Se producirá en Buenos Aires un hecho que no ocurre todos los días, estamos hablando del estreno de una ópera contemporánea argentina. Alice Through the Looking-Glass de la compositora Marta Lambertini se estrenará en la Usina del Arte los domingos 4 y 11 de octubre.
La puesta cuenta con dos ensambles especializados de amplia trayectoria: Nonsense Ensamble Vocal de Solistas y el Dúo Eterno Retorno bajo la Dirección escénica de Jorge de Lassaletta.
Intrigados por los comentarios de algunos músicos que forman parte de este elenco, le pedimos a la compositora que nos hable de su nuevo trabajo.
Cuéntenos acerca de Alice Through the Looking-Glass.
En 1987 estrené en el Goethe Alice in Wonderland, con dirección escénica de Rubén Szchuchmacher y musical de Gerardo Gandini. Fue un gran éxito de público y prensa en su momento, y hubo que agregar tres funciones más el mismo año. Con el correr de los años se realizaron cuatro puestas más de otros tantos registas, en el CETC (cuyo espacio actual se inauguró con esta producción), en el Avenida, en el Borges. Es hoy por hoy una de las tres óperas argentinas más representadas.
De la literatura victoriana, Alice es un personaje con el cual nos podemos identificar, porque tal como le sucede a ella nos encontramos inmersos en un mundo absurdo a veces identificable con situaciones oníricas de las cuales es difícil escapar. Alice lo logra despertándose, pero no sin antes haber pasado por situaciones divertidas o dramáticas pobladas por personajes rarísimos, en muchos casos provenientes de las canciones infantiles o de los relatos tradicionales de los niños victorianos.
Esta nueva producción se inspira en el segundo libro que Carroll dedicó a su amiguita, la verdadera Alice Liddell, hija del decano del Christ Church College, donde Carroll enseñaba matemáticas: Alice Through the Looking-Glass. Fue el primer libro de Carroll que leí en mi infancia, y me fascinó ese mundo absurdo, que para mayor confusión se presentaba del revés, es decir, al otro lado del espejo.
Fue escrita para el Nonsense, ensamble vocal de solistas, y el dúo Eterno retorno (flauta y guitarra).
Nos contaron que el libreto es por momentos divertido. ¿Cómo fue el trabajo de adaptación del clásico de Lewis Carroll?
Es cierto, el libreto es divertido no sólo por momentos, sino casi totalmente. Y más que divertido, absurdo. Es por otra parte, imposible de traducir, así como es imposible traducir a Joyce sin traicionarlo de manera contundente. Por eso mi libreto está en inglés, con subtitulado en castellano, y lamentablemente, faltando en este subtitulado muchas veces al sentido original de un texto que se traduce como se puede.
He leído muchas traducciones en castellano, y ninguna me satisfizo. Quise hacer yo mi propia traducción y también fallé. El texto en inglés tiene otra virtud: es tan poético y posee una impronta tan rítmica que prácticamente se canta solo. La música está totalmente contenida en él. Tomé algunas de las escenas, respetando totalmente el texto original, las más significativas desde mi punto de vista, y esto es posible dado el carácter episódico de la narración.
¿Qué desafíos se presentan hoy en día a lo hora de gestar una obra de estas características?
Ninguno desde el punto de vista artístico, porque contamos con grandes intérpretes que aceptan grandes desafíos con la mayor naturalidad, están acostumbrados a eso. Los problemas pueden aparecer a la hora de la producción, y suelen ser de naturaleza económica para variar.
¿Qué expectativas tiene para el estreno de su obra en la Usina del Arte?
Mis expectativas son las de que el hecho se multiplique. Tenemos dos funciones, el 4 y el 11 de octubre, pero espero que, tal como ocurrió con mi primera Alice, esta segunda historia llegue a ser también una de las producciones locales más representadas. Elenco no falta. Creo que por la excelencia de los intérpretes con que cuento, están dadas las condiciones para que esto ocurra.
Por Nicolás Gagliani