Luego de dos años obligados de parate por la pandemia, el dúo que integran la violinista Cecilia Isas y el pianista Alan Kwiek vuelve a presentarse en un escenario porteño con un homenaje al recientemente fallecido pianista brasileño Nelson Freire.
La imperdible cita será el próximo sábado 27 de noviembre a las 19 hs en el auditorio de la Fundación Beethoven (Santa Fé 1452). Las entradas se encuentran a la venta en la boletería de la fundación.
Desde MCBA conversamos con Alan Kwiek acerca de esta emotiva vuelta a la escena musical local del dúo Isas-Kwiek.
Por Maxi Luna.
¿Qué representa para ustedes esta vuelta al escenario de Buenos Aires luego de tanto tiempo?
Cada vez que uno sube al escenario se trata de una experiencia única, impredecible e irrepetible. Desde luego que este grandísimo calderón de silencio que impuso la pandemia modifica en parte las sensaciones al retornar a la actividad. Para ser breve, diría que el regreso significa esperanza, alegría, cierto grado de curiosidad y sobre todo representa la posibilidad de volver a sentir la comunión fraterno-musical, que es mágica y que sólo puede producirse cuando se trata de una presentación en vivo, con los corazones del público y de quienes hacen la música, vibrando al unísono y elevándonos a todos a determinados planos. Gracias a los grandes artistas que interpretamos, podemos transitar y sentirnos profundamente conectados con todas las buenísimas capacidades que la humanidad puede desarrollar cuando está «elevada» y creo que la música es una llave bella y efectiva para poder lograr eso.
Tenés una relación de muchos años con la Fundación Beethoven, lugar donde se presentarán.
Así es. El hecho que el regreso sea en la Fundación/Conservatorio Beethoven es particularmente emocionante. He tenido, desde antes de nacer, una relación con esa exquisita familia de músicos, los Sebastiani, que fundaron y aún siguen a cargo de mantener vivo ese espacio en Buenos Aires. La sala es bella, el piano es uno de los pocos Steinway gran cola con que cuenta nuestra ciudad y como decía, ya antes de nacer mi familia estaba vinculada con ese lugar, ya que mi abuela fue discípula del maestro Augusto Sebastiani; luego yo mismo fui discípulo de Pía Sebastiani y hoy hemos sido convocados por Pía Sebastiani hija (a quien afectuosamente llamamos Pupi) para esta presentación. De manera que sentimos muchas emociones, recuerdos, esperanza y alegría de volver a hacer música en Buenos Aires y en este espacio.
¿Qué nos podés contar acerca del repertorio elegido, sobre todo aquel menos transitado y conocido por el público?
En este concierto conviven dos autores que no sólo comparten este programa musical, sino que compartieron su vida; me refiero a Clara Wieck y a Robert Schumann. Para nuestro dúo divulgar obras compuestas por mujeres y obras de autores argentinos ha sido siempre uno de nuestros propósitos, así que en este caso la compositora es Wieck y el autor argentino que completa el programa es Floro Ugarte.
Dos obras de forma sonata se presentan en este recital al principio y al final del programa. Primeramente la sonata en Re menor «La grande» Op. 121 de Schumann, que compuso en el final de su vida. Se trata de una de sus obras más importantes de música de cámara y un exponente mayúsculo del romanticismo alemán. La obra consta de cuatro movimientos y todos presentan, además, de un atractivo musical superlativo, extremas dificultades técnicas para cada instrumento y una compleja labor de ensamble.
Puede decirse que se trata, desde lo emocional, de una obra algo perturbadora y que filosóficamente nos abre las puertas a fuertes interrogantes. La obra fue estrenada en 1853 por Clara Wieck y Joseph Joachim (ambos grandísimos virtuosos).
Sigue luego de esta gran sonata la obra de Wieck. Tocaremos sus tres romanzas Op. 22 que fueron escritas justamente en 1853, año en que ella misma estrenó con Joachim la sonata precedente. Las romanzas están dedicadas a Joachim quien junto a Clara formaron un dúo estable durante largo tiempo. Podríamos decir que se trata de tres bellísimos poemas en forma de música con delicadísimas metáforas e ingeniosos recursos compositivos, música íntima…Rosas sin espinas pero de intensos colores.
