Vuelve a escena el programa doble con el que cerró su Temporada 2022 el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. En la nota, una reseña de aquella ocasión y una entrevista a Ana María Stekelman, directora de Bolero.
El viernes 10 de marzo a las 18.30 el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín –dirigido por Andrea Chinetti y codirigido por Diego Poblete– reestrenará Bolero de Ana María Stekelman y Fervor. Hacer de la danza un acto de ardor de Josefina Gorostiza.
Ambas directoras comentan:
«El Bolero de Ravel ha sido coreografiado en muchísimas oportunidades. El que más me impactó de joven fue el de Maurice Béjart. Al acercarme a este trabajo me di cuenta de que es una obra sobre la obsesión y la posibilidad de repetir algo y a su vez cambiarlo siempre. Abordando mi lenguaje de fusión de danza contemporánea, tango y en este caso una gota de folklore, me dediqué involuntariamente a representar esta idea».
Ana María Stekelman.
Fervor: “Investigación para 23 bailarines y DJ en vivo. En el intento de dejarse atravesar por el encuentro de la presencia y agotar ese encuentro hasta quedar exhaustos, Fervor propone ensayar la danza como goce, como punto de contacto con lo vital. Bailar para compartir un territorio, para construir nuevos paisajes, bailar la diferencia como lo incomparable, bailar en manada, hacer de la danza un acto de ardor”.
Josefina Gorostiza.
Las funciones continuarán los sábados 11, 18 y 25 y los domingos 19 y 26 de marzo a las 18.30, y el sábado 8 y el domingo 9 de abril en el mismo horario. Se realizarán en el Hall Alfredo Alcón del Teatro San Martín (Avda. Corrientes 1530), con entrada gratuita.
Cierre de Temporada 2022
Por Luz Lassalle / Carolina Lázzaro.
El domingo 17 de septiembre concluyó la temporada 2022 del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín. El ciclo estuvo compuesto por dos obras: Bolero de Ana María Stekelman y Fervor de Josefina Gorostiza.
Bolero fue estrenada por la Compañía Tangokinesis en 2004 y por el Ballet Contemporáneo en 2014, y Fervor se estrenó en 2020, con reposición coreográfica de Elizabeth Rodríguez y Melisa Buchelli en ambos casos. Para esta ocasión se eligió el Hall del Teatro, espacio que indefectiblemente acerca -no solo de una manera literal- la danza al público, sino también de forma prácticamente visceral. Si bien las obras mencionadas difieren entre sí, tienen puntos en común, claro que cada una dentro de su impronta y su estética particular. En ambas obras se pueden ver claramente varios lenguajes de movimiento no desde la fusión o hibridación sino desde una alternancia.
En el caso de Bolero, se aprecian varios compases destinados al tango, otros al folklore, sin dejar de lado el particular malambo con su fuerza y su temperamento, por supuesto con una clara base en la danza contemporánea, con frases instaladas estilo leitmotive. Los elementos compositivos, como la utilización del espacio, los recorridos, los cánones, dúos, tríos, unísonos y solos entre otros, fueron aplicados estratégicamente por la coreógrafa como condimentos para dar cuerpo a esta obra tan hipnótica como su música: el famoso Bolero de Ravel. A quien le guste buscar interpretaciones más profundas podrá establecer un paralelismo con la numerología y el infinito, se podrán observar las repeticiones casi obsesivas con cambios, algunos más sutiles y otros bien específicos, la fuerza de los y las bailarinas puesta en la escena, la interpretación y la pasión que se dejan entrever entre el juego que se establece en el diálogo corporal que salta de la rítmica a la melodía, y viceversa.
En cambio, Fervor es mucho más sencilla en su puesta, le basta una línea de bailarines y bailarinas con atuendos deportivos y haciendo una especie de presentación de cada uno de ellos para iniciar la exaltación del público que se va a dejar llevar por la música del DJ en vivo y la adrenalina coreográfica que manejan los bailarines. La utilización de la energía muy alta, prácticamente desde el principio, pone en jaque el cansancio físico, liberando una interpretación exacerbada y jugando con la parodia puesta en saludos, gestualidad y muecas, que sacaron más de una carcajada del fervoroso público.
El ojo atento habrá podido ver a lo largo de la obra el pasaje por diferentes lenguajes de danza, en algunos casos algo desarmados, casi ridiculizados, pero sin dejar de mostrar las maravillosas posibilidades técnicas de los bailarines. En algunos momentos se reunían todos para un gran unísono de carácter festivo con movimientos sencillos, básicos, que bien podrían encontrarse en cualquier clase de “zumba”. La utilización de la voz en varias oportunidades al mejor estilo arenga de masas logró mantener el aplauso rítmico constante por parte de los presentes. Uno de los focos de dificultad estuvo puesto en las cuentas que debía llevar el elenco para los cambios espaciales que daban pase a la próxima consigna, teniendo en cuenta que la música era compuesta en escena por el DJ, con todo lo que eso implica.
Hubo mucho espacio para creaciones personales que dieron lugar a los bailarines y bailarinas para dejarlo todo en el escenario y mostrar así sus gustos y preferencias de movimiento, su pasión, el qué es lo que los mueve, como consignas coreográficas. Parecen ofrecer sus endorfinas extasiadas por el placer del movimiento, y todo eso trasmitido sin censuras directamente al público.
Bolero
Coreografía y dirección: Ana María Stekelman
Música original: Maurice Ravel
Asistentes coreográficos: Nora Robles y Pedro Calveyra
Reposición coreográfica: Elizabeth Rodríguez y Melisa Buchelli
Diseño de vestuario: Renata Schussheim
Diseño de iluminación: Alberto Lemme
Fervor. Hacer de la danza un acto de ardor
Coreografía y dirección: Josefina Gorostiza
Reposición coreográfica: Elizabeth Rodríguez y Melisa Buchelli
Diseño de música original y diseño sonoro en escena: Kchi Homeless (Facundo Montoya)
Diseño de iluminación: Claudio Del Bianco
Duración total del programa: 45 minutos
Los integrantes del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín son Constanza Agüero, Brenda Arana, Camila Arechavaleta, Lucía Bargados, Carolina Capriati, Flavia Dilorenzo, Fiorella Federico, Paula Ferraris, Daniela López, Silvina Pérez, Eliana Picallo, Andrea Pollini, Eva Prediger, Lara Rodríguez, Ivana Santaella, Manuela Suárez Poch, Antonella Zanutto, Adriel Ballatore, Juan Camargo, Matías Coria, Matías De Cruz, Francisco De Assis, Lautaro Dolz, Rodrigo Etelechea, Darcio Gonçales, Alejo Herrera, Jonás Grassi, David Millán, Andrés Ortiz, Boris Pereyra, Emiliano Pi Álvarez, Rubén Rodríguez y Damián Saban.
Las asistentes coreográficas son Elizabeth Rodríguez y Melisa Buchelli.
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