Dirigido por Cecilia Miljiker, retrata a lo largo de un año a un grupo de niños de 8 a 12 años, desde su ingreso al Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, hasta que bailan por primera vez en nuestro primer coliseo. Aquí podrán leer la reseña del documental y también la entrevista a su directora y a tres de los chicos que participaron en el documental.
La película se proyecta todos los jueves de septiembre a las 21 hs en el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543).
Por Luz Lassalle.
Nos encontramos en la ante sala del CCC (Centro Cultural de la Cooperación) esperando entrar Para ver la proyección del documental "Un año de danza"de Cecilia Miljiker (que seguirá programada en este mismo lugar durante los jueves de septiembre a las 21hs). Nos recibe la misma directora que se encuentra rodeada de gente que se acerca a saludar muy emocionados por esta situación. Resulta que son los padres de aquellos niños que hace unos años ingresaron al ISATC (Instituto Superior de Arte del Teatro Colón) y que hoy, ya son adolescentes.
Con sala llena, comenzó la proyección, entre los espectadores se podían ver unas cuantas niñas con rodete y adolescentes que claramente tenían una amplia formación en ballet.
La película, muy bien lograda, invita al espectador a introducirse en las diferentes situaciones que atraviesan los niños y sus familias cuando comienzan a soñar con pertenecer a esta prestigiosa escuela. Desde el riguroso examen que deben pasar, como así también las exigencias que tienen que sobrellevar para poder permanecer en el instituto, como el agotamiento físico, la exigencia de los docentes, el cambio de ritmo de vida (muchos dejan la escuela y rinden años libres para poder seguir en la escuela del Colón). La vida de estos niños cambia absolutamente al ingresar al ISATC, ya no harán la vida que hace un niño de esa edad y sus familias deberán estar acompañando y apoyando esta carrera.
Todos estos temas se tocan en el documental. Pero también la directora supo captar esos instantes en donde se los ve en su esencia, con esa picardía propia de la niñez, con su creatividad y espontaneidad expresada en una manera natural que captaron las cámaras, todas estas situaciones no se le pasaron por alto a Miljiker y fueron las que despertaron más de una risa entre el público.
El documental es completo, se enfoca en un grupo en particular que ingresa a la escuela del teatro y hace su seguimiento durante un año, se los puede ver en las diferentes clases que tienen durante la formación, pasando por ensayos y función de fin de año. Contiene muchas entrevistas tanto a los niños en cuestión como a sus familiares y alumnos de los años más avanzados. Deja en claro que los chicos y chicas que ingresan a la escuela del Teatro tienen una verdadera vocación marcada y que tienen la capacidad, a su corta edad, de saber que quieren y hacen todo lo posible para lograrlo.
Entrevista a Cecilia Milkijer
¿Qué te motivó para realizar este documental? ¿Por qué "Danza"?
Creo que es porque de chica no estudié ballet ni ningún tipo de baile. Y todas las nenas estudiaban algo. Después de adolescente, a través de una profesora de música, empecé a ir a ver ballet al Colón. Y siempre me intrigó cómo se formaban esos bailarines clásicos.
¿Te encontraste con lo que buscabas o algo te sorprendió?
Fui sin buscar nada en especial, dejé que la escuela me sorprenda. Tal vez fui con un prejuicio que por suerte me saqué, el de que las nenas y los nenes van mayormente por presión de sus padres y no por gusto personal. Afortunadamente descubrí que si los niños no tienen esa vocación desde chicos, por más que los padres los obliguen, no pueden seguir estudiando a ese ritmo.
¿Te enfocaste en alguna temática en particular como la amistad que se genera entre los aspirantes, la disciplina, los sacrificios, las familias o te dejaste llevar por las diferentes situaciones que se iban dando naturalmente?
Me dejé llevar por las diferentes situaciones que se iban dando. Incluso las entrevistas también dejé que sean como un diálogo, no fui con una lista de preguntas hechas.
En todas las entrevistas aparecen madres y hasta una abuela, la figura paterna no aparece…
Había un padre que es muy presente pero le dio timidez hablar a cámara y habló la mamá. Pero por lo general las que más acompañan a los chicos, son las madres.
