Un cuerpo que se expresa, sea el del instrumentista, cantante, director, compositor, orador, bailarín o actor, está compuesto de herramientas que no siempre se visibilizan. Pero al reconocerlas y ponerlas en acción, se abre una gama indiscutible de recursos que constituirán, no solo al mejor desempeño del discurso sonoro, sino también a la independencia en las decisiones a tomar en el momento del trabajo para volverse una presencia escénica poderosa y soberana.
La danza escondida se trata de un curso de seis clases donde, a través de una secuencia física como medio para insertar las herramientas mencionadas, se desenvolverá toda una trama interactiva en el cuerpo que luego se aplicará al sonido -voz, instrumento- o estará en el cuerpo lista a manifestarse.
La docente a cargo del curso es Marisa Busker, quien realizó sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música “Carlos López Buchardo” y en el Sweelinck Conservatorium Amsterdam. Luego en la India, en donde estudió la música del sur, danza y yoga. También tomó algunos patrones de danza-teatro del Odin Teatret de Dinamarca, entre otros.
En sus años de investigación, Busker buscó ejes comunes a las materias artísticas especializadas, combinando también a occidente con oriente. Concedió así al cuerpo una nueva organización: núcleo generador (sistema nervioso), tronco performático, sistema vocal (resonadores-voz preconceptual), caja de la memoria (imágenes). Estimulando a todo este cuerpo con herramientas consigue conformar al performer, que se transformará en poseedor de un núcleo relacional en el cuerpo, dirigido a la expresión de los lenguajes. Se trata de herramientas que, aparentemente escondidas, salen entonces a la luz.
La danza escondida, es una matriz esencial en cualquier ser humano, pero fundamentalmente en quienes se dedican a las artes (música, teatro, danza, oratoria, performance, visuales). Esta matriz se proyecta al auditorio pero también –y con el tiempo- se volverá un sistema de pensamiento: un sistema relacional en escala.
Cualquiera sea la rama de las artes de la que se hable, están escondidas, en cada una, todas las demás. Así la música no puede evadir a la oratoria, la danza, la teatralidad. Ni la danza puede evadir a la música, al teatro o a la voz. Ni el teatro puede evadir a la danza o la música y mucho menos la oratoria.
“Si le sacamos a un violinista su instrumento, no podrá evitar bailar o cantar la música. Si lo atamos a una silla, no podrá evitar cantarla. Si le tapamos además la boca, su accionar se verá en su espina”, indica Marisa.
Fecha de Inicio: 17 de abril de 2021
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Arancel
Público general
• 1 pago (completo por adelantado) de $2700
Comunidad UNA, estudiantes de instituciones públicas de educación musical y jubiladas/os
• 1 pago (completo por adelantado) de $2200
Estudiantes desde el exterior
• 1 pago (completo por adelantado) de U$S 60
Discapacitadas/os: 50% del arancel para público general
La reserva de la vacante solo se hace efectiva una vez enviado el comprobante de pago del arancel a musicales.vinculacion@una.edu.ar
Lugar de cursada
Horario de cursada
Formulario de inscripción
Duración
Destinatarios
Objetivos
Programa
1. la lógica física de las acciones para comprender y mejorar la articulación sonora.
2. la activación de calidades de energías que hacen a las llamadas dinámicas (p,pp,mf, f,etc.).
Bibliografía
– Ponencia Marisa Busker: Un ritual en el cuerpo del arte del buen decir, UP, 2019.
– La danza escondida, demostración de trabajo (UNQ, 2014). Canal de youtube de Marisa Busker.
Formulario de inscripción
DAMus • UNA
musicales.vinculacion@una.edu.ar