El entrañable director mexicano se despidió de su cargo tras 17 años con un concierto que contó con la participación del pianista Sergio Tiempo.
El viernes 2 de diciembre por la noche, durante el concierto de abono número 19 en lo que va del año, la sala principal del Teatro Colón ovacionó de pie la despedida del maestro Enrique Arturo Diemecke tras cumplir 17 años a cargo de la Dirección de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
Durante el inicio de la segunda parte de la función, el director musical saludó al público presente: “Es el fin, el último concierto de la temporada. Hoy tocaremos una sinfonía de Gustav Mahler, la número 7, que es una pieza que me resulta cada vez más alegre, de celebración, de triunfo y de éxito. Termina triunfante y así queremos terminar esta temporada. Muchísimas gracias por su atención y por su apoyo a todos ustedes”.
Una vez terminada la interpretación de la Orquesta, el maestro recibió el tradicional ramo de flores otorgado por los valettos del Teatro Colón y agradeció con ademanes el reconocimiento y el afecto de la multitud, que lo ovacionó de pie entre aplausos interminables y al grito de “bravo”, hasta que el artista se retiró del escenario.
Visiblemente emocionado, Diemecke no perdió oportunidad de expresar su agradecimiento: “Ya saben que siempre he llorado por la emoción, pero ahora el sentimiento que me lleva son 17 años con ustedes y 21 de haber venido al Teatro Colón. Aquí debuté el 1 de octubre del 2001 y déjenme decirles que desde entonces quedé hechizado, porque encontré (y sigo encontrando) que el lenguaje que hablábamos era la música. Es el único lenguaje que debería hablarse en el mundo entero. La gente debería aprender a hablar y decir las cosas con música y seríamos otro planeta. Este edificio se hizo gracias a la gente que amó y creyó por la música, los que vienen a escuchar los conciertos vienen por eso, y ustedes hoy demostraron lo que es entregarse a ella. Mientras haya música hay esperanzas”.
Y encabezando el brindis, expresó: “Quiero brindar por todos ustedes que eligieron ser músicos. La profesión que ha alimentado mi vida, la de mis padres, y la de mis hermanos, con todas las entregas y los momentos que dimos para crecer por ella. Pienso en todos los que eligieron ser músicos, y es algo maravilloso y único. Nunca lo olviden, así como el triunfo de esa sinfonía al final”.
Fuente: PRENSA TEATRO COLÓN.
Recordamos la entrevista realizada a Enrique Diemecke:
https://musicaclasica.com.ar/enrique-diemecke-al-servicio-de-la-musica/