Ph. Máximo Parpagnoli – Prensa Teatro Colón
Recordamos un fragmento de la entrevista realizada al barítono Fabián Veloz para la revista digital MúsicaClásica3.0 del mes de julio.
Por Julián Guzzo
Las intenciones de la voz y el énfasis en la palabra, según Fabián Veloz, serán las claves para los dos famosos dramas operísticos que se presentarán en versión de concierto: Pagliacci de Leoncavallo desde el 22 de julio en La Plata y el regreso de Il Trovatore de Verdi al Colón en agosto. El barítono de Ayacucho detalla sus experiencias junto a elencos estelares y el trabajo que realizará con dos roles disímiles, uno que frecuenta a menudo y otro que tendrá que buscar en el pasado.
-¿Cómo vienen los preparativos para los próximos compromisos?
-Para mí, Il Trovatore es lo más fuerte del año, por el elenco, por el teatro, por todo. El Conde de Luna es un rol que canté hace mucho tiempo, entonces este año me centré básicamente en él. Es importante el detalle de que va a ser una versión de concierto. Tuve el placer de ver que el semi-staged de Anna Bolena en el Colón le hizo bastante justicia a la ópera. Espero que nosotros podamos hacer lo mismo, para que tenga más movilidad y sea más ágil para el público, más allá de los grandes nombres -y yo me quito de los grandes nombres-, que vienen a hacer Il Trovatore.
-¿Qué implica para un cantante que la ópera se presente en su versión de concierto?
-Una versión de concierto es mucho más difícil que una escenificada, donde tenemos el vestuario, las luces, la escenografía y otros elementos que ayudan a que el personaje crezca en el escenario. En la versión de concierto estamos solos y el personaje tiene que venir “de afuera”. Entonces, el verdadero desafío está en poner mucho más énfasis en las intenciones de la voz, para que todo cobre vida.
-Es decir, que una versión de concierto no representa necesariamente una pérdida…
-Es una pérdida porque uno deja de ver la ópera de forma escenificada. Pero, para que sume, uno tiene que poner todo el énfasis en la palabra y, sobre todo, en las pequeñas acciones que nos van a dar la idea del estado de los personajes en cada momento. De eso hablamos con Carlos Vieu, que está a cargo de Pagliacci en el Teatro Argentino y que también será una versión de concierto.
-El Argentino de La Plata fue uno de los primeros teatros en donde cantaste. ¿Qué se siente al regresar?
–El Argentino fue como una casa en el inicio de mi carrera. Pertenecí al Coro Estable durante 6 o 7 años y fue donde hice los primeros pasos en aquel Estaba la madre de Luis Bacalov y ahí se fueron dando otras oportunidades. Es un teatro al cual le debo mucho. Este año por cuestiones de agenda solo coincidimos para Pagliacci, me llamaron para Aida y Falstaff pero yo no estoy.
-Y luego empezás con Il Trovatore en el Colón. ¿Cómo es pasar de un personaje a otro en ese período de tiempo?
-No va a haber tanta pausa, pero sí unos días para cambiar el chip y desligarse de Tonio, que es un rol más dramático y de gran dicho, para ponerse el chip del bel canto verdiano y sacar al Conde de Luna del baúl de los recuerdos y ponerlo en funcionamiento. Tonio es de los roles que más he hecho, muy difícil de cantar y también diferente al de Il Trovatore.
-El año pasado fuiste Scarpia de Tosca en varios teatros del mundo, incluso en el Colón con Anna Netrebko y Yusif Eyvazov. ¿Cómo fue trabajar con la soprano?
-Me pareció algo extraordinario desde lo energético. En la escena, es maravilloso cuando uno se enfrenta con otro personaje con el cual uno siente que la energía avanza, con un buen feedback, y que nos entendemos con solo mirarnos. Anna es una artista maravillosa, igual que Yusif, son súper generosos incluso en el escenario. Fue una experiencia inolvidable y ojalá que se pueda repetir con Il Trovatore. Tosca no es fácil, pero lo que hay que cantar en Il Trovatore es un poco más largo y seguramente nos va a llevar un poquito más de trabajo.
-En varias ocasiones mencionás que te formaste como cantante lírico cuando ya eras grande. ¿Qué edad tenías? ¿Te hubiese gustado empezar antes?
Empecé a estudiar ópera cuando tenía 28 o 29 años, con lo cual no era tan joven para arrancar. Siempre canté, pero no es lo mismo agarrar la guitarra para los amigos con una chacarera, o una canción de rock nacional, que ponerse frente a una partitura y cantar. Me hubiera gustado empezar antes a estudiar canto, por una cuestión de concursos porque cuando yo me inserté los límites de edad ya me jugaban una mala pasada. No pude ser parte de varios concursos que me hubieran gustado, como el Francisco Viñas en Barcelona o el Operalia. Entonces, está el camino un poco más difícil que es el que hace el 95%, que es ir a audicionar a los teatros, y conseguir fechas. Es un camino arduo, pero satisfactorio cuando las cosas salen.
-¿A qué tuviste que decir que no en tu carrera y a qué te gustaría decir que sí próximamente?
– Tuve que decir que no a un Falstaff en Estados Unidos, por una cuestión física que, en ese momento, no me dejó sentir preparado. Me arrepiento un poquito, pero creo que fue lo mejor. Después, me encanta Simon Boccanegra, que es el rol de los barítonos, al igual que Rigoletto que ya he hecho. Simon sería un gran desafío para mí.
Il Trovatore
Ópera en cuatro actos (1853). Versión semi-montada
Música de Giuseppe Verdi, con libreto en italiano de Salvatore Cammarano, basado en la obra de teatro El trovador de Antonio García Gutiérrez
Director musical: Giacomo Sagripanti
Concepto escénico: Gabriel Caputo
Puesta en espacio: Marina Mora
Diseño de iluminación: Rubén Conde
Orquesta Estable del Teatro Colón
Coro Estable del Teatro Colón
Miguel Martínez I Director
Reparto
Conde de Luna
Fabián Veloz
Leonora
Anna Netrebko
Azucena
Olesya Petrova
Manrico
Yusif Eyvazof
Ferrando
Fernando Radó
Inés
María Belen Rivarola
Ruiz
Santiago Martinez
Viejo Gitano
Sergio Wamba