La hija de Martha Argerich y Stephen Kovacevich, Stéphanie Argerich Blagojevic, compone un retrato personal e íntimo sobre la vida y obra de su madre. «Bloody daughter» es el sobrenombre que le da su padre…
Guardando ciertos límites, este fascinante documental nos sumerge en la intimidad emocional de una familia única: más allá del aspecto meramente artístico, está el círculo familiar, el de la intimidad.
Stéphanie, es la menor de las tres hijas de Martha y aprovecha su posición privilegiada (y la cámara que su madre le trajo de una de sus mil giras) como compañera de viaje por Polonia, Japón, Italia y unos cuantos países más para capturar rarísimos momentos de esa intimidad que la artista siempre se esforzó por preservar
“Bloody Daughter” es un retrato desacralizado y emotivo de la pianista hecho por una hija en busca de su “verdadera” madre.
Con gran variedad de registros que muestran a Argerich tocando el piano pero también en la intimidad de la antesala de un concierto o levantándose de la cama, Stephanie construye un relato que permite asomarse a una biografía tan propia como vedada al público.
En palabras de Stéphanie Argerich:
«Hace diez años que pienso en Argerich. Al comienzo estaba sola siguiendo a mi madre en Japón, Argentina o Varsovia. Pero al trabajar sola perdí el ánimo y pasé a otras cosas. Tras el nacimiento de mi primer hijo, volvieron las ganas de terminar esta película.
Siempre me ha fascinado mi madre como personaje para filmar. Durante el rodaje tenía que recordar que yo no la veo con los ojos del público, y para hacer una narración coherente tuve que tomar distancia.
Mi madre es un personaje tan complejo que lo más difícil en el montaje fue elegir qué mostrar y qué no. Los espectadores, si admiran a mi madre, estarán contentos de descubrir otras facetas de su vida.
Puede que algunos se escandalicen porque no les gusta ver a Martha Argerich en pijama. Pero ese es su problema, no el mío. Es así como yo la he visto siempre. No es casual mostrarla así. Yo la veía en pijama al volver del colegio a las 4 de la tarde. No es un gag para la película, sino que es mi realidad…
En todas las otras áreas existen documentales así: rompedores, iconoclastas y muy íntimos. ¿Por qué no en la música clásica? A mí lo que me interesa es mostrar la realidad de la gente tal como es. También es verdad que soy bastante alérgica a los retratos convencionales sobre los grandes artistas…
Vivir con alguien como mi madre es algo profundamente inspirador, pero cuando me miro a mí misma me pregunto qué hago con mi vida. Es inevitable compararse con ella. Desde pequeña soy consciente de que jamás podré llegar a su altura. Crecer con una carga así no es nada fácil para desarrollar la confianza en uno mismo. Aparte es alguien con una personalidad magnética muy poderosa, de la que es difícil mantenerse a distancia. Separarse de ella requiere una fuerza hercúlea…»
“Mi madre es un ser sobrenatural, en contacto con algo que sobrepasa al resto de los mortales”, concluye entre imágenes en las que se ve a Martha firmando autógrafos como una estrella de rock, vivir en comunidad con artistas y superar un cáncer de pulmón después de ser operada en Los Ángeles.
¡Mirá el documental completo y subtitulado al español. Hace click en la foto y miralo en Youtube!
Bloody Daughter (2012) – Suiza y Francia – 95 minutos – Con Martha Argerich, Stephen Kovacevich, Lyda Chen, Anne Dutoit y Stéphanie Argerich – Producción: Luc Peter y Pierre-Olivier Bardet – Dirección de Fotografía: Luc Peter y Stéphanie Argerich – Edición: Vincent Pluss – Guión y Dirección: Stéphanie Argerich.
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