Daniel Goldstein y el legado de la música argentina: entre lo popular y lo académico

Daniel Goldstein - Pianorama Argentino

Desde la creación de la Fundación El Sonido y El Tiempo Internacional hasta la celebración del pianismo argentino a través de proyectos como Pianorama Argentino, su presidente nos habla sobre los valores que guían la difusión de la música, la enseñanza y la fusión entre lo popular y lo académico. Un recorrido por el legado de grandes artistas como Enrique «Mono» Villegas y Saúl Cosentino que presentarán con dos conciertos extraordinarios en la Fundación San Rafael, y la importancia de transmitir conocimiento a nuevas generaciones.

Daniel Goldstein es pianista, pedagogo y un ferviente promotor de la música argentina. En 1992, cofundó la Fundación El Sonido y El Tiempo Internacional, una plataforma que ha trascendido fronteras, no solo para la promoción de la música clásica, sino también para la fusión de lo académico con lo popular, a través de iniciativas como Pianorama Argentino. Su labor ha sido fundamental para crear puentes entre Argentina y el mundo, mediante conciertos, talleres, y festivales que involucran la participación de destacados músicos. Este año, su colaboración con la Fundación San Rafael da vida a dos conciertos que celebran el legado de dos grandes exponentes de la música argentina: Enrique “Mono” Villegas y Saúl Cosentino.

Por Gabriela Levite

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¿Cómo nació la idea de crear la Fundación El Sonido y El Tiempo Internacional?

La idea de crear la Fundación surgió en 1990, cuando viajé a Italia para estudiar y perfeccionarme con el gran maestro y pianista Fausto Zadra, quien había sido alumno del maestro Vicente Scaramuzza. La escuela de perfeccionamiento pianístico de Zadra, tanto en Italia como en Suiza, fue clave para inspirar la creación de la Fundación, influyó profundamente en mí. Su capacidad para organizar y dirigir el Centro Internacional de Estudios Musicales, que combinaba el trabajo grupal, la enseñanza didáctica y la organización de conciertos, me impactó enormemente. Para mí, Fausto Zadra no solo fue uno de los más grandes pianistas, sino también un maestro con una capacidad didáctica y organizativa extraordinaria.

En aquellos años de estudios, viví una experiencia única: eramos grupos de 50 o 60 alumnos, aunque divididos, me permitió apreciar el valor del trabajo colaborativo. Junto a dos grandes amigos y colegas, Marco Giovannetti y Simone Pagani, decidimos desarrollar una serie de conciertos a lo largo del año que unieran historia musical y música en vivo. Finalmente, formalizamos la Fundación el 16 de enero de 1992.  

La Fundación, desde sus inicios, tuvo como objetivo la difusión de la música y el concepto artístico del concierto, no solo en Italia, sino también en otros países. Ese mismo año, concreté la Fundación también en Buenos Aires, Argentina, marcando el comienzo de una fuerte relación italo-argentina. Hoy, 32 años después, la Fundación ha crecido más allá de los conciertos y actividades didácticas con los que comenzó. Se ha convertido en una industria cultural que abarca festivales, audiovisuales y diversas iniciativas culturales, incluyendo intercambios con instituciones, universidades y fundaciones en Estados Unidos y otras partes del mundo.

Pianorama Argentino es una fusión de lo popular con lo académico a través del piano. ¿Cuál es el valor que ven en esta fusión para la música argentina?

En 1998 creamos el espacio músicos.ar, otra de las marcas registradas de la Fundación, con el objetivo de desarrollar y promover la música argentina, tanto de compositores actuales como de aquellos que ya no están. El maestro José Bragato, quien había creado el archivo de música argentina en SADAIC, fue el padrino del proyecto, y se sumaron otras figuras importantes como José Luis Castiñeira y Saúl Cosentino, entre tantos más.

Para 2011, decidimos reflejar el concepto de lo popular en la música clásica académica universal a través del piano, basándonos en mi perfil pianístico y en el de quienes se sumaban al trabajo grupal de la Fundación, tanto en la parte didáctica como en la de los concertistas. Esto abarcaba desde el repertorio tradicional hasta las expresiones del tango, folklore y jazz, que forman parte del desarrollo de la cultura pianística argentina. Nuestro objetivo fue resaltar no solo la música argentina, sino también a los pianistas argentinos.