¿Cómo fue tu relación con los chicos a medida que pasaba el tiempo de realización del documental? ¿Y con los padres y docentes?
Me recibieron muy bien, me ayudaban mucho, eran muy colaboradores. Hasta me ofrecían hacerme espacio para que estuviera más cómoda con la cámara. Los chicos se acostumbraron enseguida a la cámara, y, por suerte, los profesores también. La regente, Guillermina, fue una mano derecha para mí, me ayudaba a organizar todo.
¿En qué año filmaste? ¿Cuántas personas participaron en este proyecto?
Filmé entre 2014 y 2015. El que más me acompañó al rodaje fue el sonidista. Algunos días íbamos con un camarógrafo extra. Después en postproducción, se incorporaron el montajista que tuvo una asistente, editor de sonido y el que hizo corrección de color.
En total, ¿cuánto te llevó hacer el documental?
De filmación: un año y medio. Después, un año y medio más.
¿Se te presentó alguna complicación para disponer de las instalaciones del ISATC??
Por suerte, no. Me dieron acceso libre a filmar donde quisiera. Yo además fui siempre respetuosa y trataba de no molestar.
¿Qué perspectivas tenés a futuro? ¿Profundizar en esta temática u otros proyectos?
Cuando termine con este estreno, retomo un documental sobre el Doble Crimen de la Dársena de 2003, en Santiago del estero. Ya tengo el guión y la investigación (lo pude hacer gracias a un premio del INCAA), ahora debería empezar con la etapa de rodaje.
Entrevista a los protagonistas del documental “Un año de danza”: Juan Martín di Bene, Milagros Perrella y Antonio David Leborans Pons.
Milagros y Antonio entraron a la escuela con 10 años, en cambio Juan Martín ya tenía 12 años. Actualmente Milagros y Antonio siguen estudiando en el Colón. Tienen 15 años. Antonio nos cuenta que a Milagros gracias a su técnica le dieron la oportunidad de rendir dos años en uno. Mili: “Rendí cuarto y quinto año libre, dos años en uno y pasé, ahora estoy en sexto”. Por su parte, Juan Martín nos dice que decidió dejar la escuela del teatro. “Yo dejé a principio del 3º año porque extrañaba mucho, demasiado. Me volví para Santa Fe, para mi pueblo. Sigo bailando y me gusta mucho el teatro”.
Antonio, ¿vos seguís en la escuela, en qué año estás?
Sigo… estoy en 5º. Es re lindo, a mí me encanta aprender ahí, sobre todo con un maestro que nombraron en el documental, Igor, que es excelente la forma en que enseña. El Colón es una escuela muy, muy buena, estoy hace casi 5 años al igual que Milagros, y creo que podemos decir maravillas del teatro.
¿Habían visto la película? ¿Qué sintieron?
Milagros: Sí, la habíamos visto, pero es más lindo, más representativo, verlo después de 4 años porque recordamos esos tiempos y nos juntamos. A Juan no lo vemos y nos juntamos todos para verla, es más significativo.
Antonio: Es algo muy lindo, da mucha nostalgia porque recordamos el principio de todo. Hay un montón de cosas que no recordaba, de hecho en el examen de ingreso ni siquiera me acuerdo que haya estado la cámara mucho tiempo, un recuerdo muy leve de que había una cámara, pero nunca no sentimos incómodos.
Juan Martín: Sí, a parte justo entramos el año en que se grabó el documental…. Fue genial, excelente.
¿Cómo definen la escuela del teatro?
Antonio: Muy disciplinada. Depende del maestro también pero son muy familiares, te cuidan muchísimo, te ven cansado te preguntan si estás bien, si te duele algo, si comes bien, porque obviamente la salud es una parte muy importante. Son muchos los que quieren entrar, en nuestro caso de casi 300 entramos sólo 20, así que es super prestigioso.
Juan Martín: A mi me gustó pertenecer. Yo que soy de pueblo, soy el único que entró al Colón y me dicen: ¿Vos fuiste al Colón?! Fue una linda experiencia. Hermosa experiencia. Conocí mucha gente, hice buenos amigos.
Por Luz Lassalle.