La canción de la tierra, excelente versión en el Municipal de Santiago

La canción de la tierra-Festival Portillo

PH: Felipe Elgueta

La canción de la tierra es una de las últimas obras compuestas por Gustav Mahler; se trata de una inmensa creación para dos voces solistas y una gran orquesta sinfónica, escrita sobre un texto de Hans Bethge, basado en unos antiguos poemas chinos. Según cuenta el mito, Mahler era renuente a numerarla cómo sinfonía debido al temor supersticioso del compositor respecto a la «maldición de la novena» (muchos compositores no alcanzaron a escribir una 10°, entre ellos, Beethoven).

El compositor vienés comenzó a escribir esta obra en el año 1907, poco tiempo después de la muerte de su segunda hija, María, luego de perder su puesto en la Ópera de Viena y de que se le diagnosticara una afección cardíaca. Sin embargo nunca llegó a escucharla en vida, ya que murió pocos años después debido a una infección. 

La obra es una celebración de los placeres de la vida: el vino, el amor, la amistad, pero también, como toda su música, se trata de una búsqueda filosófica de las respuestas a algunas de las grandes preguntas de la humanidad: ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Por qué existen la pena y el dolor? Y, sobre todo; ¿Qué ocurre después de la muerte?

 

Reseña lunes 23/01/2023 – Municipal de Santiago de Chile.

La noche del lunes, en el precioso Teatro Municipal de Santiago de Chile, la Orquesta del Festival Academia Internacional de Música Portillo, junto al tenor Javier Weibel y el barítono Patricio Sabaté, bajo la batuta de la maestra Alejandra Urrutia, brindaron una excelente versión de esta monumental obra de Mahler.

El concierto comenzó con la lectura de unas palabras escritas por el poeta y premio nacional chileno 2020, Elicura Chihuailaf. El poema, de carácter hondo y sentido, habla del contacto y respeto por la naturaleza y el delicado equilibrio de la vida en la tierra, del cual formamos parte y al que le debemos un profundo agradecimiento y respeto. El texto sirvió a modo de introducción del mundo mahleriano en el cual nos sumerge su Canción de la tierra.

La orquesta está integrada por jóvenes músicos de diferentes países de latinoamérica (Chile, Argentina, Venezuela, Colombia, México y Uruguay) quienes realizaron este concierto como culminación de un intenso trabajo de 10 días de preparación, en los que además, tomaron clases con grandes maestros, brindaron conciertos de cámara y solistas, y participaron de charlas y seminarios relacionados con la obra de Gustav Mahler.

El trabajo de coordinación y ensamble llevado a cabo por la maestra chilena Alejandra Urrutia -primera mujer en ser designada directora de la Orquesta Municipal de Santiago, y que, entre otros organismos, dirigió a la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe, Argentina, durante tres años- fue realmente de primerísimo nivel, sobre todo teniendo en cuenta las particularidades de la orquesta y el poquísimo tiempo de ensayo.

Alejandra estuvo atenta a cada mínimo detalle de una partitura sumamente difícil, llena de cambios de tiempo y compás, respiraciones, pausas, movimiento, intrincadas polirritmias y complejas y ricas texturas. Con gestos e indicaciones claras, y siempre al servicio de los solistas, que jamás se vieron molestados u opacados por la orquesta, supo llevar a buen término la monumental obra del compositor vienés. Ya en los ensayos (de los cuales fui testigo privilegiado) supo tomar decisiones, incluso por fuera de lo escrito por Mahler, a fin de hacer prevalecer la continuidad del discurso musical.

Los solistas vocales realizaron una gran labor, cada uno con su estilo y con las particularidades del movimiento que le corresponde; el tenor mostrando un gran despliegue y potencia vocal en el 1° y un gran histrionismo y gracia en el 3° y el 5°, y el  barítono -quien por varios momentos debe desempeñarse en un exigente registro agudo-  logrando conmover con una gran sutileza e intimismo, en los contemplativos movimientos 2°, 4° y 6° (este último con la exigencia además, de ser tan largo como los cinco primeros juntos).

La orquestación de Mahler es una verdadera muestra de destreza técnica y creativa. El compositor pide una gran orgánico, integrado por cuerdas, piccolo, 3 flautas, 3 oboes, corno inglés, 3 clarinetes, 3 fagotes, contrafagot, 4 cornos, 3 trompetas, tuba, una gran batería de percusión, 2 arpas, mandolina y celesta. Sin embargo, utiliza a la orquesta la mayor parte del tiempo como si fueran pequeños conjuntos de cámara, logrando combinaciones tímbricas muy ricas y coloridas y texturas variadas y complejas -como si fuera un pintor desplegando y jugando con los colores de su paleta- reservando los tutti para momentos muy puntuales de la obra en los que por motivos expresivos ligados al texto, necesita de una mayor intensidad.

Todo el grupo orquestal logró un gran desempeño, siempre atento y versátil ante las propuestas de la directora, con sonido empastado pero ágil en las cuerdas, precisión y potencia en los metales y agilidad y lirismo en los vientos; destacándose en este último grupo los solistas de oboe y flauta, responsables de interpretar magistralmente los bellísimos, pero difíciles, solos del último movimiento. 

El público, entre quienes se encontraban algunos familiares de los estudiantes, escuchó con respeto y brindó una efusiva ovación a este grupo de jóvenes, algunos ya con una larga experiencia en distintos organismos de la región, que demostraron ser no solo el futuro, sino la realidad musical de nuestra querida América Latina. 

Así que, gracias a Mahler y la labor que realizan todas las personas que llevaron a cabo este hermoso proyecto de integración artística y humana, y tal cómo el texto de la última canción Der Abschied (La despedida) dice: ¡La querida tierra florece por todas partes en primavera y se llena de verdor nuevamente! ¡Por todas partes y eternamente resplandece de azul la lejanía! Eternamente… eternamente…

Y que así sea.

Por Maxi Luna


PROGRAMA

Elicura Chihuailaf, Poeta y Oralitor. Premio Nacional de Literatura 2020. Traerá la voz de la “gente de la tierra” al concierto.

Tenor: Javier Weibel
Barítono: Patricio Sabaté 

Orquesta Festival Academia Internacional de Música Portillo
Directora musical: Alejandra Urrutia
Directora asistente: Laura Cmet (HUB de Directoras de Orquesta 2022)

Próxima función:

24/01/23 – 19.30 hs
Municipal de Santiago
Agustinas 794, Santiago de Chile

Streaming por el canal de YouTube: https://www.youtube.com/@festivalacademiainternacio6060


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