Daniel Barenboim ha regresado al Teatro alla Scala de Milán después de tomarse un descanso tras ser diagnosticado con una afección neurológica grave.
El maestro regresó al histórico teatro tras una invitación inesperada para dirigir tres conciertos de Mozart, después de que Daniel Harding cancelara por motivos familiares.
En este contexto Barenboim habló con The Associated Press sobre su situación actual: “Sé que se espera que diga que esta enfermedad cambió mi vida. No”, insistió. “Las cosas que antes eran muy importantes para mí como músico siguen siendo importantes. Las cosas que no eran importantes siguen sin ser importantes. No puedo decir que me sienta perfectamente, pero me siento lo suficientemente bien para dirigir mañana, y espero que el jueves y el sábado. Y luego ya veremos”.
En un esfuerzo por balancear su vida profesional con su salud, Barenboim está tomando cada desafío “paso a paso”. La notoria vitalidad que atraviesa su carrera se relaciona con su resiliencia y pasión por la música: “Sabes, nunca sentí mi edad. Nunca tomé en consideración que ya no tenía 20, 30, 40, 50, 60 o 70 años”, dijo Barenboim. “Me han golpeado, pero me siento bien y puedo hacer música. Soy muy feliz haciendo música”.
Luego de 30 años en el puesto Barenboim renunció recientemente a su puesto de director de la Staatsoper de Berlín. Aunque esta decisión le resultó difícil, consideró que era necesario. Y agregó “Es un trabajo de tiempo completo. Y esto ya no puedo más. No quiero hacerlo más”.
Es importante remarcar que continúa su trabajo con la Orquesta West-Eastern Divan, que comenzó con el escritor Edward Said, con planes de dirigir (en el verano europeo) en Salzburgo y Lucerna, y la academia de música Barenboim-Said en Berlín, que se inauguró en 2017.