Chiara D´Odorico, a través del recuerdo de su país natal, nos invita a un recorrido de la música paraguaya académica para piano solo y a cuatro manos. Las obras son de estilos contrastantes, algunas con esencia folclórica y otras con influencias impresionistas o modernas. Hablamos con ella sobre esta nueva producción discográfica y su proceso de creación.
Por Gabriela Levite
¿Qué puedo escuchar mientras leo la entrevista? MusicaClasicaBA recomienda:
-Ya en tus anteriores trabajos discográficos realizaste un homenaje a la música paraguaya tanto en “Purahéi che retãgua” como en “Ofrenda a mi tierra”. ¿Cómo decidiste centrarte en la música paraguaya académica?
-Centrarme en la música académica paraguaya para piano fue un proceso que se dio casi de manera natural. Aunque, con el paso de los años, observé la necesidad y la falta de materiales, tanto en partituras editadas como en grabaciones. Al estar fuera de Paraguay y tocar en diversos escenarios alrededor del mundo, noté que había un gran desconocimiento sobre esta música. Esta carencia me impulsó a tomar la iniciativa y embarcarme en una investigación profunda para redescubrir y dar a conocer estas obras.
La mayoría de la música paraguaya conocida es de carácter folklórico, como las famosas polcas y guaranias, además de contar con compositores destacados en la guitarra clásica como Agustín Barrios. Sin embargo, la música académica para piano estaba en gran parte olvidada o perdida. Comencé a buscar materiales, algunos ya los tenía, otros los fui encontrando, y algunos incluso fueron escritos especialmente para mis discos.
«Quiero que esta música tenga una amplia difusión y sea reconocida y apreciada por la comunidad musical y el público en general» – Chiara D´Odorico
-¿Cuál es tu mayor esperanza para el futuro de la música paraguaya?
-El objetivo principal de mi trabajo ha sido siempre difundir esta música. Quiero que llegue a ser conocida y apreciada, que forme parte de las playlists de la gente, que se toque en grandes salas de conciertos y que sea interpretada por otros músicos. Mi sueño es que estudiantes y profesores en escuelas de música y conservatorios incluyan estas obras en su repertorio.
Nada me llena más de satisfacción que ver a otros músicos interpretar estas piezas. Cuando alguien me pide una partitura o anuncia que va a tocar alguna de estas obras, siento que la música paraguaya está tomando su propio vuelo. Quiero que esta música tenga una amplia difusión y sea reconocida y apreciada por la comunidad musical y el público en general.
-En esta ocasión, ¿qué te inspiró a crear “AÑORANZA” y cómo seleccionaste las obras que forman parte de este álbum?
-“Añoranza” nació de un proyecto conjunto con Virtuoso Records. Me presentaron la propuesta y de inmediato sentí la necesidad de buscar nueva música que necesitaba ser grabada o redescubierta. El nombre del álbum tiene dos significados importantes: en primer lugar, una de las piezas incluidas se llama “Añoranza”, una famosa guarania de Mauricio Cardozo Ocampo, que representa la música folclórica tradicional de Paraguay. Esta pieza me transporta a recuerdos de mi infancia, mi familia y mi país, del cual llevo muchos años viviendo fuera.
Por otro lado, “Añoranza” no solo evoca la nostalgia de mi país y mi infancia, sino también el deseo de mantener viva la conexión con Paraguay a través de su música. Por eso el álbum realiza un recorrido por la música paraguaya, desde lo folclórico hasta lo más contemporáneo. Comienza con la guarania folclórica que le da nombre, y transita por diferentes estilos y épocas. Desde ritmos tradicionales estilizados en un lenguaje más académico, como las obras del compositor ítalo-argentino José Bragato, hasta piezas modernas e impresionistas de compositores contemporáneos como Nancy Luzko y Javier Acosta. Este último escribió “Lembranzas” especialmente para el disco, rompiendo con las estructuras tradicionales.
