Horacio Lavandera en el Festival Konex, viaje al corazón del romanticismo

Imagen de Horacio Lavandera en el Festival Konex

El joven pianista argentino brindó una eximia rendición del compositor romántico por excelencia: Frederic Chopin.

 

Por Iván Gordin.

 

Con cuatro ediciones previas, y a fuerza de grandes invitados, el Festival Konex paulatinamente se establece como uno de los eventos esenciales en la agenda musical porteña. En esta oportunidad, la consigna temática fue una celebración del periodo romántico, con un foco especial en el compositor polaco Frederic Chopin (1810-1849). Es la primera vez que dicho compositor toma el protagonismo en una sala donde ya se ha rendido homenaje a figuras como Bach, Beethoven y Mozart.

En este 2019, el ciclo de conciertos contó con la participación de Bruno Gelber y Pawel Kowalski; sin embargo, fue el reconocido pianista Horacio Lavandera (1984-) quien contó con la difícil tarea de ejecutar uno de los repertorios más importantes y complejos del siglo XIX. El intérprete argentino no decepcionó y dejó maravillado a un público variopinto de experimentados y neófitos.

Como si fuera un monje tibetano, Lavandera se toma un tiempo para meditar antes de iniciar cada una de las obras. No es para menos, la dificultad de Chopin excede a la técnica, se necesita de un preciso estado emocional para poder transmitir el peso de cada nota. El abanico de sentimientos es uno de los aspectos principales que se desprenden al escuchar su repertorio. El multipremiado joven de 34 años lo sabe muy bien, por eso puede transmitir la melancolía del ya famoso Nocturno en Mi Bemol Mayor, la gracia del Gran Vals en La Bemol Mayor o la solemnidad de la Sonata N°2.

Lavandera no solo hizo despliegue de su notoria capacidad técnica sino que supo matizar, por momentos, con gran efectividad las dinámicas y, sobre todo, el flujo del tempo. Elemento fundamental y que suele despertar varias polémicas entre los académicos especializados en Chopin. A modo de bis, el pianista expandió los horizontes del período celebrado y puso de pie a los espectadores con interpretaciones de Clara Schumann, Felix Mendelssohn (Variaciones serias) y Franz Liszt (Entrada de invitados de Lohengrin). Como yapa, Lavandera cerró el concierto con su versión de Libertango, perteneciente a su álbum Horacio Lavandera plays Piazzolla.

La propuesta de la Fundación Konex es una apuesta interesante en un contexto donde la música académica tiende a contenerse en lugares restringidos. De esta manera, el Festival Konex puede servir como puerta de entrada a un mundo muy rico y usualmente hostil hacia los nuevos melómanos. Esperamos ansiosos una nueva edición.

 

 

 

Leer anterior

La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires a la altura de la gran obra de Mahler

Leer siguiente

Se viene la película de Pavarotti: todo lo que tenés que saber

Más publicaciones