Choque de mundos: rockeros que tocaron con orquestas sinfónicas

Día Mundial del Rock

En el Día Mundial del Rock, te compartimos esta nota porque el rock es mucho más que dos guitarras, un bajo y una batería, hacemos un repaso de algunas bandas y solistas que expandieron sus horizontes y decidieron darle una vuelta de tuerca sinfónica a su repertorio. 

Por Iván Gordin.

El rock es uno de los géneros que nacen en el siglo XX a partir del desarrollo de instrumentos eléctricos. El volumen, la potencia y la actitud que ha caracterizado al género por más de 70 años, se debe a los métodos de amplificación de Fender, Vox, Marshall y tantas otras compañías más. Estos nuevos inventos “democratizaron” la posibilidad de interpretar música a gran volumen y en espacios disímiles. En épocas de antaño, la única manera de generar un volumen alto era con la replicación de varios instrumentos; es decir, una orquesta en una iglesia o en una sala preparada específicamente. 

Por esta razón, quizás, es que el rock ha estado desprestigiado por cierto sector de la comunidad musical. La posibilidad algo desprolija que nos brindan los amplificadores y, en algunos casos, las imperfecciones de la ejecución, suelen ser alegatos para subestimar a algunos de los músicos más importantes que nos ha dado la historia reciente. Ya sea por una búsqueda estética o puramente curiosidad, muchas bandas han jugado con este prejuicio y han colaborado con directores y arreglistas para dar un nuevo aire a su música. En la mayoría de los casos resulta una combinación divertida; en otras, resultan en experimentos más que interesantes y hermosos. Veamos algunos de ellos.

 

Concerto for Group and Orchestra – Deep Purple con la Royal Philarmonic Orchestra de Londres (1969)

 

A fines de los sesenta, muchos músicos dotados y provenientes del ámbito académico volcaron su experticia interpretativa al servicio del rock & roll. Es así que un nuevo subgénero de “rock progresivo” empezó a emerger desde Inglaterra con exponentes como Soft Machine, Rupert Wyatt, Emerson, Lake & Palmer, Pink Floyd, y claro está: Deep Purple. Esta banda británica tuvo muchas formaciones, pero seguramente la más recordada es aquella que cuenta con las teclas de Jon Lord y la guitarra de Ritchie Blackmore. En un ejercicio que pretendía expandir los límites del género, Lord compuso un concierto de cuatro movimientos donde la banda se inmiscuye, con bastante éxito, dentro de la estructura orquestal de la que sea probablemente la filarmónica con más pedigree del mundo. 

Una propuesta diferente, fallida por momentos, pero con genuinas intenciones de destruir las formas convencionales del género.

 

S&M – Metallica con la Orquesta Sinfónica de San Francisco (1999)

 

A mediados de los ochenta, Metallica era la banda más agresiva, rápida y potente del «Trash Metal”. Después bajaron algunas revoluciones y recibieron críticas por su estilo supuestamente ascético y amoldado. Para demostrar lo contrario, la banda de James Hettfield dio el paso lógico de una banda de metal que necesita más potencia: una orquesta sinfónica. Sorprendentemente, el concierto S&M es mucho más que volumen, con arreglos y contrapuntos que encajan a la perfección con el sonido crudo y archi amplificado de los oriundos de Los Ángeles. Un giro exitoso que nadie esperaba.

1 episodios sinfónicos – Gustavo Cerati (2001)

 

Luego de la -primera- separación de Soda Stereo, Gustavo Cerati sentía la obligación de desligarse de lo que fuera la banda más exitosa de Latinoamérica. Antes de su tercer disco solista, “Siempre es hoy”, el cantante y guitarrista optó por reconfigurar algunas de sus canciones más conocidas en pequeñas piezas sinfónicas, dejando de lado cualquier tipo de interferencia eléctrica. El concierto otorgado en el Colón terminó siendo grabado en un álbum no muy bien recibido por crítica y público, pero que ha ido en alza con los últimos años. El corte de difusión, “Corazón Delator”, sigue siendo uno de los puntos más altos de esta experiencia.

 

Alive IV – Kiss con la Orquesta Sinfónica de Melbourne (2003)

 

Si hay algo que a Kiss no le interesa es lo “sutil”. Para los de Nueva York, cuanto más ruidoso, llamativo y estrambótico, mejor. Una banda que ha cementado su popularidad a fuerza de merchandising, pirotecnia y maquillaje no puede darse el lujo de no pintarle la cara a todos y cada uno de los músicos de una sinfónica. Los shows en vivo son el punto fuerte de la banda y la única cuenta pendiente que tenían para 2003 era rockear con una orquesta. Mejor que pisar pollitos.

 

Concierto del Teatro Colón – Luis Alberto Spinetta (2006)

 

Por último, una rareza. El concierto que regaló Spinetta en el Teatro Colón no tuvo una grabación oficial pero gracias a algunos héroes anónimos tenemos una versión “bootleg” (no oficial) en Youtube. Luis Alberto no era ajeno al acompañamiento orquestal,  en su primer álbum con Almendra cantó la hermosa “Laura va”, la cual tiene arreglos y dirección de Rodolfo Alchourrón. Es en este mismo espíritu, quizás un poco más ambicioso, que el artista revisita buena parte de su extenso repertorio en este recital.

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