Grand Finale, en los teatros del canal de Madrid. Charla con el coreógrafo Holfesch Schechter

Imagen de Grand Finale

PH: Rahi Rezvani

Hofesh Shechter,  coreógrafo israelí, a la cabeza de la británica Hofesh Shechter Company, sube a escena su visión de un mundo en caída libre, interpretada por bailarines de nueve nacionalidades y una banda de música en directo.  

Por Alicia Perris.

Grand Finale sigue fiel a las coordenadas estéticas de creaciones tan aplaudidas como el díptico Uprising/In Your Room, Political Mother o barbarians, e incorpora como novedades la alianza de Shechter con un escenógrafo, el diseñador Tom Scutt, y con una banda de música que toca partituras clásicas en directo. Grand Finale habla del caos de nuestro mundo, del colapso de la civilización, del derrumbamiento y quizá, de la reconstrucción. 

Una sociedad que danza al borde del precipicio. Energía anárquica y danza milimétricamente calculada. En este baile de opuestos se asienta el camino expresivo de la coreografía interpretada por un equipo internacional de bailarines. Un caos perfectamente organizado en el que hay lugar también para el humor y la esperanza. 

Sobre la génesis de este mundo en caída libre -parte concierto, parte danza, parte teatro- reflexiona Shechter: «Me resulta siempre muy curioso al ver las noticias esta sensación de que las cosas están fuera de control y de que la gente está al mismo tiempo atemorizada y excitada. Todo colapsa, pero es casi como una celebración. Es un estado del ser caótico, es un apocalipsis y, sin embargo, hay algo divertido e todo ello. Quizás desde un punto de vista optimista es parte del ciclo de la vida y la evolución. El colapso y después, la reconstrucción». 

De Grand Finale, la crítica ha escrito: «Un trabajo maduro y magnífico… sulfúrico, visceral y sorprendentemente tierno.» (The Stage), «Un vals salvaje para el final de una era. Grand Finale se encuentra entre las creaciones más sofisticadas de Shechter.» (The Guardian). 

El coreógrafo israelí Hofesh Shechter, al que ahora entrevistamos llegando a Madrid para los días de performances,  dirige desde 2008 su compañía con sede en Reino Unido. Es artista asociado de Sadler’s Wells. El repertorio para la compañía incluye los títulos Uprising (2006), In your rooms (2007), The Art of Not Looking Back (2009), Political Mother (2010), Political Mother: The Choreographer’s Cut (2011), Sun (2013), barbarians (2015), Grand Finale (2017) y SHOW (2018), con su segunda compañía, Shechter II.

Shechter también ha coreografiado trabajos para compañías internacionales de la talla de Alvin Ailey American Dance Theater, Batsheva Ensemble, Candoco Dance Company, Cedar Lake Contemporary Ballet, Nederlands Dans Theater 1, Paris Opera Ballet, Royal Ballet y Royal Ballet Flanders. Y ha creado piezas para teatro, ópera y televisión, entre las que se encuentran la Metropolitan Opera de Nueva York, el Royal Court, el National Theatre of Saint Joan y para la serie Skins (Channel 4). Y ha codirigido Orphée et Eurydice de Gluck, junto a John Fulljames en la Royal Opera House. En 2016 fue nominado a un premio Tony por su propuesta para Fiddler on the Roof. 

Grand Finale, su última gran producción, se estrenó en el Théâtre de la Ville de París en 2017 y fue nominada a un Premio Olivier al Mejor Espectáculo de Danza. En 2018 Hofesh Shechter fue nombrado Oficial de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la danza. La primera película de la compañía, Hofesh Scheter’s Clowns, se emitió con gran éxito ese mismo año en la BBC. El periódico The Times le ha descrito como “un poderoso coreógrafo contemporáneo, una combinación de creador de danza  y estrella del rock con la sensibilidad de un director de cine”.

Entrevista a Hofesh Schechter

Aparte de las declaraciones que acabamos de incluir arriba, El Maestro Schechter acepta contestar en exclusiva algunas preguntas:

Le comento al Maestro Schechter que nació en Jerusalem, vive en Londres, y hace ahora una nueva propuesta con nueve bailarines de diferentes nacionalidades acompañados de música en vivo, Grand Finale y que está siempre en gira con nuevos proyectos, que su gestación y actuación son un gran desafío!

Sí es complicado, pero llevamos exhibiendo Grand Finale durante casi dos años. Fuimos a América, Australia y Europa.