Para terminar volvemos a la forma sonata con el argentino Floro Ugarte, que si bien la obra es de carácter robusto y ésta escrita en tres movimientos, está lejos de los planteos que propone Schumann. Ugarte obtuvo el premio municipal en 1928 justamente por esta obra que trata, con temas melódicos y ritmos folclóricos, de abrirnos un espacio apasionado y exaltado de sentimientos románticos en el primer movimiento, por momentos algo melancólicos y apacibles en el segundo y una fiesta de gracia, vivacidad y algarabía (casi al estilo español) en el tercer y último movimiento. Se trata de un discurso musical muy contrastante con el de Schumann. Ugarte apela a emocionar con una elocuencia nada inquietante para el pensamiento, dejando una alegría reinante como vibración final.
Han decidido que este concierto sea un homenaje a Nelson Freire, ¿qué nos podés contar al respecto, qué palabras o recuerdos nos podés compartir acerca de este gran artista?
Nos sentimos profundamente conmovidos por la pérdida de este gran artista que tanto amor ofreció al mundo entero compartiendo la música que tanto amaba y respetaba. Mi relación con él data del año 2000 cuando Martha Argerich me lo presentó en París y desde entonces cada encuentro con él ha sido siempre un momento inolvidable, de esos que se guardan en lo profundo del alma.
Yo soy hijo de padre brasilero, así que en Europa era muy lindo encontrarme con Nelson y poder hablar en portugués, además él, amaba Argentina y en cada encuentro no dejaba de preguntarme por todos los músicos que conocía de aquí y me pedía que le cuente anécdotas, sobre todo de Pía Sebastiani y de Elizabeth Westerkamp.
La última vez que asistí a un concierto de Nelson fue en Bruselas y justamente fuimos con Cecilia Isas. Nelson tocó el 2do concierto de Chopin como sólo un ser excepcional podía hacerlo, aún hoy resuenan en mí los refinamientos de cada frase de esa maravillosa interpretación. Ojalá Nelson hoy esté con Chopin, con Schumann, con Brahms, bailando esa «Danza de los Espíritus Bienaventurados» (Gluck/Sgambatti) con la que tantas y tantas veces el conmovió a su público.
En cuanto a nosotros, estamos preparando también una pequeña ofrenda musical para regalarle a Nelson y al público que quiera rendirle homenaje y recordarlo, este sábado 27 a las 19 horas en la Fundación Beethoven.
CONCIERTO DE PIANO Y VIOLÍN
«Homenaje a Nelson Freire»
Dúo Isas-Kwiek
Cecilia Isas, violín. Alan Kwiek, piano.
Sábado 27 de noviembre 19hs.
Auditorio de la Fundación Beethoven
Venta de entradas en Fundación Beethoven. Av. Santa Fe 1452.
Programa:
Parte I
Robert Schumann (1810-1856)
Gran Sonata nro. 2 opus 121 en Re menor
– Ziemlich langsam. Lebhaft
– Sehr Lebhaft
– Leise, einfach
– Bewegt
Parte II
Clara Wieck (1819-1896)
Tres Romanzas opus 22
– Andante molto
– Allegretto (mit zartem Vortrage)
– Leidenschaftlich schnell
Floro Ugarte (1884-1975)
Sonata en Re menor para violín y piano
– Apasionado y expresivo
– Tiernamente melancólico
– Vivaz y bien ritmado
Entradas en boletería $700
4811 3971 / 4816 3224 (líneas rotativas)
comunicacion@fundacionbeethoven.com.ar
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Acerca del Dúo Isas-Kwiek
Con más de 10 años de trayectoria ininterrumpida, el dúo Isas Kwiek ha llevado su repertorio por diversos lugares de nuestro país y del exterior. Ha sido frecuentemente invitado por importantes Asociaciones Musicales y diversos Festivales Musicales en Argentina, Suiza, España, Brasil, Italia y Holanda, con auspicios del Mozarteum Argentino, Fundación Pro Arte de Córdoba, Septiembre Musical Tucumano, CEP (Centro de Estudios Pianísticos), Juventudes Musicales de Bilbao (España), Festival “Progetto Martha Argerich” 2012 (Lugano, Suiza) por citar algunos. El dúo recibió 2 primeros premios otorgados por unanimidad: Premio “ARGENTMÚSICA 2008” y el Premio del Fondo Nacional de las Artes “Jóvenes Intérpretes del Bicentenario 2010”.