Entrevista a Lise de la Salle: «Quiero mantener mi repertorio abierto y crecer con él»

pianista lise de la salle

Ph. Stéphane Gallois

Como anticipo de su esperado concierto, la pianista francesa Lise de la Salle comparte con nosotros las expectativas para el próximo reencuentro con el público del Teatro Colón, en el marco de la 71º temporada del Mozarteum Argentino.
Durante nuestra conversación, profundizamos en el Concierto para Piano N.º 2 de Chopin. Además, exploramos su formación musical, hablamos de su disco «When do we dance?» donde interpreta obras de Ginastera y Piazzolla, y nos adelanta sus planes futuros.

Por Virginia Chacon Dorr

Con una trayectoria internacional de casi dos décadas, Lise de la Salle ha sido galardonada por sus destacadas grabaciones discográficas y ha cautivado al público en las principales salas de concierto del mundo. Considerada una de las pianistas más notables de su generación, ha colaborado con las orquestas más relevantes de Estados Unidos, Europa y el Extremo Oriente.

En la tercera función de la temporada del Mozarteum Argentino, se presentará junto a la Orquesta de Cámara de Múnich bajo la dirección del talentoso Rodolfo Barráez. El programa incluirá obras magistrales como «Langsamer Satz» de Anton Webern, el «Concierto para piano y orquesta n.º 2 en Fa menor, Op. 21» de Frédéric Chopin y la «Serenata para cuerdas, Op. 22» de Antonín Dvorák.

-Tu debut en el Teatro Colón fue en 2019, justo antes de la pandemia. ¿Cuáles son tus expectativas para este reencuentro con el escenario y el público?

-Estoy realmente emocionada porque tengo un maravilloso recuerdo de mi concierto en el Teatro Colón. La primera vez que estuve allí entendí los motivos de la gran reputación que tiene el Colón en todo el mundo, es un lugar muy mágico y especial, tiene una acústica maravillosa. Además, me encantó la gente, lo pasamos muy bien y fue muy especial. Así que estoy feliz por esta segunda experiencia, después de toda la locura de la pandemia, y contenta de disfrutarla junto a la Orquesta de Cámara de Múnich y al Maestro Rodolfo Barráez.

-Siguiendo la temática del programa, el Concierto para Piano Nro. 2 de Chopin es una pieza icónica en el repertorio del piano. ¿Podrías destacar algunos aspectos que encuentres cautivadores sobre esta composición?

-Este concierto es, tal vez, una de las obras para piano románticas más esenciales. Me parece interesante tocarlo porque tiene algo así como… ¿Cómo decirlo? La gente imagina las obras de Chopin con un trabajo muy virtuosístico y espectacular, lo cual es cierto. Pero también tienen muchas otras cosas que expresar, mucha delicadeza y ternura. Chopin fue un compositor, un intérprete y una persona muy elegante y frágil, en cierto sentido, es interesante poner eso en contexto para esta pieza. Especialmente en el último movimiento hay un sentido de ligereza, que lo aporta la danza, y el segundo movimiento es extremadamente hermoso y delicado, como una hermosa aria para soprano.

-Es una obra que explora profundamente la sonoridad del instrumento…

-Algo que puedo decir sobre este concierto es que realmente está escrito para destacar el piano. Hay algunas partes muy hermosas para la orquesta, pero la mayor parte está destinada a colocar el piano en el papel principal. A veces puede ser difícil encontrar la conexión entre el solista y la orquesta; allí es cuando me sirve intentar pensarlo como música de cámara, como si estuviéramos tocando todos juntos. Realmente quiero interpretarla y expresar la intimidad de esta pieza ante el público del Colón.

-En tu disco When do we dance? interpretás obras de Ginastera y Piazzolla, entre otros compositores de distintas latitudes. Contanos cómo fue armar ese disco, que fue lanzado en 2021 cuando aún la pandemia era un problema presente.

-Deseaba encontrar una temática que pudiera conectar las piezas que quería tocar. Cuando pensé en ello, lo primero que encontré en común entre la danza y la música es, por supuesto, el ritmo. Y el ritmo lo encuentro como una imagen de la vida: puede ser balanceado, relajado, agitado o muy marcado. En la vida tenés el ritmo del corazón que expresa el pulso de la vida. Lo segundo que encontré en común es el movimiento, que también es esencial tanto para la música como para la danza y para la vida. Así que nuevamente, puede ser rápido, suave, brutal, o alegre… pero necesitas estar en movimiento de alguna manera para crear vida. Eso fue lo que realmente estaba al principio de mi idea. Luego fue una cuestión de qué elecciones tomar: decidí hacer un tour du monde, y me enfoqué en un solo siglo, que para mí es el período más fascinante en la historia del arte, no solo en la música, sino en todas las artes, como la literatura, la danza, el teatro, la pintura. Este es el periodo que abarca desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, desde 1850 hasta 1950, con la aparición del jazz y todas las revoluciones en las artes, los nuevos estilos que rompieron barreras y crearon nuevas armonías y nuevas estructuras. Todo eso me pareció fascinante.

