Ph. Holger Kettner
Se confirma la presencia de Barenboim en los conciertos de año nuevo en Berlín y hay indicios de que retomaría sus actividades en 2023.
Este viernes la Staatsoper Unter den Linden anunció que Daniel Barenboim volverá a dirigir tras retirarse el pasado octubre debido a una enfermedad neurológica grave.
Para cerrar un año marcado por diversos problemas de salud, el director y pianista estará al frente de los conciertos que el 31 de diciembre y el primero de enero se celebrarán en Berlín.
En ambas ocasiones el programa incluirá la Sinfonía n.° 9 en re menor de Beethoven de acuerdo a la tradición de la Staatsoper Unter den Linden de despedir y comenzar un año con esta obra y su mensaje humanista universal.
Camilla Nylund (soprano), Marina Prudenskaya (alto) y René Pape (bajo) actuarán junto al director que recientemente cumplió 80 años.
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Deseos de un 2023 con más música
A partir de este regreso al podio aumentan las expectativas en torno a una reanudación de las actividades de Barenboim durante 2023.
Efectivamente, el calendario de eventos de su sitio web oficial anuncia su presencia como pianista en un recital en Liverpool, la dirección musical en la temporada lírica de la Staatsoper Unter den Linden, entre otros compromisos.
Mientras tanto, su participación es probable en el Festival de Pentecostés de Salzburgo que cuenta con la dirección artística de Cecilia Bartoli. La mezzosoprano anticipa que el último día del festival estará dedicado a la figura del director argentino, quien fue uno de sus principales impulsores al inicio de su carrera como cantante.
Por la tarde del 29 de mayo de 2023 se espera que Barenboim junto a Martha Argerich y Bartoli compartan un encuentro con obras de Schubert, si las circunstancias lo permiten.
Finalmente, para el mismo día a la noche está programada una gala benéfica en honor al director con enormes artistas invitados como Zubin Mehta, Lang Lang, Rolando Villazón y Sonya Yoncheva.
Le estaré eternamente agradecida por haberme descubierto y aconsejado en los inicios de mi carrera, y por seguir siendo un compañero musical infinitamente inspirador y un amigo fiel durante 35 años. De hecho, Daniel es el responsable de mi relación con Salzburgo y el Festival de Pentecostés. Poco después de escucharme por primera vez en televisión e invitarme a hacer una audición, recibió una llamada telefónica de Herbert von Karajan. Karajan preguntó a Daniel si había oído a esta jovencísima y desconocida mezzosoprano romana y si valdría la pena que cantara para él. Así fue como llegué a Salzburgo. Mi debut en la ópera tuvo lugar en 1993, y un año más tarde tuve la suerte de volver a ser invitada para una nueva y memorable producción de Don Giovanni, puesta en escena por Patrice Chéreau, con un reparto maravilloso, y dirigida por Daniel Barenboim, que en aquella época me enseñó lo básico sobre Mozart.
