El mundo de la música clásica lamenta la pérdida del director japonés reconocido mundialmente, quien falleció a los 88 años en Tokio.
Ozawa ha fallecido a la edad de 88 años en su residencia en Japón, a causa de un fallo cardíaco, según informó la cadena de noticias NHK. Había estado retirado desde 2010 debido a un tratamiento contra el cáncer de esófagoque logró superar, pero no le permitió retomar actividades intensivas. Tuvo una última aparición en escena en el año 2022, dirigiendo la obertura ‘Egmont’ de Beethoven dedicada -en retransmisión- a un astronauta japonés en la Estación Espacial Internacional.
A lo largo de su distinguida carrera, Seiji Ozawa fue uno de los directores más influyentes y respetados en el mundo. Comenzó su ascenso en 1959 al ganar el concurso de dirección de Besançon en Francia, seguido por el Premio Koussevitzky en Tanglewood. Trabajó como asistente de destacados como Herbert von Karajan y Leonard Bernstein, antes de asumir roles principales en orquestas como la Sinfónica de Toronto y la Sinfónica de Boston.
Su repertorio incluía obras de Schönberg, Stravinsky, Bartók, Messiaen y Tōru Takemitsu, entre otros. Era reconocido por su meticulosa atención al detalle y precisión. La fascinación de Ozawa por la ópera marcó de su carrera, con producciones y grabaciones de obras de Puccini y Tchaikovsky, así como el estreno absoluto de la ópera «San Francisco de Asís» de Messiaen en 1983.
La despedida de la Deutsche Grammophon
Desde redes sociales el famoso sello alemán despidió al Maestro:
«Nos llena de una tristeza increíble el hecho de que Seiji Ozawa, uno de los más grandes genios musicales de nuestra época y el último maestro del sonido sensual, haya fallecido. Su rico y perdurable legado discográfico en Deutsche Grammophon ha abarcado más de medio siglo, con destacadas orquestas en tres continentes y abarcando tradiciones musicales tan variadas como las escuelas estadounidense, austro-germana, francesa y rusa. Se le extrañará enormemente. Adiós Maestro.»