Escuchar el álbum completo permite sentir esta evolución y recorrido musical. Cada pieza ofrece una perspectiva única, llevando al oyente a través del tiempo y los diferentes enfoques estilísticos de la música paraguaya.
-Mencionas que algunas piezas son inéditas y otras fueron recuperadas recientemente. ¿Cómo fue el proceso de descubrimiento y recuperación de estas obras?
–El proceso de descubrimiento y recuperación de estas obras ha sido fascinante y lleno de retos. Por ejemplo, encontré un manuscrito de una obra de Carlos Lara Bareiro en YouTube gracias a su hijo, quien me lo acercó. La sobrina del compositor, Norma Lara, hizo una primera edición para que yo pudiera interpretarla. Fue un verdadero trabajo de descubrimiento, descifrando nota por nota según las indicaciones del compositor. Conozco bien su estilo, ya que he interpretado casi todas sus obras para piano. Actualmente estamos recuperando su Concierto para piano y orquesta, que nunca ha sido interpretado, y esperamos estrenarlo este año.
Trabajamos desde el manuscrito hasta una primera edición en computadora, haciendo las revisiones necesarias antes de que yo la grabara. Esto implica conocer el lenguaje del compositor y ensamblar un rompecabezas musical.
Con respecto a las obras de Luis Cáceres Carísimo, trabajé con una primera edición reciente y el manuscrito original, corrigiendo errores y asegurando que todas las indicaciones estuvieran correctas. La responsabilidad de ser la primera en grabar estas piezas es enorme, ya que mi interpretación será la referencia inicial hasta que otros músicos las graben y ofrezcan sus propias versiones.
En el caso de las dos piezas de José Bragato, trabajé con la partitura proporcionada por su hija. Una de las piezas, una polca, estaba originalmente escrita para dos pianos. Hicimos una adaptación para tocarla a cuatro manos, lo cual es más práctico en un estudio de grabación. La otra pieza, «Luz del corazón», es una guarania estilizada. Trabajamos a partir de una partitura para piano y voz y una grabación casera, adaptándola también para cuatro manos para darle una versión más pianística.
Además, las dos piezas de Nancy Luzko ya tienen una grabación hecha por la propia compositora. Mi versión será la segunda, dando una nueva voz a estas obras.
-Recuperar y grabar estas obras inéditas no solo es un orgullo sino también una gran responsabilidad, ya que mi interpretación será la que inicialmente representará estas composiciones al mundo.
-«Lembranças» tiene un significado muy especial para mí, tanto a nivel personal como profesional. Tengo una excelente relación con su compositor, Javier Acosta. Somos muy amigos, y de hecho, fue mi idea pedirle que escribiera una pieza para mí para poder grabarla en un disco. Después de varios años de considerar la idea, Javier finalmente escribió y me dedicó esta obra.
La pieza es contemporánea, pero accesible para todo público, lo que la hace especialmente única. Es muy virtuosa, casi como una tocata en ciertos momentos, utilizando todo el rango del piano desde las notas más graves hasta las más agudas. La primera parte es muy técnica y desafiante, mientras que la segunda parte se calma un poco, recordando un estilo impresionista y evocando una guarania, pero siempre con un lenguaje actual. Luego, vuelve a una sección muy virtuosa, llena de desafíos técnicos.
Para mí, es un orgullo y una gran responsabilidad que un compositor escriba y dedique una pieza especialmente para mí y para el disco «Añoranza». Es muy emocionante colaborar con un compositor contemporáneo, y esta relación simbiótica es fundamental en la música: los compositores necesitan intérpretes para dar vida a sus obras, y los intérpretes necesitamos compositores para seguir enriqueciendo nuestro repertorio.
Trabajar con Javier y poder interpretar su pieza en distintos escenarios del mundo me llena de alegría. «Lembranças» es una obra muy bella, y espero que el público disfrute escuchándola tanto como yo disfruto interpretándola.
-¿Cómo fue trabajar con el pianista argentino David Lonardi en las adaptaciones a cuatro manos?