Pianorama Argentino conciertos

Gran parte de la música universal tiene sus raíces en lo popular, y eso es lo que buscamos resaltar. Así nació Pianorama Argentino, de la mano de una colaboración inicial entre el maestro Saúl Cosentino como compositor y pianista, y Manuel Fraga como pianista de jazz. Los tres compartíamos la idea de combinar lo académico y lo popular, interpretando obras de Mozart, Beethoven y Bach junto con el tango de Saúl y el jazz que proponía Fraga.

Además, siempre tuvimos un enfoque didáctico, lo que nos llevó a realizar conciertos, clases magistrales y giras. Con el tiempo, se sumaron muchos colegas y amigos, como Diana Lopszyc, Nélida Sánchez, Natalia González Figueroa, Daniela Salinas, Lilián Saba, Graciela Burgués, entre otros, quienes participaron en nuestras clases y conciertos. Incluso colegas radicados en el exterior, como Mirta Herrera en Italia y el maestro Alberto Portugheis en Inglaterra, se unieron a esta iniciativa a través de conexiones virtuales. Este esfuerzo se consolidó a lo largo de los años, y en los últimos tres, hemos establecido una estructura sólida de talleres anuales, que se llevan a cabo mensualmente.

De esta experiencia también surgió el taller de técnica pianística, que nos llevó a concretar el libro «Al Piano: Mecánica y Sonido», que escribimos junto con Manuel tras muchos años de cursos, talleres e intercambios.

Este año, los conciertos se centran en Enrique “Mono” Villegas y Saúl Cosentino. ¿Qué representan el legado musical de esos artistas en la música argentina?

Este año presentamos dos conciertos excepcionales que están muy conectados con la esencia de Pianorama Argentino. El primero, titulado «Encontrando al Mono Villegas», se realizará el 25 de octubre y contará con la participación de Manuel Fraga, Diana Lopszyc y yo. En este concierto, interpretaremos un repertorio que va desde la música clásica hasta el tango, el folklore, el jazz y la música contemporánea.

Este concierto refleja nuestro concepto de fusión entre lo popular y lo académico, destacando cómo las expresiones populares están presentes en la música en general.

El Mono Villegas fue uno de los grandes pianistas argentinos que representa perfectamente lo que proponemos en Pianorama Argentino. Todo lo que nosotros hacemos nosotros en cuanto a la mezcla de música clásica, folklore, tango y jazz, él lo hacía solo. Fue un pianista maravilloso, con una creatividad increíble, que ofrecía programas de música clásica vanguardistas junto con improvisaciones de piano de jazz, y además integraba música de folklore. Lo conocí personalmente y tuve el privilegio de escucharlo muchas veces en distintos escenarios, desde el Teatro Colón hasta lugares de jazz o folklore, e incluso en una cancha de fútbol. Era una figura cultural única.

Por otro lado, Saúl Cosentino, quien está por cumplir 90 años, también es una figura clave, especialmente en el tango. Ha creado obras maravillosas y estuvo muy cerca de Piazzolla, pero también ha compuesto música clásica e incluso piezas para niños.

En resumen, aunque son dos conciertos separados, la estética de ambos sigue un solo concepto: mostrar el legado de estos grandes artistas argentinos y resaltar la fortaleza de la música argentina. En particular, estos conciertos celebran el pianismo argentino, que es altamente relevante a nivel mundial.

Ver más información acerca de los conciertos aquí: Pianorama argentino 2024 

¿Qué esperan ustedes que los asistentes se lleven de estos conciertos?

Esperamos que quienes asistan a estos eventos se lleven una experiencia enriquecedora, porque se trata de conciertos que implican la participación de muchas personas y una rotación escénica dinámica, con una gran variedad de obras. Aunque cada obra es distinta, todas son muy sólidas y condensadas en su composición. Lo que más nos interesa es que el público se lleve la alegría que sentimos al hacer esta música y al trabajar en conjunto. El trabajo grupal es uno de los pilares fundamentales de la fundación, porque aprendemos unos de otros constantemente, y ese placer que sentimos al tocar es lo que queremos transmitir al público.

No buscamos que el público llegue con un conocimiento profundo de las obras o que sienta la necesidad de entenderlas completamente. Estos conciertos son, ante todo, una celebración de la música en torno a figuras como el Mono Villegas y Saúl Cosentino. El objetivo principal es que sientan que disfrutamos tocando, para que ellos también disfruten.

Además, contar con la presencia de Germán Serain en vivo nos permite acercarnos más al público, dando pequeños tips e información sobre lo que se está haciendo, pero sin convertirlo en una clase. En el segundo concierto, tener al propio compositor con nosotros, como es el caso de Saúl Cosentino, es una experiencia maravillosa.

