“El esqueleto de la ópera italiana pero con ladrillos porteños” Entrevista a Martín Palmeri

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Dentro del marco del I Congreso latinoamericano sobre Arte Lírico, que se llevará en Buenos Aires, el sábado 29, seremos testigos del pre estreno mundial de la ópera Stefano del compositor Martín Palmeri, con dirección musical del Maestro Pablo Boggiano y con una participación especial de la soprano japonesa Ayako Tanaka en rol de Radamés.

Palmeri, reconocido principalmente por la creación de la llamada Misa de Buenos Aires o Misa tango, nos cuenta aquí de su nuevo proyecto, basado en el grotesco homónimo de Armando Discépolo y del cual se presentarán los fragmentos más relevantes a pedido del compositor, como una pre estreno.

 

Contanos acerca de Stefano… ¿Se trata de un encargo o de una elección tuya?

Una elección mía. Es una obra que empecé hace 15 años, después de Mateo. Pero es muy difícil imponer este tipo de obras tanto en los elencos más tradicionales como en los de música contemporánea porque queda en el medio de ambas. Además es muy costoso y como tengo mucho trabajo con mis obras sinfónicas-corales, ha quedado un poco postergado. Pero, en este caso, Victoria Roldán vio que estábamos trabajando con Pablo Boggiano en Viena y despertó un nuevo interés.

 

¿Cuáles son sus características musicales y dramáticas?

Las características son similares a la ópera italiana de la segunda mitad del siglo XIX, un verismo italiano desarrollado en la Argentina con los inmigrantes. Es lo que a mí me atrapa porque son los han hecho un aporte muy importante al tango desde lo musical. Muchos dicen que son pequeñas óperas, algunos tienen un vuelo lírico similar a un aria de ópera. Traté de juntar estas corrientes musicales y el desarrollo que tuvo el tango con la tradición del verismo italiano, tratando de imitar la estructura, el esqueleto pero con ladrillos porteños o argentinos, que son todos los elementos constructivos del tango.

 

Al igual que Mateo está basada en una obra de Armando Discépolo ¿Qué es lo que te atrae de este autor a la hora de ponerlo en música?

“El último organito”, “Mateo” y “Stefano” son un tríptico de Armando Discépolo, aunque ha habido una mano importante de su hermano Enrique, de hecho El último organito lleva la firma de los dos. Mateo y Stefano solamente por Armando pero se sabe que hay muchas cosas que fueron hechas por Discepolín. Lo que me atrae es el lenguaje, el costumbrismo que tienen estas obras, que son netamente argentinas, a pesar de que involucra a muchísimos extranjeros. Es el Buenos Aires de los años 20, que es donde el tango empieza un período muy interesante.
Por otro lado, el teatro me brinda la posibilidad de tener texto, que hoy en el tango la creación de nuevos textos es muy difícil. Ha habido tantos buenos que hay una especie de parate en la parte poética del tango. El musical es un poco más fácil porque la música es más abstracta y a mí me permite ir un poco al pasado y tener esos textos para poder musicalizarlos de una manera tanguera.

 

Entre Mateo y Stefano han pasado varios años, ¿cómo ha sido tu evolución como compositor en este tiempo y qué diferencias hay?

Como dije antes, la empecé a escribir apenas terminé Mateo, que venía muy embalado. Después, con los años, y viendo que Mateo tenía muchas dificultades lo fui dejando, abandonando. Hasta ahora que la estoy retocando, y si bien falta terminar el segundo y tercer acto, la música está prácticamente toda. Falta orquestar, darle forma final a cada uno de los momentos pero continúa la línea de Mateo, y la mayor parte fue escrita hace 15 años más o menos.

Por lo cual es un pre estreno porque no está la ópera completa, así que va a ser una especie de muestra. Para la premiere habrá que esperar hasta la próxima. Ya hay planes.

 

Se da en el marco del  I Congreso latinoamericano sobre Arte Lírico ¿Qué no podés contar acerca de esta particular propuesta?

