Por Carolina Lázzaro / Luz Lassalle

Con el aire de tango en el centro de la escena, la obra supo encontrar los puntos en común entre el tango for export y el estilo neoclásico. Aprovechando la gran calidad técnica de sus bailarines, los trucos con giros, grandes levantadas y piernas altísimas no se hicieron esperar, dejando al público maravillado desde la primera escena.

Las escenas se fueron desarrollando sin más conexión que la mítica historia del tango, donde aparece como figura fuerte el rol masculino y la figura femenina queda entrelazada entre la de la mujer fatal y la mujer del amor afligido, nunca correspondido.

Si bien hubo un desarrollo del estilo tanguero, algunos elementos característicos como el abrazo, los ganchos y la ausencia de improvisación, develaron que el tango propiamente dicho no es el lenguaje original de les artistas. Sin embargo, supieron incorporar el estilo, con un excelente uso de los tacos, el porte y la elegancia típica de esta danza tradicional rioplatense.