5 obras esenciales de Tchaikovsky y datos sobre su vida

Este artículo ofrece una visión de la vida del genio ruso Piotr Ilyich Tchaikovsky junto a su música. Desde sus primeros días en Votkinsk, Rusia, hasta su legado musical. seleccionamos cinco de sus composiciones más destacadas, desde ballets hasta óperas y conciertos, cada una reflejando su extraordinaria genialidad. .

Pyotr Ilyich Tchaikovsky, nacido en Votkinsk, Rusia, en 1840, y fallecido en San Petersburgo en 1893, es considerado uno de los compositores rusos más célebres de todos los tiempos. Aquí repasamos brevemente su vida y ofrecemos 5 obras imprescindibles de su repertorio.

Desde temprana edad, Tchaikovsky mostró un gran interés por la música, a pesar de que su familia inicialmente pretendía que siguiera una carrera en el servicio civil. Su talento musical fue evidente desde sus primeros intentos de composición en la infancia, y recibió lecciones de piano. Fue durante su tiempo en el Conservatorio de San Petersburgo que Tchaikovsky se dedicó por completo a la música. Bajo la guía de destacados profesores como Anton Rubinstein, perfeccionó sus habilidades en composición y orquestación. Sus primeras obras, como la obertura «La tormenta», mostraron promesa, y su carrera despegó con estrenos exitosos de composiciones como «Romeo y Julieta». 

La vida personal de Tchaikovsky, marcada por complejas relaciones y luchas con su orientación sexual, también influyó profundamente en su música. Su relación fructífera pero turbulenta con Nadezhda von Meck, su mecenas, le permitió enfocarse completamente en la composición, lo que llevó a la creación de algunas de sus obras más icónicas. A pesar de las críticas y los desafíos personales, la música de Tchaikovsky continuó evolucionando, fusionando influencias folclóricas rusas con estilos de Europa Occidental. Su maestría en melodía, instrumentación y forma, especialmente evidente en obras como sus sinfonías y ballets, aseguró su lugar como uno de los principales compositores de la historia.

Aquí les presentamos 5 obras esenciales en el repertorio del genio ruso.

5 – El Cascanueces (estreno 1892)

El ballet «El Cascanueces» fue encargado por el director de los teatros imperiales, Iván Vsévolozhsky, en 1891 y estrenado en 1892, con música compuesta por Piotr Ilich Tchaikovsky. La coreografía inicialmente iba a ser creada por Marius Petipa y Lev Ivanov, pero eventos trágicos apartaron a Petipa del montaje. El libreto fue escrito por Vsévolozhsky y Petipa, basándose en una adaptación de Alejandro Dumas del cuento «El cascanueces y el rey de los ratones» de E. T. A. Hoffmann.

Tchaikovsky seleccionó ocho números del ballet antes de su estreno, formando la Suite Op. 71a, concebida para conciertos. La suite se estrenó en 1892 y la popularidad del ballet completo creció en las décadas siguientes. La música se caracteriza por su uso de la celesta, destacando en la Danza del Hada de Azúcar. La primera representación tuvo lugar en 1892 en San Petersburgo y desde entonces el ballet ha sido representado en muchos lugares, convirtiéndose en uno de los más populares en los países occidentales, especialmente en Navidad.

4 – Obertura 1812 (estreno 1882)

Tchaikovsky compuso la Obertura 1812 para conmemorar la victoria de la resistencia rusa tras la invasión napoleónica. En Borodinó, el 7 de septiembre de 1812, las tropas de Napoleón se enfrentaron a las fuerzas rusas del general Mijaíl Kutuzov en una batalla que tuvo un saldo estimado de 100 000 bajas y resultó en una victoria pírrica para Napoleón. Las fuerzas francesas avanzaron hasta Moscú, que fue abandonada por los rusos, llevando a la Grande Armée a una situación desesperada, atrapada en una ciudad incendiada sin poder asentar sus cuarteles de invierno. La obertura representa simbólicamente la campaña napoleónica en Rusia, desde el avance francés hasta la retirada, incluyendo la intervención divina representada por el himno religioso inicial y el sonido de campanas de iglesia en el final triunfal.

