La Orchestra Teatro Regio Torino vino a la Argentina para presentarse en el ciclo de Nuova Harmonia del Teatro Coliseo con un programa espectacular. Junto con la orquesta, llegó también el Director General del Teatro (Superintendente), quien vino especialmente para la ocasión y con quien pudimos charlar sobre su rol, la situación de los teatros de Italia y mucho más.
Por Maxi Luna.
¿Cuáles son las funciones y desafíos de un superintendente de un teatro con tanta historia como el Regio de Turín?
Al Superintendente, en un Teatro de ópera italiana, la Ley atribuye todas las responsabilidades: ya sea de gestión, como artísticas. Aunque es su facultad nombrar a colaboradores, por ejemplo un Director artístico y/o uno musical, que responden ante uno.
Su pregunta comprende, a mi entender, aquella que es el desafío más importante que ellos tienen, o sea aquella de no traicionar la historia del teatro. Piensen que el Teatro Regio fue fundado en 1740, pero sin que "la historia" lo transforme en un peso que lo tenga anclado al teatro en el pasado. Tenemos la tarea, mejor llamada responsabilidad, de agregar, cada día, un ladrillo que tiene que contribuir a actualizarla y hacer crecer esa historia. La sola conservación significaría, inevitablemente, el inicio de la decadencia del teatro.
Para hacer esto es indispensable que los proyectos de la Dirección no sean solo un "sueño" sino algo que todos los que trabajan en el teatro lo hagan propio. Es necesario que haya en todos un grande "orgullo de pertenecer" al teatro. Y esta es una de las tareas más importantes y difíciles que tiene un Superintendente.
¿Cómo es la realidad de los teatros de ópera de Europa y en especial de Italia?¿Cuáles son los problemas y retos?
En Italia, los teatros de ópera han atravesado una crisis que los han llevado al borde de la quiebra a 10 de las 13 fundaciones líricas, y sólo la intervención del Estado (que ha destinado 200 millones de Euros) ha logrado que esto no suceda, aunque para muchos de esos teatros los problemas aún no han sido superados.
Los únicos que no han necesitado “ayuda” del Estado porque sus balances no presentaban déficit fueron: la Scala de Milán, la Fenice de Venecia y el Teatro Regio de Turín. Con orgullo debo decir que no fue fácil superar tantos años de crisis económica en nuestro país (que ha significado una reducción del 50% en la contribución pública), pero lo hemos logrado gracias al aporte y recursos de las empresas privadas y del público que ha seguido al teatro, garantizando la compra de entradas y abonos. También con una contención en los gastos y regulación del trabajo, y con una amplia adhesión de los trabajadores del teatro. La crisis que se vivió (y se vive aún) ha tocado a Europa, y en esta medida sólo España ha logrado salir de ella rápidamente, dado que tiene solo dos teatros de ópera de primer nivel: el Real de Madrid y el Liceu di Barcellona, y no 13 como en Italia.
Es importante notar como se han abierto teatros de ópera en Países como Emiratos Árabes (nosotros estaremos allí en tournèe en Oman en septiembre con Aída), en Kazaquistàn, y piensen que en China existen 30 Teatros de ópera con temporadas y además algunos nuevos y bellísimos!
Este hecho creo que nos debe hacer pensar… No debemos creer a quienes dicen que la ópera lírica está muerta, pero sí hacer foco que no es suficiente la historia que tienen la Scala o el Colón a sus espaldas, porque la música no es solo el lenguaje universal sino la velocidad con lo que todo sucede. Y se arriesgaría a transformar nuestros "viejos" teatros en tantos "Coliseos" de ópera si no sabemos entender e interceptar todos los cambios que ocurren en nuestra sociedad.
Continuamente en nuestro país se busca la manera de atraer nuevo público, sobre todo joven, a la música clásica. ¿Qué experiencias han realizado uds. en ese sentido?¿Qué cree que haría falta hacer?
