Celebrarte Música, hacer y producir ópera
Celebrarte Música nació en 2017 de la mano de la soprano Paula Alba y de su madre, la actriz Patricia Palmer. La propuesta surgió ante un planteo primordial: la necesidad de difundir el arte lírico llevado a cabo por las nuevas generaciones de artistas, y trasladarlo a distintas salas del país, alcanzando así nuevos públicos.
La primera producción fue Lucia di Lammermoor y continuó con Romeo y Julieta. Luego fueron sumando más títulos como El elixir de amor, La viuda Alegre, La bohème, Don Giovanni, Rigoletto y Las Bodas de Fígaro. En esta ocasión retoman la producción de Rigoletto, aunque con algunas diferencias que aquí nos cuentan sus protagonistas Paula Alba, Leandro Sosa y Facundo Sacco.
Por Gabriela Levite
¿Cómo están? Comencemos por el inicio de Celebrarte Música: ¿cómo surge y qué los llevó a realizar ópera independiente?
Paula Alba: El comienzo de Celebrarte Música se dio casi sin pensarlo, surgió de preparar Lucia di Lammermoor. Yo estaba tomando clases de repertorio, lo único que me faltaba era el dúo y mi maestra me dijo: “¿Por qué no la haces entera? Tu mamá la puede dirigir”. La primera vez la hicimos al piano con Susana Cardonnet, pero ya la segunda se sumó Facu Sacco y la dirigió con orquesta. Pero en ese entonces no teníamos ni nombre aún, fue algo espontáneo y de a poco se le fue dando forma al proyecto. Ya para el año siguiente (2018) se sumó Leandro Sosa como cantante, pero en una de las puestas de Boheme tuvimos que solucionar un tema de escenario y Leandro lo solucionó súper bien. Ahí surge su nuevo rol dentro de la compañía: el de director de escena.
Celebrarte Música surge para llevar la ópera a otros espacios, bajarla de los lugares tradicionales, tan elitistas, y vivir otras experiencias. Hemos ido a pueblos o ciudades pequeñas de la provincia de Buenos Aires y las experiencias fueron hermosas. En una ocasión Leandro había puesto al público en el escenario y estaban a centímetros nuestros y fue impresionante tener esa cercanía, que quizás en otros lugares no es posible.
Me imagino que debe ser muy difícil sostener y gestionar un proyecto así.
Paula: Hacer ópera independiente requiere tener unos brazos importantes y no dejar de remar, sobre todo en este país. Pero los tres hemos podido hacer cosas por separado y estamos unidos en esa fuerza. Somos muy apasionados de la ópera y eso suple cualquier cosa. Ahora, por ejemplo, estamos produciendo las próximas funciones y hace semanas que no dormimos bien; nos mandamos mensajes a las 2 de la mañana, a las 6, pero estamos ya acostumbrados a trabajar así, y creo que estamos preparados para afrontar cualquier cosa.
¿Cómo eligen las óperas que realizan? Hasta el momento han elegido todos títulos tradicionales.
Leandro Sosa: Una de las ideas que tenemos es tratar de sumar producciones que ya se han hecho muchas veces. Producciones que, según el lugar donde se desarrollaron, tuvieron muchos recursos; es decir: vestuario, teatro y escenografía de lujo. Por lo cual el espectáculo termina siendo de excelencia por todo lo que hay en el entorno. Nosotros queremos tratar de sumar cada vez más calidad tanto en vestuarios como en todos los recursos que son necesarios para llevar a cabo una ópera, pero que la obra esté bien representada. Lo más importante es que aunque no hubiese nada, ningún recurso, la ópera sea de excelencia.
Muchas cosas de las óperas de repertorio tradicionales se han ido desfigurando, y a mí me gusta llegar a lo mínimo de cada frase. Hay frases de ciertos personajes que habitualmente se interpretan de otra manera, porque quizás leyeron mal un signo de interrogación, y a lo largo de los años la siguen haciendo así.
Claro ejemplo es el de La Traviata, cuando Germont le dice a Violetta “Usted vende todo porque quiere olvidar el pasado que la acusa”. Habitualmente está representado en tono de lástima, con signo de interrogación, y no con signo de exclamación como es realmente. Son criterios que se van perdiendo, quizás en la tradición, o quizás en no darle la suficiente importancia a una frase que no forma parte de un aria, sino que es parte de un proceso largo de un dúo. Nosotros queremos que se pueda apreciar la ópera en sí y no depender de que si nos falta una idea la compensamos con el entorno.
¿Cómo es la dirección escénica en producciones independientes?
Leandro: Si bien todos nos preparamos para grandes retos, nos gusta estar en el lugar que estamos. No creemos que sea un lugar de paso. No hacemos ópera independiente esperando en algún momento dejar de hacerla. Más allá que también queremos trabajar en producciones grandiosas, lo cierto es que la ópera independiente tiene algo de magia.
En el caso de la dirección de escena es una especie de taller donde, tanto las personas encargadas del vestuario como de la iluminación, tienen plena libertad para crear. Por supuesto, luego tenemos que consensuar y unificar criterios. Pero trato de no hacer una bajada vertical sino que cada uno pueda explayarse en lo que sabe hacer y que pueda tener satisfacción en donde, en otras circunstancias, quizás, hubiese tenido que obedecer y acatar la idea original. Así como yo trato de ver en el escenario la idea escénica que tengo en mente, la propuesta es que ellos puedan ver lucir su vestuario y su iluminación, que sea un esquema prefijado por ellos.
En el próximo Rigoletto, ¿con qué nos vamos a encontrar?
Leandro: Tenemos un elenco de lujo, entre ellos Cristian Karim Taleb, un tenor super querido y de calidad. Rigoletto será Fernando Grassi, que es un barítono de lujo y con una sensibilidad muy a flor de piel que nos hace vivir el rol. La idea de esta producción es que la gente realmente vea a los seres humanos de los personajes. Es decir, no son caricaturas arriba de un escenario sino que todos esos personajes tienen sentimientos y que cada uno desarrolla el rol para que la gente pueda leer entre líneas que detrás de esos fragmentos hay un ser que sufre, que ríe, que vive. Mostramos la ópera tratando de ser fieles a la dramaturgia, así que todo el que quiera venir a ver Rigoletto que venga a verlo, no se va a llevar sorpresas.
Facu: Se van a encontrar con una orquesta con mucha fuerza juvenil, solistas espectaculares y una regie excelente. Todo hace un espectáculo al que realmente tienen que venir porque hay mucha energía puesta en esto. Y como decía antes, la orquesta que armé, llamada Orquesta Jóvenes Talentos de Buenos Aires, está compuesta por un 90 por ciento de jóvenes, donde sí hay uno que no es tan joven tiene el alma joven (risas) y con muchas ganas y amor en el proyecto.
Celebrarte Música presenta una de las óperas más reconocidas, Rigoletto de Verdi. Ópera Completa con Coro, Orquesta y sobretítulos. Dirección musical por Facundo Sacco y Dirección escénica de Leandro Sosa.
14 y 21 de mayo en el Teatro IFT (Boulogne Sur Mer 549, CABA). Entradas ya a la venta en www.entradauno.com.
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Música Clásica Buenos Aires 3.0