3 – El Lago de los Cisnes

Es un cuento de hadas-ballet estructurado en cuatro actos, encargado por el Teatro Bolshói en 1875 y estrenado en 1877. La música fue compuesta por Tchaikovsky; se trata de su op. 20 y es el primero de sus ballets. En la producción original, la coreografía fue creada por Julius Reisinger. El libreto se cree que fue escrito por Vladímir Petróvich Béguichev y Vasily Geltser, basándose en el cuento alemán Der geraubte Schleier (El velo robado) de Johann Karl August Musäus.

La primera representación tuvo lugar el 4 de marzo de 1877 en el Teatro Bolshói de Moscú. Contrario a su gran reconocimiento actual, esta obra estuvo rodeada de reveses desde su estreno. Tchaikovsky, poco familiarizado con la composición de ballets, trabajó de forma rápida, innovadora y despreocupada en una partitura que terminaría desconcertando a Reisinger. Todo ello hizo que la obra no fuese bien aceptada ni por el público ni por la crítica. Sin embargo, el 15 de enero de 1895 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo, esta misma obra logra su primer gran éxito con una nueva coreografía a cargo de Marius Petipa y Lev Ivanov. Las primeras ideas que tuvo Tchaikovsky acerca del lago de los cisnes fueron reorganizadas, y el pas de deux que compuso originalmente para el cisne negro fue sustituido por otro, compuesto también por él.

2 – Eugene Onegin

Eugenio Oneguin es una ópera en tres actos (7 escenas) con música de Piotr Ilich Tchaikovsky y libreto en ruso de Konstantín Shilovski y Modest Tchaikovsky, hermano del compositor, basado en la novela homónima en verso de Aleksandr Pushkin, publicada en 1831. El libreto sigue muy estrechamente el original de Pushkin, conservando gran parte de su poesía, a la que Tchaikovsky añade música de naturaleza dramática. La historia se refiere a un héroe egoísta que vive lo suficiente como para lamentar su displicente rechazo al amor de una joven, y su descuidada incitación a un duelo fatal con su mejor amigo.

Tchaikovsky estrenó la ópera en una función para el Conservatorio de Moscú, a cargo de un grupo de estudiantes, el 29 de marzo de 1879. La idea inicial de adaptar la obra de Pushkin le fue presentada por la cantante de ópera Yelizaveta Lavróvskaya en mayo de 1877. Aunque al principio le pareció extraña, pronto se interesó y creó los escenarios en una sola noche antes de comenzar la composición musical. Utilizó los versos originales de Pushkin y seleccionó escenas que reflejaban los aspectos emocionales y la fortuna de los personajes, creando así «escenas líricas». La ópera es episódica, y Tchaikovsky confió en que su público pudiera completar los detalles omitidos, al igual que en La bohème de Puccini.

1 – Concierto para piano No. 1 

El Concierto para piano n.º 1 en si bemol menor, Op. 23, fue escrito por Tchaikovsky entre noviembre de 1874 y febrero de 1875, siendo revisado por primera vez en 1879 y una segunda vez en diciembre de 1888. Tiene una duración de unos 34 minutos y es una de las obras más populares en la actualidad.

La versión original tuvo su estreno en Boston, Estados Unidos, el 25 de octubre de 1875, dirigido por Benjamin Johnson Lang y Hans von Bülow en el piano. Tchaikovsky dedicó el primer concierto de piano a este pianista. Tchaikovsky escribió también un arreglo para dos pianos en diciembre de 1884, revisándolo en diciembre de 1888. Al compositor Nikolái Rubinstein no le agradó inicialmente la pieza, pero posteriormente cambió su opinión, solicitando a Tchaikovsky que le permitiera interpretarla.

 

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