El concierto de la Orquesta Filarmónica con obras de Esteban Benzecry y Max Bruch también se transmitirá en vivo.
Importante: El Teatro Colón suspendió la apertura al público del ensayo general programado.
La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires se presentará bajo la dirección de Enrique Arturo Diemecke este viernes 16 de septiembre a las 20 en el Teatro Colón.
En esta oportunidad, la joven violinista neerlandesa Noa Wildschut interpretará el Concierto para violín N°1 en Sol menor, Op. 26 de Max Bruch, una de las grandes piezas del Romanticismo.
Durante la segunda parte de la presentación se estrenará mundialmente el Concierto para orquesta del compositor argentino Esteban Benzecry, obra comisionada por el Teatro Colón.
Dedicado a los integrantes de la Orquesta Filarmónica, el Concierto consta de cuatro movimientos con evocaciones del folclore y los ritmos urbanos.
El concierto se transmitirá en vivo a través de la web del Teatro, Facebook y YouTube.
Concierto para orquesta – Esteban Benzecry
Programado originalmente para el 8 de mayo de 2020, este estreno tuvo que postergarse debido a la pandemia.
A continuación, compartimos los comentarios del autor acerca del proceso creativo y las características que presenta esta obra.
Escucha en espera
Cuando el Teatro Colón me contactó en el 2019 para proponerme un encargo de una obra de larga duración, inmediatamente pensé en componer un concierto para orquesta, dedicado a los integrantes de la OFBA y su director titular.
Una obra donde poner en valor, tanto en su rol de solistas como en los tuttis, las posibilidades de lucimiento y explotación de diferentes recursos en las diversas familias de instrumentos de una orquesta sinfónica.
El creador de esta forma musical fue el compositor alemán Paul Hindemith, con su Concierto para orquesta op. 38 (1925).
Pero luego surgieron muchas obras más recientes de este género que me inspiraron como los Conciertos para orquesta de Witold Lutosławski, Michael Tippet, Elliot Carter, Steven Stucky, Karel Husa, Leonard Bernstein, Joan Towers, Jennifer Higdon y Magnus Lindberg entre muchos otros.
Universos propios y compartidos
Este concierto está estructurado en cuatro movimientos y en cada uno de ellos desarrollo temas con giros melódicos y rítmicos inspirados en nuestro folclore, mediante el empleo de las escalas pentatónica de las regiones andinas, el canto tritono del folclore mapuche y las bagualas, más los ritmos urbanos con reminiscencias del tango, la milonga y el jazz.
Un rasgo muy común en mis obras recientes es el empleo de técnicas extendidas para recrear sonoridades de instrumentos autóctonos como las quenas y sikus, usando sonidos multifónicos, armónicos múltiples y tipos de soplidos varios con instrumentos de una sinfónica.
Sin intención de hacer etnomusicología, el empleo de estos motivos folclóricos como fuente de inspiración son utilizados de una manera muy libre e intuitiva, fusionándolos con procedimientos multirrítmicos, minimalistas y tímbricos de la escuela espectral, en el intento de desarrollar un lenguaje propio.
Ñitholpeyüm: “el comienzo”, en lengua mapuche.
El Concierto abre con un gran tutti orquestal sobre la nota de DO y luego expone uno de los temas principales que se desarrollará a lo largo de toda la obra.
Esta presentación orquestal que por momentos tiene carácter de fanfarria pone en valor los bronces. Un tema coral a cargo de los cornos también reaparecerá en los demás movimientos. Se suceden solos del trombón bajo y trombón tenor en diálogo con el corno solista, y luego un solo de tuba con un canto tritono de reminiscencias mapuche.
La trompeta se destaca con un solo melancólico y a la vez con pasajes virtuosos, cerrando este movimiento un tema misterioso y amenazante de los contrabajos que anticipa el segundo movimiento.
Segundo movimiento: Espacios reverberantes
Comienza con el murmullo amenazante y virtuoso de los contrabajos, luego una breve cadenza del contrabajo solista desemboca en una sección orquestal con carácter de scherzo y texturas de canon estrecho. Genera una sensación de espacialización y reverberación permanente del sonido con crescendos y diminuendos.
Wara Wara: “estrellas”, en lengua aymara.
En este movimiento encontramos un clima nocturnal y bucólico que abre con un solo de contrafagot. Luego se suceden solos en las maderas, integrados en una orquestación donde varias voces dialogan en formas de dúos, tríos o cuartetos de vientos y de cuerdas acompañados de un entretejido orquestal en forma de ostinato misterioso con las placas de la percusión y la celesta.
Al final se destaca un diálogo entre el arpa, el corno y clarinete bajo que desemboca en una brillante noche estrellada bajo el ritmo de una baguala.
Urbano: evocación de ritmos ciudadanos.
Comienza con un carácter tenebroso y dramático en los graves, luego un tango melancólico e imaginario donde la voz cantante la lleva el violín solo.
La sección central está protagonizada por un ensamble de percusión y piano con ritmos sincopados y solos de carácter jazzísticos en los metales y los pizzicatos de los contrabajos.
En el final se aprecia un tutti orquestal contrapuntístico, como la cabeza de una fuga con ritmos de candombe, milonga, carnavalito, y una coda muy brillante y virtuosa donde se reponen los temas desarrollados a lo largo de toda la obra.
Entradas disponibles en: www.teatrocolon.org.ar
Orquesta Filarmónica: Concierto 13
Viernes 16 de septiembre a las 20
DIRECTOR
Enrique Arturo Diemecke
VIOLÍN
Noa Wildschut (holandesa de 21 años)
Max Bruch (1838 – 1920)
Concierto para violín N°1 en Sol menor, Op. 26
I Preludio – Allegro moderato
II Adagio
III Finale – Allegro energico
Esteban Benzecry
Concierto para orquesta
I “Ñitholpeyüm” (El comienzo)
II “Espacios reverberantes”
III “Wara Wara” (Estrellas)
IV “Urbano”
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