La letona Elina Garanca, quien de niña soñaba con ser actriz, nos contó acerca de sus inicios, sus deseos y sobre qué es lo que hace falta para ser cantante lírica en el siglo XXI.
Por Maxi Luna para nuestra revista Música Clásica 3.0 Nº6.
¿Cómo fueron tus inicios en la música y cómo llegás al canto lírico?
Crecí en una familia musical, mi padre era director de coro y mi madre una mezzosoprano, pero yo quería ser actriz. Empecé a tocar el piano a los 7 años. Sin embargo mis padres pensaron que algún día podría ser agregada cultural u organizadora de eventos, incluso abogada, sabiendo lo difícil que era ser música, pero fallé en todos los otros exámenes para estudiar algo más, así que como última opción decidí convertirme en cantante. Gracias a Dios, funciona… (risas).
De niña te dijeron que no eras buena para actuar, sin embargo, en la ópera hay mucha actuación. ¿Cómo te llevas con ese aspecto y qué le dirías a esa profesora hoy?
Le diría: «Gracias por no aceptarme en la escuela de actuación».
En lugar de ser probablemente una actriz en un mundo teatral letón, me he convertido en una cantante de todo un mundo clásico. Y de hecho, he tenido experiencias increíbles al trabajar con grandes directores que también provienen del mundo del teatro dramático y he podido vivir el sueño de mi infancia en todo su esplendor: ¡ser actriz en los mejores escenarios de ópera del mundo, ya sea la Scala, el Metropolitan o en Viena!
“He podido vivir el sueño de mi infancia en todo su esplendor: ¡ser actriz en los mejores escenarios de ópera del mundo, ya sea la Scala, el Metropolitan o en Viena!”
Probaste muchas profesiones y actividades hasta que finalmente encontraste tu vocación. ¿Cómo te marcó esa capacidad de búsqueda y perseverancia constante en tu carrera como cantante?
Un artista nunca está listo, siempre hay una frase que podemos hacer diferente, un ritmo que podemos cambiar o una palabra que podemos pronunciar de manera diferente a la noche anterior. Así que nunca podés dejar de mejorar y buscar nuevas aventuras. Me aburro bastante rápidamente de las mismas cosas, de modo que una parte del personaje siempre me impulsa a buscar y buscar nuevas inspiraciones y desafíos. Me encanta trabajar con diferentes colegas y siempre trato de ajustarme a lo que tengo a mi alrededor.
¿Cómo te marcó profesional y humanamente tu experiencia de estar lejos de tu hogar a los 21 años?
Fui muy independiente desde mi infancia y nunca tuve problemas para estar sola. No necesito compañía para sentirme feliz. Pero a veces es duro irte a otro país porque, aunque es excitante convertirte en el rey de tu propia vida, o no tener la obligación de decirle a tus padres a qué hora volverás a casa, también te asusta. De pronto todas las decisiones que tomas tienes que hacerlas por tu propia cuenta. Y a veces, da miedo. Pero aprendí a defenderme, aprendí de mis propios errores y tuve muchas experiencias en muchos escenarios también, sin que la mayoría de los críticos lo descubrieran.
¿Qué se necesita para ser una buena cantante lírica en el siglo XXI?
Voz y personalidad. Lo mismo que para el siglo XX. Aunque hoy en día, también tenemos que agregar “look”, integración social, idiomas, pero aún así, no conozco a ningún artista cuya decisión de convertirse en cantante se haya guiado en primer lugar por el “look”. Todos sentimos que cantar es la mejor manera de comunicarnos con el mundo, y una vez que tienes ese impulso, haces todo lo posible para convertirte en cantante y, con suerte, te conviertes en uno exitoso. Gran parte del éxito también son las coincidencias y simplemente, el destino.
¿Ya has encontrado tu voz o es algo que está en constante evolución?
Encontré mi voz cuando empecé a estudiar. Sabía que era una mezzosoprano desde el principio de mis días. Pero mi voz está en evolución. La formo y la desarrollo. La coloreé y la domestiqué. La escucho y ella me guía. Me escucho a mí misma y a mis deseos artísticos e intento hacer que funcione con la voz y con la visión que tengo para mí.
“Mi voz está en evolución. La formo y la desarrollo. La coloreo y la doméstico. La escucho y ella me guía”
¿Cuál es tu papel favorito y por qué? ¿Qué papel que aún no has interpretado te gustaría interpretar?
No puedo decirte mi papel favorito. Porque cada uno de ellos tiene diferentes partes y desafíos y dan satisfacción de una manera diferente. Siempre he soñado con Amneris (Aída) y lo he considerado como la cima de mi carrera. Y será posible el próximo año -en marzo 2020- por primera vez (Nota de editor: Lamentablemente se tuvo que suspender por la pandemia). Es un poco emotivo ya que adoro esa ópera desde el principio, pero me pregunto: ¿qué voy a hacer después? Pero por otro lado, he estado cantando en el escenario de manera profesional durante 20 años y si tengo suerte todavía tengo 10 años por delante. Si no lo hago ahora, ¿cuándo lo haré? Siento que no tengo nada que perder ahora.
¿Qué consejo le darías a los jóvenes estudiantes de canto?
Sé honesto contigo mismo y reconoce tus puntos fuertes y débiles. Comprende por qué quieres se ser cantante: ¿música, fama, dinero? Nunca confíes en un solo profesor, prueba con diferentes enfoques. No permitas que nadie te ponga en una «caja» de convertirte en «cantante de Mozart», «cantante de Strauss» o similar. Regístrate y escucha tu voz e intenta identificar tus problemas. Y si sientes que te has detenido en tu desarrollo, busca nuevas ideas. Pero después de todo, también está preparado para que a veces el destino tenga otros planes para vos y no te conviertas en un cantante famoso y que tu verdadera vocación sea otra cosa.
“Gran parte del éxito también son las coincidencias y simplemente, el destino”
Sabemos que tienes mucha conexión con la música española. ¿Y el tango argentino?
Si hay algo que espero de este viaje a Sudamérica (Nota de editor: la entrevista fue realizada en junio del 2020) es aprender a bailar Tango argentino, visitar sus tabernas y experimentar el verdadero ambiente y la pasión de su gente. Beber un poco de Malbec o Fernet y a la mañana siguiente despertarme acompañada…(risas).
Leer la versión completa aquí:
https://www.yumpu.com/es/document/view/62695938/musica-clasica-30-n-6
Leer también: El arte de conmover, entrevista a Diana Damrau