Veo que esta es una cuestión que interesa también a vuestro País, pero también mis colegas europeos no me dicen cosas distintas. En italia una de las razones que está en la base de este problema nace de la casi absoluta falta de educación musical en la escuela.
En mi país un estudiante puede laurearse en Letras y Filosofía sin nunca encontrar en casi 20 años de estudio Bach, Mozart, Beethoven, Verdi… porque no se retiene que aquello que nos han transmitido estos "grandes" sea importante para la formación del pensamiento de un individuo. O sea que un joven tiene pocas ocasiones para encontrar la música clásica (no sólo la ópera) si no tiene detrás suyo una familia que tenga esta pasión se la transmita.
Nuestro teatro está muy comprometido con la educación musical, más que cualquier otro teatro de ópera en Italia, y tenemos alrededor de 20 personas que trabajan en este sector. Cada año se disponen numerosos proyectos que tienen como objetivo principal aquel de hacer conocer la música y para hacer esto no es necesario hacer solamente espectáculos para los estudiantes, porque corren el riesgo de estancarse si no están insertados en un preciso programa didáctico. Sería solo una ocasión de diversión. Por eso, trabajamos en estrecho contacto con la escuela desde el Jardín maternal hasta la escuela secundaria, y son más de 50.000 chicos y chicas que hoy han participado a estos nuestros proyectos. Los resultados son verdaderamente importantes, de hecho aumentan nuestras inversiones en este sector y las iniciativas que realizamos.
A los jóvenes debemos otorgarles además precios favorables en las entradas, pero serviría poco si luego no somos capaces de hablar con ellos, y por lo tanto nuestros tradicionales sistemas de comunicaciones deberán ser revisados completamente si queremos obtener buenos resultados.
¿Cuánto sabe y cómo ve la realidad de los teatros argentinos?
Conozco bien la fama e historia del Teatro Colón y no veo la hora de ir a visitarlo durante mi breve permanencia en Buenos Aires para admirar su belleza, pero además para rendir un homenaje personal a uno de los templos de la ópera lírica. Me da mucho placer poderle decir que con el Colón estamos colaborando en la co-producción de la ópera "Der Rosenkalier" de R. Strauss, junto a la Royal Opera House de Londres y el Metropolitan de New York, y espero que este sea solo el primer paso para las relaciones futuras.
¿Qué nos puede contar acerca de la orquesta del teatro y del programa que estarán presentando en nuestro país?
La que escucharán en el Teatro Coliseo es la orquesta de cámara (de arcos), uno de los tantos ensembles que nacen de nuestros dos grandes conjuntos artísticos, y de esa forma nuestros músicos puedan afrontar todo el repertorio musical: desde el cuarteto de arcos, a la Novena Sinfonía de Beethoven…. Por supuesto, todo el repertorio de ópera también.
En cuanto al programa, debo agradecer a Elisabetta Riva, la Directora del Teatro Coliseo, que nos ha solicitado de ejecutar en este Teatro las Estaciones de Vivaldi recompuestas por Max Richter. Ampliar el repertorio, descubrir y meterse a prueba con nuevas composiciones es una de las cosas más fascinantes de la música, y nuestro primer violín (además Director) Sergey Galaktionov y todos los músicos que componen la orquesta han aceptado con entusiasmo esta propuesta. En la segunda parte presentarán Souvenir de Florencia de Tchaikovsky, uno de los mejores trabajos de la música para orquesta de arcos.
Para la gente que no conoce a esta orquesta ¿Con qué se va a encontrar en este concierto?
Aquello que quisiera que sucediese es que los músicos de mi Teatro sepan transmitir también al público de Buenos Aires su pasión y su alegría de hacer música, así como lo hacen en nuestro País y así como hicieron en todos los lugares donde han tocado en estos años como por ejemplo: en la sala de la ONU en New York en 2014. Este es el difícil y maravilloso trabajo de un músico: restituir a todos nosotros que escuchamos trabajos maravillosos escritos tan extraordinarios compositores en más de 4 siglos de historia, de otra manera estas partituras no tendrían vida.
Por Maxi Luna.