sufrimiento fuera menor. Con este escenario triste pero inspirador, Ramírez decidió unos años más tarde, en los 60, componer la Misa Criolla, en nombre del honor, la dignidad, la libertad y el valor“.
Por Margarita Pollini