Gran noche sinfónica en el Festival Argerich

Vasily Petrenko dirige la Filarmónica de Buenos Aires

Vasily Petrenko. Ph. Arnaldo Colombaroli

Con la presentación de Nelson Goerner como solista, y el retorno de la monumental “Una Sinfonía Alpina” de Strauss, el concierto para gran orquesta del Festival Argerich, terminó siendo una fiesta sinfónica en el ciclo de la OFBA.

Por Pablo A. Lucioni

Séptima Función del Festival Argerich 2023, sábado 29/07/2023.


Sin ser nunca claros todos los factores que coinciden y se conjugan en la conformación de la programación de un gran teatro, el que iba a ser el noveno concierto del ciclo de la Filarmónica, fue simultáneamente el anteúltimo (séptimo) y uno de los dos conciertos sinfónicos de cierre del Festival Argerich.

El sábado a la noche, la Filarmónica tuvo una memorable noche junto a Nelson Goerner, el gran pianista argentino con residencia en Suiza (al igual que Argerich). Goerner, que ha tenido notables presentaciones camarísticas en el escenario del Colón y en particular varios recitales de piano en el ciclo del Mozarteum, probablemente haya dado en esta ocasión su más contundente y notable presentación en formato de concierto con orquesta en esta sala. Sin duda la Rapsodia sobre un tema de Paganini, Op. 43 de Sergei Rachmaninov es una obra postromántica de referencia, con no pocas dificultades técnicas, pero que además requiere un intérprete sólido, con carácter y temperamento. Goerner se desenvolvió con plenitud en el recorrido por las veinticuatro variaciones, con presencia siempre clara junto a la orquesta, una perfecta resolución de los pasajes rápidos con amplios saltos interválicos, escalas veloces y trinos… y se adaptó muy bien a los tempi propuestos desde la dirección, en algunos casos perceptibles como veloces, aunque no en desacuerdo a la partitura, y menos a la referencia dejada por el mismo Rachmaninov en discos.

Como bis, ante el fervoroso aplauso del público, hizo una exquisita versión del Nocturno No.20 de Chopin.

En colaboración con los buenos recursos e interpretación de Goerner, estuvo la dirección del ruso Vasily Petrenko, uno de los dos grandes directores actuales con ese apellido (sin relación familiar entre ellos), en este caso el que tiene también nacionalidad británica. Su concertación fue precisa, meticulosa, consciente del solista, con el cual logró una muy buena integración, pero con un seguimiento permanente de la orquesta.

Nelson Goerner junto a la Filarmónica de Buenos Aires
Nelson Goerner. Ph. Arnaldo Colombaroli

La segunda parte del concierto generaba una importante expectativa, porque Una Sinfonía Alpina de Strauss, es una obra que por dimensiones, estructura y recursos necesarios, supone un gran desafío para una orquesta sinfónica. La OFBA hacía años que no la tocaba y fue en este contexto y con la presencia de un sólido director como Petrenko, que el retorno de esta obra resultó triunfal. La complejidad de la obra de Strauss no es sólo por tener que manejar a más de cien instrumentistas en escena, con las secciones de bronces, maderas y cuerdas reforzadas. La presentación de las texturas, modulaciones y el arribo a los clímax sonoros que Strauss pretende, sólo es posible con un trabajo minucioso y de mucha conciencia, que requiere tanto del director como de los preparadores e instrumentistas una gran comunión y disposición, y en este caso estuvieron presentes. Petrenko es sumamente expresivo en el podio, trabaja con una gestualidad detallada, marcando con claridad los tiempos y entradas, y acompañó no sólo en la preparación, sino también durante el concierto, para que la performance de la orquesta fuera sólida y sutil al mismo tiempo.

En definitiva, se trató de una gran noche de concierto en el marco de un Festival Argerich 2023 que, con variedad de repertorio, fue desde el concierto solista hasta la gran sinfonía. El nivel musical fue alto en general y tuvo un acompañamiento del público notable, el cual llenó cada una de las presentaciones, en particular de Argerich, pero también aquellas en que ella no estaba en el escenario.

Afortunadamente la salud de “Martha” y aquella preocupación que surgió a principios de año, cuando debió cancelar algunas funciones por una cuestión cardíaca, se habría superado. El otro gran musico de origen argentino que desde el año pasado ha debido cancelar funciones, e inclusive resignar puestos, Daniel Barenboim, parece estar en mejor condición y todo indicaría que hará frente a sus compromisos del verano europeo, donde se presentará con Argerich en varios escenarios.

© Pablo A. Lucioni

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