-Tenés un vasto repertorio en tus manos, con tu gran técnica podés abordar prácticamente lo que te propongas estudiar. ¿Hoy considerás que tenés afinidad especial con algún compositor o compositora? De esa afinidad que una dice “esto lo escribió para mí”.

-Tengo muchos favoritos, por muchos siento eso (risas). Me siento muy afortunada porque la música para piano es tan vasta y tan grande, que prácticamente no me veo en la necesidad de elegir.

Un día puedo tocar obras de Mozart, al día siguiente puedo tocar de Rachmaninoff, y luego puedo tocar de Beethoven, o Schumann. Así que, por supuesto, tengo mis favoritos, pero no tengo realmente un favorito. Si hablamos de compositores que me llegan directamente al corazón mencionaría a Mozart, Rachmaninoff y Beethoven. Esos son mis tres favoritos, pero también adoro a muchos otros y tengo la suerte de poder tocarlos. No quiero especializarme, quiero mantener mi repertorio abierto y crecer con él.

integrantes de la orquesta de cámara de munich
Lise de la Salle se presentará junto a la Orquesta de Cámara de Múnich. Ph. Sammy Hart
-Hablemos un poco de tu formación, sabemos que has estudiado con Pascal Nemirovski entre grandes formadores. Si tuvieras que decir qué personas o cosas influyeron en tu formación directamente, ¿qué te viene a la mente?

-Sí, en términos de mis maestros, mencionaste a Nemirovski, y definitivamente aprendí mucho de él. Pero tengo que decir que para mí fue central escuchar muchas grabaciones antiguas y ver muchos videos de los grandes maestros. Una vez que aprendí la técnica de mi maestro, ya tenía las herramientas en mis manos para aprender escuchando a los grandes intérpretes. Escuchando, y viendo muchos (muchísimos) videos en internet, aprendí cómo construir una frase musical, cómo crear distintas emociones, acercarme a distintos estilos y tradiciones. Esa fue mi educación más efectiva porque lo hice por mí misma, no fue algo que me dijeron que hiciera, sino algo que descubrí, disfruté y creé por mí misma con mi propio gusto y mi propia personalidad.

-Es un gran consejo para las personas que se encuentran hoy formándose en la música.

-¡Sí! Siempre escuchar mucha música y escuchar a los mejores. Hoy están en todas partes, los videos son gratuitos, y creo que si escuchás bien y con interés podés gozar de la mejor educación. Por supuesto que necesitás un buen maestro, pero una vez que tenés las bases para explorar y buscar lo que querés tocar y cómo querés tocarlo, podés lanzarte a descubrir a los grandes maestros para luego crear tu propio estilo.

-Tener tantas grabaciones disponibles es maravilloso, pero eso también puede traer el problema de las comparaciones. En ese sentido, ¿qué opinás sobre la idea de que existen “versiones definitivas” de ciertas obras?

-Estoy completamente en desacuerdo. No creo que haya una versión definitiva ni siquiera en un mismo intérprete. Por ejemplo, imaginá que voy a un concierto mañana por la noche. En ese momento de escucha estoy completamente convencida de que la pieza musical debe ser tocada de esa manera específica, y no hay ninguna otra forma posible. Pero al día siguiente puedo escuchar la misma pieza por otro músico y puedo sentir lo mismo. Aunque sea diferente, cada interpretación puede generar la sensación, en el momento en que la escucho, que así debe ser interpretada.

Lo que quiero decir es que lo que realmente importa es que los intérpretes me convenzan. Por supuesto, será diferente para cada persona, y eso es lo grandioso. Esa es la magia y la diversidad, y por eso no me gusta ese tipo de moda en la que todos tenemos que tocar de la misma manera. Deberíamos cultivar nuestras diferencias, y lo pienso sobre la vida en general: deberíamos aprender de las sensibilidades de los demás y no tratar de ser todos iguales.

-Antes de despedirnos me gustaría que me cuentes cómo sigue tu año después del concierto en Buenos Aires.

-Después de Buenos Aires continuamos la gira por Latinoamérica, iremos a Montevideo. Luego regreso a Europa donde daré una serie de recitales. Luego viajo a Estados Unidos para tocar en el Festival de Música de Aspen. Después voy a Japón y Hong Kong, donde daré recitales y clases magistrales. Y luego vacaciones… espero (risas).

La Orquesta de Cámara de Múnich dirigida por Rodolfo Barráez con Lise de la Salle como solista el lunes 26 de junio a las 20 hs. en el Teatro Colón.

Entradas y más información en: https://www.mozarteumargentino.org/concierto/orquesta-de-camara-de-munich-2022/

La entrevista a Lise de la Salle fue tapa de la revista Música Clásica 3.0 #46 – Junio 2023

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