Pianorama Argentino 2024

La Fundación San Rafael también juega un rol importante en la organización de estos eventos. ¿Qué aporta esta colaboración al proyecto?

La colaboración con la Fundación San Rafael y el uso de su auditorio surgió a partir de una recomendación que resultó ser muy acertada. Hace varios años realizamos muchos conciertos en su maravilloso auditorio, que tiene una acústica excelente y una sala muy agradable, además de una ubicación privilegiada en Buenos Aires. La Fundación San Rafael no se dedica exclusivamente a la música, lo que me pareció muy interesante.

Fundada en 1987, su principal objetivo es el cuidado de la salud con un enfoque integral, pero también promueve el arte y la cultura como pilares esenciales para el bienestar y el desarrollo personal. Esta visión encaja perfectamente con lo que buscamos en la Fundación El Sonido y El Tiempo Internacional. Así, hemos logrado integrar ambos proyectos en Pianorama Argentino, uniendo los conceptos de salud, arte y cultura de ambas fundaciones.

Desde la Fundación El Sonido y El Tiempo también realizan talleres de técnica pianística. ¿Qué nos pueden contar respecto a estos espacios de formación?

Además de los conciertos, es importante destacar nuestro trabajo de intercambio cultural, que incluye numerosos festivales y material audiovisual para preservar el patrimonio cultural. Por ejemplo, realizamos el documental José Bragato: Partituras de su Vida, que refleja la vida de un hombre que representó 100 años de cultura musical y general. También hemos explorado el legado del maestro Vicente Scaramuzza, documental donde figuras de renombre como Daniel Barenboim Antonio De Raco, Alberto Portugheis, Silvia Kersenbaum, Pedro Ignacio Calderón, Eduardo Delgado, entre otros, aparecen. 

También tenemos una unión muy importante en España es con la Fundación Falla. Los audiovisuales y festivales se integran con clases magistrales, conciertos y charlas tanto en Argentina como en España y otros países. Son intercambios culturales que hacemos por distintas partes del mundo

En los últimos años, hemos desarrollado los talleres de técnica pianística, que este año se realizan con módulos mensuales y la participación de invitados especiales. Uno de ellos se lleva a cabo en Schultispianos, y otro en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), ambos con la opción de participar de manera online. El primer taller está basado en nuestro libro Al Piano: Mecánica y Sonido, mientras que el segundo se enfoca en la improvisación e interpretación, fusionando música clásica, folklore, jazz y tango, conceptos clave en Pianorama Argentino. Un aspecto a resaltar es que, históricamente, los músicos clásicos como Bach eran reconocidos por su habilidad para la improvisación, algo que hoy se ha perdido en gran medida en la música clásica. Nosotros buscamos recuperar ese arte a través de nuestro taller.

Es importante mencionar que los módulos de ambos talleres quedan disponibles para quienes deseen acceder a ellos en cualquier momento, sin importar si ya pasó la fecha, y están abiertos a participantes de todo el mundo.

¿Qué lo inspiró a dedicarse a la enseñanza y promoción de la música a través de la Fundación?

Yo creo que ese «bichito», como decimos, ya lo tenía dentro de mí. Empecé a dar clases a los 19 años, asistiendo a una de mis grandes profesoras del Conservatorio Nacional, Beatriz Tabares, quien hoy, a los 93 años, ha fallecido (12-9-2024). Así que, de alguna manera, esto es un homenaje a ella, quien entendió muy bien mi vocación y me impulsó a seguir. Desde ese momento, mi dedicación a la enseñanza fue creciendo cada vez más.

Como presidente de la Fundación, siempre digo que refleja lo que soy y lo que hago. Me apasiona trabajar con diferentes personas, desarrollar ideas y proyectos en conjunto, incluso con instituciones. Pero siempre alrededor de la enseñanza, el ámbito académico y la faceta artística de tocar. Si me preguntan si prefiero tocar o enseñar, diría que ambas son igual de importantes para mí, al igual que la organización de estos proyectos.

La enseñanza es fundamental porque es un legado que uno puede dejar. Escribir un libro ha sido un enorme desafío para mí, ya que nunca había escrito uno antes, y este en particular tiene un enfoque didáctico. En él compartimos el desarrollo de clases presenciales y aspectos muy prácticos, con el objetivo de transmitir el conocimiento del piano de manera efectiva.

Inicio | F.Sonido y el Tiempo (fundacionelsonidoyeltiempo.com)

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