Usted es percusionista, pianista, es bailarín además de coreógrafo, todo a la vez. ¿Cómo se gestiona todo eso, ese bagaje a la vez?

Bueno, lo hice en diferentes épocas de mi vida. (Se ríe). Primero fui pianista, luego percusionista y bailarín ahora coreógrafo. He tenido una vida muy larga…Le comento que no es tan mayor como él cree. Y me dice que tiene 44 años y que en ese tiempo se puede hacer mucho.

¿Cómo es la relación con sus músicos, los bailarines, cómo se organiza el conjunto?

Se trata de personas provenientes de casi todo el mundo, es parte de la belleza de tener una compañía de danza, me encanta y en gran parte de la experiencia es grupal y multicultural. Es realmente lo que el Arte significa para mí. Conectar gente sin tener en cuenta fronteras. 

¿Me podría decir cuál es el significado, el mensaje, la traducción del Grand Finale?

Es una pregunta complicada, sabe, pero le puedo contar cómo fue mi punto de partida. Se trata de explicar cómo me siento en el mundo, y cómo se encuentra también la gente que me rodea. La sensación primera es que todo se colapsa, se derrumba a mi alrededor, por todos lados. Hay un sentimiento apocalíptico en todo esto y se trata de traer imágenes, música, energía en ese sentido. Puede parecer difícil, o incluso divertido o absurdo y así empezó todo este montaje. 

¿Y no hay un sentimiento de esperanza, algo positivo para las nuevas generaciones?

Para mí Grand Finale es una obra muy interesante, alguna gente sale de la sala mientras se  desarrolla, otra se ríe, la viven como triste. Otros dicen que sienten la fuerza de la vida. Una visión de lucha prevalece. Hay gente que piensa que luchar es muy complicado. Algunos perciben la botella medio llena o medio vacía. Es una pregunta muy interesante. Para mí sí hay esperanza.

¿Qué recuerdos tiene de sus años jóvenes con la Batsheva Dance Company?

Tengo muy buenos recuerdos, casi 26 años atrás, cuando me uní a la compañía de jóvenes y luego al resto, con experiencias muy intensas, excelentes coreógrafos. Realmente mi escuela de baile. Muchas producciones, actuaciones. Un tren lanzado a toda velocidad…

¿Le gusta enseñar, porque Usted siempre da masterclasses o cursillos cuando está de gira?

Me gusta mucho enseñar y realmente es cuando más aprendo. Cuando descubro más cosas sobre mi propio cuerpo. Es un desafío, gasto mucha energía pro vale mucho la pena.

Usted describió su estancia en las Fuerzas Armadas Israelíes como “un cortocircuito cerebral”. ¿Podría explicarnos por qué?

Sí, Israel es un país que tiene muchos valores de democracia y libertad como en Estados Unidos, pero el ejército es diferente, muy jerarquizado, otroscomportamientos, un país diferente de otro país. Fue muy extraño.

¿Cuál es el futuro para el Reino Unido con un Brexit duro, para Europa y para el resto del planeta? Todo va fatal por todas partes, ¿estamos todos incluidos en la última noche del Titanic, con los músicos tocando mientras el barco se desvanece en las aguas, como Usted dijo una vez?

SÍ, sería sorprendente poder conocer el futuro. Las cosas tal vez puedan relajarse, organizarse, pero el aspecto que tiene todo ahora es muy conflictivo, revuelto.

¿Hay algo más que querría agregar? 

No, estoy encantado de estar de vuelta a Madrid. Hace años que ha estado y que está muy contento y satisfecho. Me despido del Maestro Schechter, para reencontrarnos en la sala de baile.

Gracias de nuevo por esta entrevista ahora que está a punto de estrenar en Madrid, en los Teatros del Canal su Grand Finale. Nos vemos allí y disculpe por el “Lost in translation” del inglés (Perdido en la traducción), como se titulaba la película de Sofía Coppola…Que tenga un buen momento en la capital, mucho éxito con su ballet y ¡buena suerte! Hasta la próxima!


Estreno en la Comunidad de Madrid . País: Reino Unido (En este espectáculo el volumen de sonido es muy elevado)

Coreografía y música: Hofesh Shechter

Escenografía y vestuario: Tom Scutt

Iluminación: Tom Visser

Colaboración musical: Nell Catchpole y Yaron Engler

Producción: Hofesh Shechter Company, por iniciativa de Georgia Rosengarten

Con el apoyo de British Council. 

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