El Teatro Colón transmitió, a través su canal de YouTube, uno de los ballets predilectos del gran público: Lago de los Cisnes, creado hacia finales del Siglo XIX, en base a la música de Piotr Ilich Tchaikovsky. Una reversión coreográfica de Mario Gallizi, y la dirección musical del maestro Darío Domínguez Xodo.
La fución continúa disponible de manera online.
Por Carolina Lázzaro/Luz Lassalle.
El Teatro Colón transmitió, a través su canal de YouTube, uno de los ballets predilectos del gran público: Lago de los Cisnes, creado hacia finales del Siglo XIX, en base a la música de Piotr Ilich Tchaikovsky. Una reversión coreográfica de Mario Gallizi, y la dirección musical del maestro Darío Domínguez Xodo.
Esta iniciativa del Gobierno de la Ciudad, dentro del contexto de aislamiento social preventivo -que llevó el pasado 12 de marzo a suspender todas las actividades con público en los teatros municipales- se conjuga con la rutina del Teatro de transmitir la última función de sus ciclos, los días domingos, en vivo. El objetivo expresado por los directivos del Teatro es que, en tanto se mantenga la suspensión de actividades artísticas con público, “la cultura siga siendo el puente que nos enriquece y nos une”. Compartiendo los contenidos a través de los hashtags #QuedateEnCasa #CuidarteEsCuidarnos #CulturaEnCasa para todo/as lo/as usuario/as de redes sociales. Con una enorme repercusión, llegando a más de 15.000 espectadore/as durante la transmisión desde el canal de YouTube del Teatro.
En esta ocasión, la función elegida fue la del 2 de julio de 2017, con Nadia Muzyca y Juan Pablo Ledo en los roles protagónicos. Con un enorme despliegue escenotécnico, como nos tiene acostumbrado/as el Teatro Colón, si bien la cantidad de iluminación fue insuficiente para la toma televisiva. Esto es algo lógico, teniendo en cuenta que la puesta de luces está pensada en función del público espectador in situ. También, un primer acto con algunos traspiés, que se pudieron percibir por la posibilidad de verlo en directo.
Es que, como todo, la iniciativa tiene sus pros y sus contras: por un lado la posibilidad amplia para ver el espectáculo, abierto a todo público, desde cualquier punto geográfico, pero por otro, deja en descubierto ciertos inconvenientes que al buen ojo técnico se pueden ver como imperfecciones o descuidos. Los cuales, obviamente, son propios de cualquier función, y podrían pasar desapercibidos en la misma, pero no así en un momento filmado y retransmitido. De todas maneras, el elenco, nunca perdió su esencia artística y llevó adelante una excelente función. Como siempre, un cuerpo de baile impecable ajustado a las exigencias de recorridos coreográficos, con la gracia y la consolidación propia de un ballet estable. Y, como no podía ser de otra manera, el acto blanco fue mágico y hermoso. Aunque no podemos dejar de mencionar el final trágico y accidentado, en todo sentido, que le pone fin a los dos personajes principales.
Capítulo aparte merecen los comentarios ocasionales de los espectadore/as en vivo, desde saludos y agradecimientos de diversos lugares de América, como Perú, Venezuela, Uruguay o Los ángeles, hasta comentarios de lo más descolgados, que, por lo graciosos, hacían perder el hilo de la obra: “Ya, ¿cuándo aparece Batman?” , “Qué buena que está la de blanco” o“Está tronando acá en Vicente López”. No faltó quien hiciera críticas desmesuradas (que no vamos a compartir) y quien llamó a recato: “Para aquellos que hacen comentarios horribles, no miren, ignorantes!”.