50° aniversario del Ballet Estudio, fundado por los Maestros Olga Ferri y Enrique Lommi. Allí destacados bailarines internacionales y nacionales tomaron, ensayaron y dieron clases en sus salones. Entre otros: Rudolf Nureyev, Margot Fonteyn, Paloma Herrera. Aquí hablamos con Marisa Ferri, sobrina de Olga y coordinadora del Estudio.
Por Carolina Lázzaro.
Contanos sobre la vida de Olga Ferri, de tu vínculo con ella, y de cómo fue la creación del estudio.
Olga Ferri es una mujer que dio su vida a la danza. Empezó a bailar de muy chiquita. Mis abuelos les preguntaron a sus dos hijos qué querían ser cuando fueran grandes. “Yo quiero ser bailarina” dijo Olga y mi abuela la llevó directamente al Colón. Y mi padre dijo que quería ser músico. Y fue pianista. Los dos se dedicaron desde chiquitos a realizar el sueño que tenían.
Así que Olga entró al Colón, donde fue primera bailarina. Después, por un año y medio y se fue a vivir a Londres, donde fue primera bailarina también. Finalmente decidió volver al país.
Fue madre grande, a los cuarenta años. Y luego de eso, fue elegida por Nuréyev para el estreno de Cascanueces en la Argentina. Ese fue sin duda el evento más importante en la carrera de Olga.
En el año 1970 crea Ballet Estudio, que está actualmente en el mismo lugar, Marcelo T de Alvear 1435.
Ella fue mi maestra, fue mi mentora, fue la persona en quien confió y también supo ver en mí la sucesión de la responsabilidad de manejar lo que es toda el área infantil, que es iniciación a la danza. Yo empecé a enseñar a los dieciséis años y ella me puso en el grupo más difícil: enseñar a bailar a niños de tres, cuatro, cinco años. En fin, me liga una relación familiar y a su vez como maestra, por eso no puedo ser objetiva ¿no? Tuvimos una relación de muchísimo amor, cariño y familiar así que qué te puedo decir… Mi segundo nombre me lo puso ella. En realidad, ella quería que me llamara Olga, y mi padre me puso Marisa Olga. Así que yo llevo su nombre. Me enseñó a enseñar. Y toda mi vida estuve en este estudio, recorriendo los mil vericuetos de la danza. Aquí aprendí todo.
¿Cómo les fue en este periodo de cuarentena, con todos los avatares que habrán debido sortear en este tiempo de pandemia…?
Realmente nunca me hubiera imaginado que podía tener una escuela on line. De un día para el otro se cerró el estudio, y en una semana tenía funcionando un Ballet Estudio on line. La verdad que fue una experiencia increíble, porque era impensado que se podía realizar clases en las casas. Pero bueno, toda la gente se fue animando, cada alumna se fue comprando su barra, su tapete, se corrieron los muebles del living, y la verdad fue una experiencia increíble. Aún hoy yo sigo dando las clases on line, aunque también damos las clases presenciales. Hay mucha gente que vive en el exterior. Yo tengo alumnas de París, de Brasil, de Inglaterra, gente de todo el mundo, que siguen tomando sus clases on line. Esto facilitó también que toda la gente de Argentina, chicas de Tierra del Fuego, Mendoza, La Pampa, Salta, estén tomando clase, de forma remota. Realmente nos acerca muchísimo, en vez de distanciarnos.
Por el estudio pasaron grandes personalidades de la danza, ¿qué recuerdos o anécdotas tenés, que puedas compartirnos?
En este estudio entraron personalidades importantísimas, como Nuréyev y Margot Fonteyn, fue impresionante verlos entrar, tenerlos en el estudio. Antonio Gades, Raffaella Carrà, Andrés Percivale… Se filmaron películas; infinidades de comerciales. Se hicieron ensayos de los grandes musicales: desde Piaff, hasta El Beso de la Mujer Araña, Chicago; Mora Godoy, Alfredo Arias con Ana María Stekelman. Documentales como el de Herman Cornejo para Canal (á), audiciones para Cirque du Soleil o Royal Caribbean. Se dieron seminarios, como los de Alvin Ailey o del Joffrey Ballet. Toda la compañía de la Ópera de París ha venido a ensayar al estudio, la del Royal Ballet también. Han venido compañías enteras a ensayar acá.
Bailarinas como Paloma Herrera, Marianela Nuñez, Ludmila Pagliero, Marcela Goicoechea, Sofía Menteguiaga, Mora Godoy, Carolina Agüero, Macarena Giménez, por nombrar algunas, fueron alumnas de Olga Ferri.
Marianela (Nuñez), Ludmila (Pagliero), Paloma (Herrera) han tenido a Ballet Estudio como lugar y punto de encuentro. Estas tres bailarinas han tenido un vínculo con Olga desde niñas, por eso vuelven al estudio y las puertas están abiertas.
Cuando el Colón decidió sacar a la escuela (ISATC) de adentro del teatro, no tenían adonde llevarla, entonces alquilaron el estudio y durante tres o cuatro años venía la escuela del Colón al estudio, durante toda la mañana.
Han venido todos los integrantes de las galas de ballet de Buenos Aires. Bailarines de todo el mundo. Siempre las puertas han estado abiertas, y siguen estando. En este momento, la primera bailarina del Teatro Colón, Macarena Giménez y su marido vienen a entrenar acá, en forma particular. Ha sido muy emocionante.
Hicieron algún evento para conmemorar estos 50 años de Ballet Estudio?
Sí, se hizo on line. Yo hice entrevistas a todas las primeras figuras que pasaron por el estudio, las ex alumnas, Y después hice un evento cerrado on line donde todos estuvieron invitados, y fue muy lindo. Con el acompañamiento de Patricia Casañas que es la persona más idónea que conozco en relación a la historia de la danza y del ballet. Ella fue la coordinadora de todas estas entrevistas importantísimas.
Y hoy tenemos la escuela abierta, con lo cual tenemos dos escuelas simultáneas, una es la presencial y otra virtual. Para mí dirigir esta escuela, con mis veinte años de dirección, es muy satisfactorio, han pasado muchísimas cosas en este tiempo, pero lo que ha pasado este año marca un antes y un después. Estamos cumpliendo 50 años con muchísima alegría y esperanza, de que todo esto pase y que la fuerza de la danza siga uniéndonos, porque fortalece el cuerpo, el alma y el espíritu.