Es muy importante que se empiece a hacer. Creo que hoy ya se puede hablar de una ópera latinoamericana, hay muchos títulos en muchas épocas; el problema es que nosotros somos muy desorganizados y las producciones no tienen apoyo. Si hubiera apoyo, se podrían hacer más cosas, pero todo se hace remando. Es una lástima. pero es así.

Igual todo el que tenga el impulso de escribir una obra de teatro musical, no hay forma de pararlo. Yo lo tuve siempre, después paré porque tenía mucho trabajo y si no se puede realizar, no dan ganas de seguir. Sobre todo si en otros géneros musicales se puede trabajar, pero habría que brindar un poco más de apoyo a los compositores latinoamericanos. Y este Congreso es un paso enorme.

 

No se trata de tu primera colaboración con Pablo Boggiano, ¿cómo surge esta sociedad?

A Pablo lo conozco desde hace muchos años. Él es un luchador de la música argentina y latinoamericana, así que es natural que nos hayamos juntado. Tenemos intereses comunes y siempre creyó en lo que yo escribo. Hay muchos puntos de comunión y  trabajando juntos tenemos una manera de pensar la música muy parecida y se dan muchas afinidades que hace que sea una buena dupla de trabajo. Espero que podamos ir creciendo y consiguiendo los recursos que necesitamos para estas producciones, que son siempre dificultosas y costosas.

 

Pasaron 22 años de tu Misa Tango ¿Alguna vez pensaste que esta obra iba a llevar tan lejos?¿Qué es lo que la hace tan atractiva para intérpretes y públicos de todo el mundo?

No, nunca pensé que podía llegar tan lejos. Este año tengo que ir a India, también al estreno en Noruega, y estuve en Marruecos. Empieza a irse fuera de los países centrales de Europa. Hay posibilidades también en Estados Unidos y China. Hay muchos contactos.

Esta obra tiene el mismo texto que se ha usado durante siglos de la misa en latín, pero reformulado en una música totalmente novedosa para los coros. Esto sumado a que los coros están siempre buscando obras distintas para variar sus repertorios, y los directores  necesitan también este tipo de obras: misas jazz o las misas con instrumentos orientales. Hay un montón de países que están haciendo sus misas y es un poco el sello que va teniendo el siglo XXI. Reflotar los colores nacionales de cada país. Así que yo aporté eso y nunca pensé que iba a tener esta repercusión, pero me gusta mucho y la obra es muy bien recibida en todas partes. La combinación de tradición, más novedad es lo que le da ese interés. Además tiene una estructura muy tradicional y siendo una obra moderna llama la atención porque en la segunda mitad del siglo XX -y todavía ahora- ha pasado a un segundo plano.

 

¿Cuáles son tus expectativas para este preestreno?¿Proyectos a futuro?

Mi expectativa es que se pueda empezar a interpretar estas obras, que den trabajo a los cantantes, a los músicos, que se pueda ver, que pueda trascender las fronteras de la Argentina, que de hecho lo está haciendo.Mateo ha sido interpretado más afuera del país que aquí. Que se pueda generar un movimiento argentino o latinoamericano de producciones nuevas. Sé que es muy difícil, pero mi pasión por la ópera está siempre y en la medida en que se puedan hacer, yo voy a seguir escribiendo. Pero es un esfuerzo muy grande escribir una ópera, un trabajo de dos o tres años, y lleva mucha concentración, reflexión y tiempo de trabajo. El costo-beneficio es muy alto, no se puede equiparar. Por lo cual, uno tiende a hacer cosas más cortas. Mi esperanza es que en lo que me queda de carrera, escribir unas cuantas óperas más.

 

 

TEATRO EMPIRE
Hipólito Yrigoyen 1934 
Capital Federal – Buenos Aires – Argentina

Teléfonos: 4953-8254
Web: 
http://www.teatroempire.com
Entrada: $ 550,00 / $ 400,00 – Sábado – 21:00 hs – 28/07/2018 

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