En Madrid, una cuidada conferencia de prensa por los 50 años de Les Luthiers

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Casa de América, ubicado en el onírico Palacio de Linares, poblado de leyendas, misterios y fantasmas, esos mismos sobre los que me preguntan los integrantes de Les Luthiers, subiendo en el ascensor a su rueda de prensa, es el hogar habitual para todos aquellos que provienen o se ocupan del territorio americano, tan ligado a España por diferentes motivos a lo largo de la historia pasada y presente. Creadores, artistas, diplomáticos y políticos, ciudadanos del mundo, tienen allí un lugar hermoso donde comunicarse y crear. Un espacio ideal.

Es un consorcio creado en 1990 e integrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid.

Coincidiendo con los actos del Quinto Centenario de la llegada a América de Cristóbal Colón y de la capitalidad cultural europea de Madrid, el Palacio de Linares se reabrió, tras una rehabilitación llevada a cabo por el arquitecto Carlos Puente Fernández, como Casa de América, un centro destinado al intercambio cultural entre España y el nuevo continente. Con este fin, el centro organiza numerosas exposiciones, debates, presentaciones, conferencias y cursos.

El veterano conjunto argentino Les Luthiers acaba de presentar su nueva gira ¡Chist! Antología, una recopilación de lo mejor de su repertorio. "El balance de todos estos años es increíble, cuando empezó esto nadie creía que un espectáculo así durase", confiesan Horacio Turano y Martín O'Connor, dos de los actuales miembros del grupo.

En la actualidad Les Luthiers son: Horacio Turano, “Tato”, Carlos Núñez Cortés, Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Carlos López Puccio y Martín O'Connor. El llorado Daniel Rabinovich, uno de los miembros más activos de estos “payasos elegantes”, como ellos mismos se definen, falleció en agosto de 2015. Sus compañeros todavía intentan superar el duelo que les causó su desaparición, igual que el cercano abandono del conjunto de Carlos Núñez Cortés, que, con 75 años cumplidos, ya desea descansar. “Pero para para eso está el diván…” agregan convencidos.

¿Y cuál es la clave de su éxito? "Nunca hemos caído en la tentación de ir a lo fácil, como pasa ahora con el humor", aseguran. Todo ello les ha llevado a recibir el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2017, el próximo mes de octubre, que para ellos supone un "gran reconocimiento".

El protocolo, que permitió a un representante de la Fundación del premio viajar expresamente a Buenos Aires para explicarles la ceremonia, los dejó sin habla. Hacía diez años que estaban propuestos para el galardón, pero todo llega.

Les Luthiers son famosos por su capacidad lingüística y filológica, su trabajo corporal refinado para el humor “que no es lo mismo que el humorismo destacan”, sus juegos de palabra, el doble sentido, la parodia inacabable. Tienen un talento natural y un don para manejar e inventar todo tipo de instrumentos y planean y bucean a la vez sobre todo el repertorio de la música clásica, los estilos, las épocas, los compositores.

Cuando les pregunté en la rueda de prensa por la importancia de este repertorio clásico en su trayectoria, me contestaron tres de ellos con mucho interés y terminamos riéndonos juntos, cuando les dije, “La música clásica y dentro de ella, la ópera…todavía me acuerdo de aquel

imborrable “voglio intrare per la finestra…”, “que tenía algo de Rossini”, aclaró Carlos López Puccio.

“Una de nuestras características es que no hacemos humor de temas locales, es un humor de temas generales fuera del tiempo para que perdure …”, El humor forma parte de la zona luminosa de la vida”, confiesa Marcos Munstock, que siempre se toma muy en serio, no solo su condición de Luthier (luthier), sino también las circunstancias de esta peculiar rueda de prensa madrileña.

Les Luthiers están ya de gira por España, con ¡Chist! Antología, con la que estuvieron en Sevilla y, desde el día de la rueda de prensa en Casa América hasta el 24 de septiembre en el Palacio Municipal de Congresos en el Campo de las Naciones, para seguir a continuación a Salamanca (Centro las Artes Escénicas y de la Música, 26 y 27 septiembre) y Mérida (Teatro Romano, un sitio arqueológico verdaderamente excepcional, el 29 septiembre). Un espectáculo de dos horas, recordando su trayectoria de cinco décadas y los gags que se han convertido hace tiempo en patrimonio universal de la lengua española (y otras), pero incorporando nuevos hallazgos.

No hace faltar recordar a sus seguidores, algunas de sus obras más conocidas, ahora en la antología que se presenta, como La hija de Escipión, La bella y graciosa moza marchóse a lavar la ropa, El bolero de los celos, Manuel Darío o Por humor al arte.

Last but not least, después de la conversación con los medios y las fotos en los jardines de casa América, una maravillosa tarta de chocolate con un fondant muy porteño y unas copas, en uno de los maravillosos salones del Palacio de Linares, que hicieron las delicias de la prensa, no siempre acostumbrada a estos agasajos, coincidentes con un mediodía de sol glorioso (un adjetivo muy de Les Luthiers) en el filo de un otoño europeo que se desliza suavemente hacia el frío.

 

Alicia Perris

 


 

 

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