-Cuando accedí a las dos piezas de Bragato, «Minbî retia’é» y «Luz del Corazón», supe de inmediato que quería grabarlas y tocarlas. Sin embargo, necesitábamos las partituras adecuadas para ello. En ese momento, hablé con el pianista David Lonardi, con quien ya había trabajado en varias ocasiones; incluso compartimos un estudio de piano. Le mostré las obras y él aceptó encantado el desafío de adaptarlas para piano a cuatro manos.
Comenzamos a trabajar en estas adaptaciones con gran entusiasmo. David y yo hemos tocado juntos en múltiples conciertos, incluyendo una reciente gira por Estados Unidos y México, donde también interpretamos piezas a cuatro manos. Nuestra colaboración tiene ya varios años, lo que facilitó mucho el proceso.
Para las adaptaciones, David hizo un excelente trabajo inicial y luego, juntos, hicimos pequeños ajustes mientras practicábamos, asegurándonos de que cada pieza sonara lo mejor posible. Fue un verdadero trabajo en conjunto, probando diferentes enfoques y ajustando detalles según cómo iban evolucionando las piezas durante los ensayos.
El resultado final fueron dos versiones preciosas de las obras de Bragato, un descubrimiento que no se había escuchado antes.
-¿Qué esperas que los oyentes sientan o piensen al escuchar “AÑORANZA”?
Con “AÑORANZA”, espero que los oyentes descubran y se enamoren de esta música. Quiero que se sientan transportados a distintos lugares y recuerdos, y que se sorprendan con los variados lenguajes musicales que contiene el álbum. Muchas veces, se asume que la música de un país se limita a su folclore tradicional, pero este álbum demuestra que los compositores pueden trascender esas fronteras y crear obras que no siempre reflejan su origen de manera obvia.
Mi deseo es que este álbum sirva como una ofrenda al mundo musical y, por supuesto, a mi querido Paraguay. Aspiro a que en unos años, cuando se hable de compositores latinoamericanos, los nombres de Carlos Lara, Nancy Luzko, y Juan Carlos Moreno González sean tan reconocidos y respetados como los de Ginastera y Guastavino. Quiero que estos compositores paraguayos sean valorados a nivel mundial y que sus obras se difundan ampliamente. “AÑORANZA” es mi contribución para que esto suceda y un regalo musical para todos los oyentes.
-¿Cuál ha sido la respuesta del público a la música paraguaya que presentas?
-La respuesta del público ha sido excelente. Cada vez que interpreto música paraguaya en Europa o en otros países de Latinoamérica, es recibida con gran entusiasmo. Esto me reconforta y confirma que todo el esfuerzo vale la pena. El público suele quedar asombrado al descubrir esta nueva música, lo cual es muy gratificante.
Aunque todos amamos y seguiremos tocando a los grandes maestros como Chopin, Beethoven y Mozart, es igualmente importante promover a nuestros compositores latinoamericanos. En toda Latinoamérica, desde Brasil hasta Argentina, Paraguay y Bolivia, hay compositores pasados y presentes que han creado y continúan creando música maravillosa. Creo que es fundamental que nosotros, como intérpretes, exportemos y difundamos esta música.
-¿Tenés planeadas presentaciones en vivo para promover “AÑORANZA”?
-Sí, tengo varias presentaciones en vivo planificadas para promover «AÑORANZA». Durante este año ya he recorrido varias ciudades de Argentina, incluyendo Mendoza, Resistencia y Mar del Plata. Próximamente, tengo programados viajes al extranjero, como a Colombia y Uruguay, y otros destinos aún por confirmar.
A finales de año, también tengo una gira planificada por Europa. He estado trabajando arduamente para difundir este álbum, incluso antes de su lanzamiento oficial, y ahora, con más entusiasmo, continuaré promocionándolo. Estoy muy emocionada de poder compartir «AÑORANZA» con audiencias de diferentes partes del mundo.
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