Tras haberse celebrado el concierto del año pasado a sala vacía, en 2022 el histórico concierto tuvo que enfrentar los desafíos que sigue presentando el COVID.
Con alrededor del 50% del aforo, la Sala Dorada del Musikverein de Viena recibió de nuevo al público que tuvo que cumplir con estrictas medidas de seguridad para disfrutar de la velada, entre los que estaban el uso de mascarilla FFP2, pasaporte de vacunación y un PCR negativo de las últimas 48 hs.
Los músicos de la orquesta no fueron la excepción, y varios de ellos fueron apartados del evento por no contar el plan de vacunación necesario para enfrentar la ola de Ómicron en Europa.
El programa incluyó 15 marchas, valses y polcas, un recorrido profundamente vienés (con énfasis en la dinastía Strauss) en el que no faltó El Danubio Azul y la Marcha Radetzky. Antes de los bises, el Maestro Barenboim reconoció el esfuerzo realizado para la materialización del concierto en un contexto tan adverso, y dijo: «Deberíamos tomar el ejemplo de esta comunidad unida, esta es la forma de combatir este terrible virus».
